Capítulo 2: Revelación

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Capítulo 2

Lo que resto de ese 5 mayo es que ambos niños estuvieron viendo casi todo el tiempo la televisión o haciendo algo de la tarea que sus hermanos les dejaban para que hicieran hasta que llegaran de la secundaria y les dejaran nuevos deberes que hacer pero tampoco está la falta de algo del toque paternal en esos deberes puesto que algunos problemas son más difíciles que otros pero nada que Hydesu a pesar de su timidez no pueda manejar y que no pueda explicarle bien a Sebastian para que entienda que debe y no debe hacer. En cuanto les dio hambre lo mínimo que hicieron fue tomar algo de fideos instantáneos del refrigerador para después comérselos como si nada pero entonces les llego el aburrimiento a los dos por lo que con la oreja derecha hacia abajo, Hydesu le dedico una miradita a Sebastian.

"Salgamos a alguna parte." Dice Hydesu que mira tiernamente al amigo que considera su hermano.

"… Vale voy por nuestras mochilas… ¿Cuántos ¥ tienes?" Pregunta el lobo rubio sobre la cantidad de dinero que posee su amigo.

"Pues tengo ahorrados como unos 900¥ desde que aprendí a tenerle valor a mi mesada… ¿Porque quieres saber?" Respondio a la vez que le regresa la palabra con otra pregunta.

Baja ambas orejas y su cola cae entre sus piernas. "Yo solo tengo unos míseros 500¥ ahorrados…" Dice completamente derrotado.

"No te desanimes." Dijo queriendo animarlo.

Al rato que Sebastian subió las escaleras y bajo con las mochilas de ambos le da a Hydesu su mochila azul y Sebastian se coloca su mochila roja para después tomar las llaves de su casa seguido para salir de la vivienda para ir con dirección a alguna parte de la Shinjuku, cualquier sitio menos el colegio así que por lo pronto los dos menores pasearon por las calles de la ciudad sabiéndose guiar bien llegando a un parque recientemente abierto desde hace al menos 2 años, allí como si nada ambos Hydesu encuentra un puesto que tiene los helados en rebaja y le invita uno a Sebastian quien acepta gustoso ya que los helados solo le costaron 10¥.

"Gracias Hydesu." Dijo con normalidad a su amigo y por el gesto del helado.

"De nada, siempre que estas con bajos ánimos un helado es lo único que te anima… o animaba antes…" Quizo parecer feliz pero solo acabo poniendose triste en el acto.

"No sigas…" Dijo el al lamer su helado de vainilla bañado en sirope de chocolate.

Baja las orejas dándole una lamida a su helado de fresa con chispas. "Perdón."

"No yo lo siento. No debí decir eso secamente… Sé que estamos muy distantes de algunas personas… que es difícil en estos días sonreír si quiera por mucho que lo intente pero no puedo…" dice apretando su pecho. "Siempre que quiero sonreír algo aquí me duele."

"No eres el único… También a mí me duele mucho." Compartio tambien ese sentimiento.

"Nos hacen falta…" Dijo el con nostalgia.

"Nos hacen mucha falta y… Sebastian vámonos." Dijo de repente el menor.

"¿Por qué?" Pregunto el otro

"Es Rinko…" Revelo Hydesu apuntado con el dedo a una niña gato de pelaje azul de 12 años, ojos con iris de color rojo cereza vestida con una camisa blanca con una corbata rosa, chaqueta azul, una falda del mismo color, calcetines blancos y zapatos amarillos. "La delegada de la clase en que estamos…."

Divine Descendants 神の子孫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora