Tails se encontraba recostado en su habitación, había sido un día agotador, después de haber acompañado a Sonic a recoger sus cosas habían decidido descansar, jamás había pensado que el erizo tendría (en su mayoría) muebles, prácticamente la casa del erizo negro había quedado con un pequeño librero y un colchón inflable.
-Lo dejaste como la mierda -Decía el rubio a su pareja.
-Se lo merece, me engaño incluso antes que yo a él, por lo tanto, matemáticamente me engaño más -Suspiro -Y no planeaba regalar mis muebles a un mantenido.
El rubio rió, eso era estúpido, a su parecer, cada parte había tenido un grado de culpa, incluyéndolo, pero estaba feliz, ahora estaba con Sonic.
-Me había invitado a su boda -Dijo de pronto el zorro -Sinceramente, no planeaba ir.
-¿Qué mierda?-Él peli-azul se levantó, sorprendido -¿Cuál boda? ¡Jamás me habría casado con él!
En ese momento ambos se miraron, se mantuvieron unos segundos en silencio,y después de unos instantes sus ojos se abrieron de golpe.
-¡Carajo! ¡Lo sabía!-Dijeron al unísono.
Seguido se quedaron mirando un par de minutos más, y estallaron en carcajadas.
-¡Maldito enfermo! ¿Qué mierda pasaba por su cabeza?
Tails no podía dejar de reír, su estómago iniciaba a doler, pero, no podía parar, realmente era ridículo todo lo que había hecho, era tan patético, era algo, que, aunque le doliera reconocerlo, él habría hecho.
El azul se mantuvo observando a Tails, se sentía realmente atraído, le asustaba pensar que había estado a punto de perderlo, detestaba que su madre siempre tuviera razón.
(...)
-¿Y exactamente qué es lo que sientes?, Maurice, necesitas aclarar tu mente y tu corazón cariño, no puedes seguir jugando con el corazón de esos dos hombres.
-Mamá, es que es estúpido, Tails es tan bueno, me encanta, pero, Shadow tiene algo.
-Tarde o temprano uno se va a cansar de esta situación, no te das cuenta de lo que quieres hasta que lo pierdes, no llegues a este extremo, pequeño Maurice.
(...)
El peli-azul se acercó a el rubio acercó sus labios a los del zorro he inicio a besarlo, sabía que había escogido bien, quería estar con Tails, a su lado, había entendido que era un estúpido por jugar con él.
Todo a su alrededor estaba lleno de cajas, y muebles, habían decidido vivir juntos, en la casa de el rubio, ya que, era difícil encontrar un lugar que contuviera un taller como el del rubio, sabía que no podía alejar a su amante de sus herramientas y máquinas, así que aprendería a lidiar con eso.
Las manos del rubio lo hicieron volver a la realidad, las cuales habían decidido entrar en la polera del peli-azul, una sonrisa se reflejó en los labios de Sonic mientras Tails subía en su regazo, sus labios se rozaban una y otra vez.
-¿Realmente quieres hacerlo?-Decía Sonic.
-¿Desde cuándo importa eso?Me excita él solo besarte.
El erizo inicio a enredar sus manos en los rubios cabellos de el zorro mientras las manos de Tails ascendían a los pezones de el peli-azul, mientras diversos suspiros salían de sus delicados labios, algo que provocaba aun más al zorro, quién, a pesar de todo, deseaba poder seguir recolectando hermosos recuerdos con el peli-azul.