O(½)

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—¡Deja de correr estúpido peli-zul falso!

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—¡Deja de correr estúpido peli-zul falso!

Grito a todo pulmón mientras se sentía desfallecer, Diablos.

Taehyun parecía estar escapando de un ladrón, sus zancadas eran largas y a cada paso era como estar más lejos de la japonesa. Porque, bueno... ¡es su crush!

¿No podía solo parecer tranquilo y normal frente a ella una sola vez?

Aparentemente no.

Maldijo cuando sintió sus gafas caer y sin poder regresar siguió corriendo.

—¡Entonces deja de seguirme Japonesa de quinta! —aceleró para no tropezar con un niño.

Aguanten, ¿me llamó japonesa?

El resto de las personas que los veían correr solo parecían reaccionar como una caricatura, pero al igual que en una los ignoraron siguiendo en lo suyo.

Taehyung por su parte sentía el ser mas estúpido del planeta Tierra, por haber escapo en cuanto vio la cara de ella ¡que cojones tenia en la cabeza! lo peor, no podía parar, imaginado a la chica más adorable de corea que venía detrás suyo, lo mejor era que nunca se había quitado el cubre-bocas, pero las gafas cayeron, estaba frito.

Sana llevaba detrás de ese chico ¡por más de media hora! Dios, ¿Cómo es posible que esto canse más que 12 horas de ensayos?

Y lo pero de todo no era eso, no, lo pero ¡era su helado que se quedó tirado! Todo por ese imbécil. << Ojalá cayeras en caca decolorado>> bajando su velocidad y sentándose en la orilla del parque de niños.

Y como si el divino Zeus la escuchara, un adorable shiba inu se atravesó en camino del más alto, que en su intento por no caerle encima salto y cayó de boca en el pavimento.

—Gracias Dios —la chica se bajó de la bardita caminando al extraño, o bueno no tan extraño.

—Es tu fin teñido.

Estaba frito.

La rubia le ayudó a parase, extendiendo su mano para que la tomará.

La tomó sintiendo le suave contacto de su dedos y una pequeña corriente eléctrica pasó en ambos. Taehyun movió su rostros antes esa extraña sensación, pero aún sosteniendo la mano contraria.

Gran error.

Lo ojitos brillantes Sana chocaron con los pequeños orbes de color obscuro, consumiendo en una sola mirada, deseando por un corto momento que esos ojos nunca se apartaran de ella

Entonces y como si su conciencia quisiera arruinar el momento, algo en ella hizo clic y recordó de quien eran esos rasgos, que, podría describir como perfectos.

—O, debería decir ¿Taehyun sunbae?

....

Silencio, y a pesar de no ser incómodo era todo lo que abundaba en esa banca con los dos jóvenes que -ahora- toman un chocolatada caliente uno al lado del otro.

El color del amor ↷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora