El arte de ser una Pendeja

Ser invisible es un don

Si nunca has sentido que eres el ser más jodidamente común sobre la faz de la tierra lamento decirte querido amigo que has fracasado como ser humano, pues a mi entender todos pasamos por esa fase de la vida donde consideramos ser invisibles ante el mundo ya sea porque nos sentimos unos marginados sociales o porque simplemente consideramos que somos más de lo mismo puedo decir que por lo menos la segunda opción se aplica a mi caso particular. Pues como se podrán imaginar no soy el ser mas social del mundo en realidad prefiero la compañía de un buen blues o un bolero de esos que te ponen a pensar en el desamor que nunca has tenido antes que estar entre un tumulto de personas en ocasiones he llegado a pensar que soy agorafóbica pero luego me doy cuenta que pensar eso es lo mas pendejo que se me ha ocurrido porque realmente si tuviera esta fobia ni siquiera hubiese pisado un carnaval o unas patronales en mi vida, por lo que he llegado a la conclusión más lógica que mi divino cerebro se a dignado en darme; según yo poseo un don tan increíble que muchos en la actualidad desearían tener y a que no adivinan cual es o tal vez sí, el fin es que soy capaz de volverme invisible o por lo menos lo soy en ocasiones especiales como en los grupos de exposición, gracias al cielo siempre me salvo de que me pregunten- aunque mirándolo bien debería desarrollar mejor la habilidad ya que ni haciendo brujería me le zafo a mi mama el día que toca lavar, como les iba diciendo soy invisible y eso para mi es el mejor don que me ha dado la vida, saben lo genial que es andar como se te viene en gana sin miedo a criticas o simplemente escabullirte entre la gente sin problemas a diferencia de cualquier otro amo el anonimato y espero continuar así un largo tiempo por lo menos el necesario para pensar bien cual será mi aporte a la humanidad porque de que me valdría estar en boca de todos si lo que les dejo de mensaje es pura basura creo que me he plateado tanto esta parte de mi vida por que una vez escuche decir a una persona que admiro bastante "que nadie debería pasar por mis manos sin salir con al menos una sonrisa" por lo que seguiré buscando mi propósito de vida antes de querer influenciar en la de otros.