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Después de que Hope le metiera un madrazo en la cabeza a Scott, lo llevaron a la enfermería de la preparatoria donde la enfermera lo había atendido bastante bien ahora estaba en una camilla con una venda en la cabeza pues se le había formado una bola en la cabeza por el golpe. 

—Esperó que hayan visto las placas del camión que me atropelló.—hablo aun tirado en la camilla pero poco a poco había abierto sus ojos, Hope estaba ahí con el.

—Digamos que no fue un camión con exactitud.—nerviosa y apenada le contesto rascando su nuca acercando en donde estaba .

—¿Cómo que no fue un camión?—preguntó confundido.—Espera yo no te conozco.—se hizo el tonto confundido.

Sabía quien era la chica perfectamente pero jamas se había presentado formalmente con ella y cada vez que trataba de acercase se arrepentía o solo no era el momento.

—Disculpa soy Hope, al parecer te fuiste en tu viaje astral.—Trato de colocar algo de humor a la situación pues aun estaba apenada con lo del golpe, pero se relajo un poco al mirar como se reía de lo que había dicho.—Bueno te quería pedir perdón por darte un golpe demasiado fuerte en la cabeza.

—Te disculpo, pero fue mi culpa por quitarme el casco.

—La enfermera me dijo que te tomaras este medicamento para desinflamar cada 8 horas.—le entrega la cajita.

—Esta bien, muchas gracias. 

Después de que Hope y Scott salieron de la enfermería, con sus mochilas en hombros se dirigieron hacia la puerta de la institución, el chófer de la chica la estaba esperando.

—¿Oye puedo llevarte a tu casa?—preguntó

—Aunque me da un poco de vergüenza aceptar, diré que sí, es que ya paso mi autobús.—le contesto este de forma amable.

Ambos de subieron al auto y ella dio la dirección al chófer del chico para llevarlo a su hogar, tardaron al rededor de 10 minutos en llegar. Era una casa amarilla de dos pisos con un jardín bien cuidado y tenía un auto blanco afuera de la residencia. 

—Gracias por traerme.—agradeció.

—Es un placer, toma esté es mi número por si las cosas se ponen feas ya sabes a quien llamar.—dijo la chica entregando un trozo de papel con esté escrito. No sé quería ver muy nervioso ante la situación pero creo que no lo había logrado.

—Oh, muchas gracias.—ella subió al auto y se marcho, mientras el miraba como el auto desaparecía de su vista.

En cuanto pudo entro corriendo a su casa y se metió a su habitación, tenía que contarles sus amigos este gran logro.

(...)

Mientras tanto, Stark había llegado a su casa gracias a Rhodey, el joven miro una tarjeta en el refrigerador la tomo en sus manos y la leyó.

"Esperó que hayas tenido un gran
día cariño, llegaremos dentro de tres días, trata de no incendiar la casa"

Con amor mamá.

Tony no pudo evitar sonreír su madre siempre tan considerada, tomó la tarjeta y el tarro de galletas, subió a su habitación tendría demasiado tiempo para planear la pachanga, tomo su celular y le comento la idea a Sam, Loki, Pietro y Scott ellos eran unas maquinas del chisme a si que con ellos distribuirían la fiesta por todos los lugares. Después de acordar y comunicarse con ellos la hora de la peda masiva había quedado a las 9:00 p.m. Ahora llamaría a Rogers ya que lo necesitaba para seguir completando su plan maestro.  

Estúpida Adolescencia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora