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Hace 3 años atrás

__________: 12 años de edad
Edward: 12 años de edad
Alphonse: 11 años de edad

Narra __________

Me encontraba en una especie de Agujero que se había creado "Mágicamente" en un callejón. Patrañas. Mi padre, el Coronel me mandó a investigar un poco sobre lo que había aquí pero solo había un detestable olor y al parecer (por lo poco que se podía ver) manchas de sangre en la pared

- Así que... pudo haber sido asesinato o suicidio- susurre para mi

Me puse mis guantes por si acaso, amarre mi largo cabello negro en una cola y cree un poco de fuego a ver si realmente era sangre, cosa que si era. Apague el fuego para que si de casualidad había alguien dentro, no supiese de mi existencia acá. Seguí caminando lentamente mientras guardaba mis guantes ya que hacia un poco de calor y comencé a escuchar pasos detrás de mi, Continué caminando como si nada estuviese pasando

Lleva una lámpara

Deduje por que el camino se veía un poco más iluminado, los pasos de esa persona aumentaron la velocidad y venían justamente hacia mi pero igualmente no me detuve ni corrí

Xxx: ¡Oye tu! No puedes estar aquí- escuché

¡Ja! ¿Y este quién se cree?

Sabia que era hombre por su voz aunque era un poco aguda, Sentí un tacto en mi brazo izquierdo pero no me volteé a mirar a esa persona

Xxx: He dicho que no puedes estar aqui- me solté bruscamente de su agarre pero volvió a tomarme y está vez me dio la vuelta- El acceso es solo permitido para los alquimistas estatales- dijo y yo sonrei de lado

- ¿Tu? ¿Un alquimista Estatal?- reí

Xxx: No cambies el tema, deberías irte- dijo

- Lo siento niño, el coronel Mustang me asignó venir a este lugar ¿Por qué? Por que soy alquimista Estatal. Ahora sueltame pulga- me solté

Xxx: ¡¿Eeeeeh?! ¡¿A QUIEN LLAMAS PULGA QUE NO SE PUEDE VER NI CON UN MICROSCOPIO?!- pregunto algo histérico y luego se calmo- Además somos de la misma estatura- dijo

- Como sea, no tengo tiempo para juegos infantiles. Si te asignaron venir es por que ya no me necesitan aquí. Me retiro- solté mi cabello y me dirigí a la salida

Llegué nuevamente a la oficina de mi padre informándole a medias lo que había visto en ese lugar y que no estaba presente nadie

Papá: Está bien. Buen trabajo, puedes retirarte pero sabes que debes estar al tanto de cada cosa que suceda y también cuidarte la espalda. Últimamente están ocurriendo muchos asesinatos por aquí- dijo mirándome con cierta preocupación aunque intentaba que no se notara, yo como su hija, lo noté perfectamente

- No se preocupe coronel, estaré muy pendiente de todo lo que suceda y también cuidaré mi espalda- dije ganándome un suspiro de su parte que sabía por que era

Muy pocas veces acostumbraba a decirle papá pero tampoco era que no lo decía, aunque a él solo le causaba gracia por que sabe que lo adoro. Salí de su oficina y decidí investigar por mi cuenta, claro sin que el se diera cuenta, decidí observar atentamente todo lo que sucedía a mis alrededores pero nadie se veía sospechoso, solo un hombre que cuando pasé estaba metido en un callejón, pero solo se veía asustado así que lo descarté de mi lista

Por aquí no parece haber nada

Me di la vuelta y decidí regresar por donde venía, le di una última mirada al callejón y vi el cuerpo de un perro blanco entrando allá, cosa a la que no le puse mucha atención y me fui por donde vine esta vez sin siquiera mirar atrás. Me describiré un poco, no soy muy alta, tengo el cabello negro como mi padre y bastante largo, también tengo los ojos negros como el y soy de piel Blanca. Un dato importante es que tengo un Automail en mi brazo Izquierdo, no se como termine así y mi padre se niega a contarme. Normalmente lo se ocultar con mi manga o cuando uso guantes. Tengo apenas 12 años de edad y me convertí en Alquimista Estatal a esta edad ¿De mi? No hay mucho que decir, solo que soy la hija del admirado (Por algunas personas) Roy Mustang, __________ Mustang

Don't Leave Me Alone - Edward ElricDonde viven las historias. Descúbrelo ahora