Learning To Be Strong

[2]

Agh, ¿Qué me pasó? ¿Dónde estoy? Trato de mover mi cuerpo pero eso solo hace que sienta un dolor agudo en todos lados. Trato de respirar con tranquilidad pero eso solo hace que me desespere más, el olor es como de un ¿Hospital? ¿Pero qué...? Dios ahora lo recuerdo todo, los gritos, Elena, Vicky.

Lo que me hicieron...

—¡Ya despertó! ¡Doctor! ¡Ha despertado! Dios Melly ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?—Escucho la voz de Tyler a lo lejos.

—Ty—Trato de hablar pero siento mi garganta seca, Tyler mirando mi estado me tiende un baso de agua el cual tomo como puedo con su ayuda.

—Okay Melly, ya estas mejor.—Me dice Ty pero sin más me rompo en llanto, todo lo que sucedió... Ellos me rompieron. —Ya Melly, ya calmante ¿Qué tienes? ¿Qué pasó?—Me pregunta desesperado, como puedo me calmo y empiezo a explicarle lo sucedido.

—¿R-recuerdas q-que después de c-clases se suponía que debía de ir a tu casa?—El solo asintió con la cabeza— U-unas p-personas me ...me...empezaron a golpear...y-yo no pude...—No pude terminar la oración cuando Tyler se dió cuenta a lo que me refería y sin más me abrazó.

—¿Quién fue Melly?...¿Quién te hizo eso?...—Siento el tono enojado que tiene y es cuando recuerdo las palabras de la zorra de Elena.

«Nadie sabrá quien fue Melody Langdon»

«Que tal si fueras...no se ¿Avergonzada frente a toda la escuela? ¡Tendrán asco de ti cómo siempre debieron tenerlo!»

—N-no lo sé...—Digo mirando a la nada ya que sé que cuando Tyler me mira a los ojos se da cuenta inmediatamente si digo la verdad o no.— No pude ver quién era...me golpearon por detrás y c-creo que traían mascaras...pero no log-gro recordar nada...—Digo para hacer la historia más conveniente.

—¿Entonces era más de una persona?—Me pregunta tomándome por las mejillas.

—N-no se Tyler y-yo solo...—Y sin más me rompí, el me abrazó e hizo que escondiera mi cabeza en su hombro logrando así que terminara durmiendome.

[•••]

Ya habían pasado seis meses desde lo sucedido y mi madre ya había regresado al igual que yo a mi verdadera casa, la Sheriff Forbes me hizo las típicas preguntas de ¿En donde fué? ¿Viste a tu atacante? ¿Cuántos eran? A lo cual respondí con un; En la escuela, No Vi nada y Eran dos, sé que es demasiado cobarde de mi parte pero...¡DIOS! ¡Solo soy una chica de 14 años! Mi mamá al enterase se ablando sólo un poco cuidándome todo éste tiempo ya que terminé con dos costillas rotas y muchos moretones en mi estómago y mis piernas. Por lo que dijo el doctor, es un milagro que no se me halla roto algún intestino.

La única que sabe la verdad de lo que sucedió es mi madre y los doctores, cuando me dijeron el resultado de los exámenes y las revisiones caí en una depresión horrorosa, causa por la cual tengo que tomar antidepresivos. Lo que realmente pasó es que después de que me golpearan hasta el punto de yo caer desmayada fuí violada, por lo poco que recuerdo el único que pudo haber hecho eso fue el tipejo ese que venía junto con Elena y Vicky.

En estos momentos estoy en mi recámara acostada con las cortinas tapando mi ventana, por los susurros de mi madre y la dirección de donde provienen puedo decir que está abajo hablando por teléfono, ella no ha trabajado en toda la semana y lo que me extraña más es que un señor algo regordete ha venido dos veces en una camioneta rara, tarda aproximadamente 2 horas aquí y se vá, lo cual es muy raro.

Escucho pasos en las escaleras: es mi madre, tocan la puerta.

—¿Melody...hija, puedo pasar?—Dije un casi inaudible «si». Ella entra y abre las cortinas de par en par ocasionando un quejido de mi parte ya que un rayo de sol daba directamente en mi cara.

—Cierra las cortinas por favor...—Me encojo más en la cama si es que eso es posible y siento como mi lado derecho se sume.

—Melody...hija, tengo algo que decirte, que no sé cómo te lo vallas a tomar...—Me remuevo sacando la cabeza de entre las sábanas y me siento sin bajarme de la cama.

—¿Qué pasa? ¿Es algo grave?—La miro confundida, me toma de las manos y les da un leve apretón.

—Hija, ¿Has notado que un hombre ha venido a casa?...un hombre algo...¿Diferente? Y que he estado hablando por teléfono muy a menudo ¿No es cierto?— la miro entre asustada, asombrada y confundida, me escondo muy bien, no pudo haberme visto.— Y sí que te ví, hasta en la curiosidad te pareces tanto a tu padre...

Mi corazón se paró en ese mismo instante, entonces ese hombre...¿Es mi padre?

— Mamá...el hombre regordete que ha venido en la camioneta...¿Es mi padre?—Pregunto asustada con los ojos abiertos a más no poder, ella sonríe de lado.

—No cariño, el es el chófer de tu padre, y es por eso que tengo que hablar contigo.—Suelta un suspiro y se acomoda más en la cama.—Desde hace unos meses tu padre me contactó.

—Pero si siempre lo hace... Ya sabes, por lo de la colegiatura y eso...—Me corta.

—No hija, lo hizo directamente.—La miro sorprendida, siempre que papá se “comunicaba” con mamá era por medio de su secretaria, jamás directamente, y si antes estaba nerviosa ahora lo estoy más.

—Y...¿Qué fue lo que pasó?—Me enderezo en la cama y la miro fijamente.

— Verás, después de lo ocurrido con lo del accidente.—Me da una mirada, la mirada que desde hace seis meses más aborrezco, Lastima.—Llegamos a la conclusión de que lo mejor sería que te vayas unos meses con tu padre a Nueva York.

¿Mudarme? ¿A Nueva York? Tal vez sería la mejor opción, aquí solo he encontrado dolor, burlas, humillaciones... Además sería algo bueno ya que me alejaría de lo que me lastima y me daría la oportunidad de conocer a mi Padre, rayos, que raro suena.

¿Piensan que estoy loca?

Lo estoy

¿Piensan que soy un maldito bicho raro?

Lo soy

Pero de ésto me acordaré, de ahora en adelante no dejaré que me humillen más, de ahora en adelante

«No más».

Sé que Tyler entenderá que es lo mejor para mí, así que le mando un mensaje citandolo en el Grill mientras saco mi maleta del armario y meto todas mis cosas, mamá solo se queda sentada en la cama sin comprender nada.

—Tienes razón—Me mira sorprendida, ya que casi nunca estoy de acuerdo con ella.— Me voy de Mystic Falls.