Requiem

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Réquiem.

La celda era oscura, su cuerpo estaba ahí, recibiendo cada una de las condenas y castigos, pero su mente seguía perdida en un mar abierto a toda clase de pensamientos, llego a ahondar tanto dentro de si mismo que ya no estaba seguro del porque de sus acciones. Siempre había sido callado con las cosas que lo molestaban y fue educado para ser pisoteado. Su parte vengativa fue nutrida con todo ese veneno al que fue expuesto de niño y eso solo dejo marcas oscuras en su personalidad. Cuando conoció al detective, el odio que sentía a si mismo lo traslado a el y fue lo único que recorrió su mente durante los días siguientes. Sus últimos encuentros se resumieron a burlas disfrazadas de comentarios amistosos hacia su persona y con ello el crecimiento de su repentina repulsión.

Lo que fue el punto de partida para sus acciones fue el hecho de perder ante él, no solo su reconocimiento si no también su empleo. Aún recuerda las palabras bañadas de lastima e hipocresía.

"Lo lamento tanto"

Eso le rompió algo por dentro, se había cansado de ser un sucio tapete que de vez en cuando era limpiado por un par de elogios llenos de compasión. De estar atado a la brillante pero injusta moral. Si eres bueno en algo tienes todo el derecho de ser un cretino imbécil con los demás.

Su forma de liberarse de esa cadena que lo mantenía atado a sus ya maltratadas creencias e ideales fue terminar con una vida inocente que para el sistema legal era lo más miserable que una persona podía hacer, aunque si lo pensaba con atención en cuanto se le acusara de eso dejaría de ser considerado una persona y mas considerando las razones. Seria a penas un perro pateado que guiado por su instinto, mordió al primero que vio en su defensa.

Pronto, en un parpadeo estaba sentado al frente de un juez y a su lado un señor de avanzada edad. Giro su cabeza hacia atrás y con su mirada hizo un recorrido entre los pocos rostros del jurado hasta que se detuvo en una cabellera platinada con una venda adornándole la cabeza, en su cuello un collarín que hacia una extraña combinación con el resto de su vestimenta. A su lado un joven adulto moreno de ojos dorados que lo miraba con burla. Se devolvió en su lugar intentando digerir a la persona que acababa de ver, giro de nuevo su cabeza consiguiendo una posición aún más incómoda y dejo su mirada estancada donde según él, debía estar la persona que vio. Dejo de buscarlo con la mirada y espero que todo fuera parte de un complot de su mente como venganza por tanta inestabilidad, pero una voz grave y muy vaga le recordó algo;

Los fantasmas no existen.

...

Lo querían hacer hablar, pero el no encontraba ninguna palabra que coincidiera con los sucesos que el recordaba. Se mantuvo quieto y con la cabeza baja durante todo el tiempo que le tomaron la declaración. Lo devolvieron a su celda, la oscuridad lo recibió y lleno de paz. Ella no le hablaba ni juzgaba, lo dejaba respirar tranquilo. Siempre y cuando no abriera los ojos ni se le quedara viendo, si hacia eso el sentimiento de paranoia lo asaltaba y tumbaba dejándolo helado, imaginando como todas las almas a las que hizo daño salían del piso, se arrastraban e intentaban llegar hasta él. Para su situación el invisible trato de que mantenían era suficiente.

Días más tarde una de las sombras que aparecía mas en sus recuerdos hizo acto de presencia dentro de su mugrosa covacha llena de penumbra, se puso en cuclillas y empezó a hablar.

No escucho absolutamente nada, el entumecimiento, la sed y el hambre lo tenían totalmente afligido, era igual al perro que usaba de ejemplo para describirse ante los demás, se lo había repetido tanto que se la creyó.

La persona frente a el le toco el cabello, en respuesta solo levanto la cara, carraspeo su garganta e hizo el intento de ponerse de pie. Cuando pudo mantener el equilibrio arrincono al intruso contra la pared lo miro cansado y con una voz herida y ronca empezó a hablar.

- Me quitaste mi trabajo, mi orgullo y hasta mi humanidad. - La otra persona se mostraba confundida. - No quería pertenecer al mismo mundo lleno de hipócritas y cretinos imbéciles. Tus comentarios me obligaron a hacer eso, prácticamente tu terminaste con esas vidas. - Un ardor en su mejilla se extendió por su cuerpo, el dolor se transformo en adrenalina y le devolvió el golpe.- Tu y tus comentarios sin cuidado causaron esta mierda, acepto lo que hice y ahora estamos a mano.- Le dio un empujón y las lagrimas le nublaron la vista.- Vete.- Su voz escapo de su garganta lastimada, repitió lo que dijo pero esta vez casi gritando y para cuando se quedo solo grito de una manera tan cruda que sintió su voz morir. Se dejo caer de rodillas e imploro que la sensación de presión en su pecho se fuera, que las imágenes de sus crímenes fueran borradas y que fuera perdonado por todo. Acepto la oscuridad de su interior y la transformo en una ceremonia para decir la verdad enfrente de un dios descerebrado con un sentido del bien y el mal bastante corrompido. Los días siguientes fue visitado por un pastor, que según tenía la misión de salvar su alma, pero después de escucharlo decir que el no necesitaba el perdón de Dios y que estaba preparado para darle a Lucifer un maravilloso festín lleno de pecados, le dejo caer una biblia y salió sumamente ofendido.

Su alma no tenia perdón, ni el suyo y muchísimo menos el de los demás.

...

Un montón de voces amontonadas se aglomeraban en sus oídos, aumentando su ansiedad, que parecía un pájaro atrapado en la celda que formaban sus costillas, podía sentir como removía sus órganos y se azotaba contra sus huesos intentando salir. Los síntomas de agravaron cuando vio al juez entrar por la puerta y sentarse frente a la tarima. Empezó a morderse los labios ante las negativas sensaciones. Presto atención cuando el juez llamo al estrado a los testigos, escucho cada una de las cosas que hizo desde la otra perspectiva y siguió mostrándose tranquilo ante los demás, pero cuando vio a una de sus victimas sentarse y mirarlo fijamente, el peso de la culpabilidad y vergüenza le cayeron que tuvo que agachar la mirada. En cuanto los testimonios terminaron se suspendió por un par de horas el juicio. Según su abogado (al que le importaba poco defender su pellejo) su destino era desalentador en todos los sentidos. Las horas pasaron de manera rápida y sin ningún suceso de vital importancia para él. Ya no le interesaba nada, creía que el juicio era totalmente innecesario y una tortura para su cansada y aburrida existencia. Se dispuso a salir de su celda para caminar por los largos pasillos de color gris con poca iluminación, pero a lo lejos vio al joven azabache de ojos verdes acompañando al de cabello cano a la sala donde se finalizaría el asunto. Los miro fijamente y ellos a él, el de cabello cano con odio y el azabache intranquilo ante la tensión. Se soltó con brusquedad de los guardias y camino hasta ellos de manera amenazante, empujo al azabache y con violencia sostuvo de manera descuidada pero firme al de cabello cano, forcejeo un poco hasta que el guardia lo alejo de él y se lo llevo directamente a la sala de juicios. Dentro lo obligaron a tomar asiento, todo esto con la mano del guardia afianzándolo por el hombro. El juez fue directo al grano, la sentencia final fue pena de muerte. Quedaría colgado frente a un montón de personas que solo lo juzgarían por palabras de otras personas y no las suyas. 

...

Has conseguido el final bueno, bueno este final es bueno solo con los que fueron buenos(?

POR FIN QUEDA PUBLICADO!

Después de casi dos años lo termine, estoy muy emocionada :D 

Gracias a todxs los que estuvieron siguiendo, votando y comentando. 

Espero que les haya gustado uwu 

Nos leemos luego.

Stexlty°

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⏰ Última actualización: Feb 04, 2020 ⏰

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𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝 & 𝑻𝒆𝒂𝒓𝒔 ☯︎ 𝑅𝑎𝑛𝑝𝑜𝑒.ᵃᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora