El arte de ser una Pendeja

Lo que pienso y jamás haré

Nunca voy a entender porque como humanos solo nos enfocamos en ver el lado negativo de todas las cosas habidas y por haber, si eres joven no estas capacitado, si no te gusta lo que es normal para todos eres un raro, si haces de un clásico algo nuevo e innovador todo lo arruinas, no debes hacer esto por esto, no debes hacer aquello porque no y así sucesivamente hasta enclaustrar la creatividad y lo distinto en el foso más recóndito de la mente de aquellos que se atrevieron a soñar en grande y que realmente pudieron hacer algo distinto, pero lo interesante de todo esto es que a pesar de que nos empeñemos en arruinar los sueños y creencias de los demás siguen existiendo las personas dispuestas a llevarle la contraria a todo el que le quiere cortar las pluma que apenas salen para ser hermosas alas, aquellas que van contra la marea sin importar los porque, los audaces que son capaces de enfrentarse al tsunami que es la sociedad y salir ilesos en el proceso es justo por este tipo de personas tan geniales e inspiradoras que existen personas como yo. Para aclarar esta cuestión desde el principio no soy como los sujetos descritos arriba más bien soy de esas que se dedican a observarlos y animarlos mientras sueño en un rincón; así que si estaban esperando una super historia inspiradora lamento decepcionarlos los cuentos de hadas y superhéroes ya están patentados por Disney, por lo que me evitare una demanda por plagio y les mostrare la vida sin ton ni son, así que tengan presente que estamos en pleno siglo veintiuno donde cualquier metedura de pata termina siendo viral en las redes y les aseguro que no quiero ser la nueva cara de los memes; en fin como les iba diciendo soy el ente más normal, vago y soso con el que se van a tropezar en su vida, al que por estar sumergido en su mundo de autocrítica se le ha olvidado presentarse para la mayoría del mundo -con esto me refiero a mis padres y conocidos mi hermosísimo nombre es:- redobles por favor- Margaret Santana Cabreja bautizada en el barrio como Margo, nacida y criada en Santo Domingo, Capital de la hermosa República Dominicana una islita poblada por la gente más metiche, dramática, charlatana y ocurrente que alguna vez hayan podido conocer.

Mi vida actual se puede resumir en una palabra "SUPERVIVENCIA" digamos que la condición económica no es la mejor a esto sumémosle la falta de empleo más los gastos universitarios que darán como resultado final la ecuación de mi vida, como les decía mi vida es una constante ni mejora ni empeora.

Como todo joven Milenial reviso constantemente las redes sociales o por lo menos hago el intento, al entrar me encuentro con lo normal fotos del fiestón del sábado, la vida de viajero, las parejas perfectas, los memes del momento y un montón más de cosas que todos sabemos; y justo al ver ese tipo de post me da para lamentarme el no haber nacido por lo menos con un buen trasero para presumir, lo que a su vez me desanima más y me termina por convencer de no arriesgarme ni por casualidad ya que de por sí estoy un 98% segura de que terminaría irremediablemente aplastada y con la poca autoestima que me cargo destrozada, si creen que lo que digo es puro drama véanlo desde mi perspectiva lean con atención lo siguiente: apenas tengo 19 y parezco de 30, mi cutis es un asco con un acné incurable eso sin contar las alergias que terminan de arruinar mi piel , mis piernas están llenas de estrías, mi abdomen no es nada plano aunque de esto podría culpar a mi insaciable panza que no dejar de pedirme pura comida chatarra, soy insegura, tímida, torpe hasta la tasa, más despistada que Dori, con un sentido del humor un tanto bizarro que termina por ofender hasta al más pacífico, pensándolo bien creo que lo único verdaderamente estable en mi vida es la estupidez porque para pendeja y confiada me puedes anotar, es más si existiera un Rankin de las personas mas huevonas de esta tierra mi nombre debe ser el primero en aparecer ahí en la sima de la lista gravado con tinta indeleble todo en mayúsculas para que la gente lo vea y siempre lo lleve presente porque para lo único que sirvo últimamente es para eso.

Pero pensándolo bien no puedo ser tan dramática, mi vida a pesar de todo tiene sus buenos y divertidos momentos por ejemplo mi familia aun que la gente considere que todos en mi casa les falta un tornillo- cosa que lamentablemente es imposible de refutar – el llegar allí sigue siendo uno de los mejores momentos del día y que conste no solo lo digo porque hay se encuentra mi "preciosa" mejor conocida como mi cama sino porque llegar a casa es sinónimo de cantar a todo pulmón canciones más desafinadas que un micrófono de karaoke con mis hermanos menores, reír a carcajadas con las ocurrencias de mi papa, armarme de paciencia para no pelear por cualquier estupidez, intentar esquivar el cucharon de mi mama cuando se enoja, soporta a mi hermano mayor y sus pendejada, intentar ver un maratón de mi serie sin interrupciones y un sinfín de cosas a las que le puedo sumar mis imperdibles amigos de toda la vida, la música, la salud genial que tengo el hecho de poder caminar y correr libremente y simplemente el vivir, es más viéndolo desde ese punto soy una de las pocas personas afortunadas de este mundo pero como humana que soy sigo lamentándome lo que no tengo.