Hay algo diferente en ti

Capítulo 4

    Me despierto con el sonido del objeto del diablo también conocido como aspiradora. Doy un grito desesperado para que todo el mundo escuche mi enfado de las 8 de la mañana. 

- ¡Ya una persona no puede dormir tranquilamente un sábado o qué! - grito lo más fuerte que puedo. 

    Voy al baño y me doy una ducha rápida intentando no parecer un zombie. 

    Bajo las escaleras a ritmo funerario. Ahí, veo a la culpable de mi sufrimiento a estas horas de la mañana. 

- Perdona cariño, no pretendía despertarte. - me dice Vanessa. Le contesto con una mirada asesina. 

    Me dirijo a la cocina. Pongo un par de tostadas en la tostadora. Mientras tanto, cojo los cereales y la leche me lleno un tazón. En esto que llega el estúpido de Mike. 

- Buenos días hermanita. - dice con una estúpida sonrisa. 

- Buenos días idiota. - le contesto haciéndole caso omiso y con la cuchara llena de leche y cereales en la boca.  

- Espero que hayas dormido bien. - en esto que suena la tostadora diciéndome que ya recoja mis tostadas. - Muchas gracias por las tostadas. - dice entrando y cogiendo mis tostadas.  

- De nada. Espero que las disfrutes. - en cuanto sale de la habitación cojo otro par de tostadas. Realmente me importa una mierda que me coja mis tostadas. A Mike no le sientan bien las tostadas de pan integral, que da la casualidad que son las que yo como.  

    Me termino mi tazón de leche y cereales y cojo mis tostadas de la tostadora y las unto de Nutella.  

- Buenos días Nina. - dice mi padre terminando de vestirse. 

- Hola.  

- ¿Has visto aquí por casualidad mi cartera? 

- No, pregunta a Vanessa que está haciendo limpieza.  

- Vale, muchas gracias. Que te aproveche. 

- Gracias. - va a salir cuando vuelve a entrar. 

- Nina. 

- ¿Qué? 

- Me preguntaba si te apetecería ir a la playa y ya sabes, hacer surf, pasar un rato en familia. 

- ¿En familia? 

- Sí, ya sabes, tú, yo, Vanessa y Mike. 

- Lo siento, pero no. Además, ya sabes que yo, al igual que tú, dejé el surf en Australia. A parte, no quiero pasar un montón de tiempo en el coche camino a Brighton. - le digo sonando lo más indiferente posible.  

- Bueno... yo solo preguntaba. Bueno, me voy ya hija, voy a hacer la compra. ¿Necesitas algo? 

- No, gracias.  

- Vale. Bueno cariño, te quiero. 

- Ya, ya.  

    Termino mi desayuno y subo a mi cuarto. Escucho un "mierda" desde la habitación de Mike, eso quiere decir que ya se ha dado cuenta de que ha cogido las tostadas que no debía. Me río interiormente en lo que entro a mi cuarto. Me pongo ropa deportiva, cojo mi móvil y los auriculares y me dispongo a salir a correr al parque.

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    Me paro un momento y empiezo a hacer estiramientos en un muro antes de seguir corriendo. Entonces, alguien me toca la espalda. «Destino, si eres tú, esto no hace gracia». Me quito los auriculares mientras pongo los ojos en blanco.