Eres un muy exquisito manjar y solo yo podré probarlo...
Eres una de mis pocas... "GRANDES TENTACIONES"
𖧷 Idea original de mi autoridad
𖧷 Prohibida copias y adaptaciones
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Acababan de llegar a la heladería, era una de las mejores en la ciudad, entraron y se sentaron cerca de una de las ventanas.
- Voy a pedir ¿De qué quieres tu helado?
- mmm... u-uno de fresa con chocolate y menta
- Ok enseguida mi dulce manjar
Y va directo a pedir, sin darse cuenta que la pelinaranja se había sonrojado ante aquellas palabras y que una pequeña sonrisa se delineó en sus labios.
Se sentía tranquila todo parecía ir bien, y que Brick no era tan mala persona. Parece que estuvo tanto tiempo en sus pensamientos que ya había vuelto con su helado, dejándolo delante de ella.
- ¿Cuanto es? -la joven estaba por sacar su cartera para pagarle-.
- No es necesario yo invitó -le detuvo justo cuando sacaba el dinero-.
- Pero... -no quería quedarse así, estaba mal no pagar su helado que ella comera-.
- No te preocupes, solo disfruta de tu helado Bombón
- G-gracias
Pasaron el rato hablando y riendo de cosas triviales, cada minuto parecían segundos para ellos. Ya se hacia tarde, el cielo se encontraba rojizo por el descenso del sol que daría paso a la noche.
- Oh... ¡Ya es tarde! ¡Debería estar ya en casa! -dice nerviosa mientras mira la hora de su reloj en la muñeca-.
- Entonces te acompaño
- No es necesario...
- Insisto, necesito saber que llegaras en una pieza a tu casa, y no me iré hasta que te vea entrar a tu casa.
No protesto le dejo que le acompañara todo el camino a su hogar, entre una que otra platica, hasta estar cerca de la casa.
- Bueno mi casa es la de allá, no es necesario que me lleves hasta la puerta
- Me quedaré parado aquí hasta que te vea entrar
- Bueno... Brick
La joven se ánimo y le dio un beso en la mejilla haciendo sonrojar al pelinaranja, salió corriendo hasta su casa y abrió la puerta.
- Adiós Brick gracias por la salida de hoy!
Se despide y entra a su casa dejando al joven con su cara como un poema, y una sonrisa de bobo enamorado, se aleja lentamente de allí mientras piensa en lo que pasó hace unos momentos. La pelinaranja lo veía irse desde la ventana de su balcón con una sonrisa y un sonrojo en sus mejillas.
- No eres tan malo como pensaba
Belinda H.A.
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