One Shots | Harry Potter

~Fred Weasley~

Título: Las bromas enamoran.
Advertencia: Ninguna.
@IsHannahAbbot

Fred Weasley estaba enamorado de una chica que se llamaba Raquel, de pelo rizado castaño claro con unos hermosos ojos marrones y
unas auténticas gafas con dibujitos de flores.
De la casa de Hufflepuff, era la mejor amiga
de Luna Lovegood, y de Ginny Weasley.
Muy auténtica e inigualable pero aun así algunos la tachaban de rara. Compartía con
Luna el amor hacia las criaturas mágicas.
—¡Mira Luna! ¡Nargles!—exclamó con entusiasmo Raquel.
—Asombroso Ra—comentó sorprendida la pequeña rubia.

A pesar de estar en su cuarto año, eran muy maduras para su edad. Las chicas estaban caminando hacia el Gran Comedor, cuando
algo viscoso les cayó en su cabello.
—¡Que asco!—gritaron al unísono Raquel y Luna.
Todos a su alrededor empezaron a reírse,
cosa que no le gusto mucho a Raquel.
—Disculpa bonita, eres una buena elección
para nuestras bromas—musitó George.
—Par de tontos yo no les he hecho nada—vociferó enojada—mejor me largo. Luna,
vámonos—se acomodó sus gafas.
¿Tonto? Tonto enamorado, pensó Fred.

Fred Weasley quería acercarse a la chica
como sea pero no sabía que al hacer las
bromas, empeoraba las cosas.

Al pasar de los días Raquel empezó
a ser el blanco de las bromas de los
gemelos Weasley.
—¡Ya estoy harta!—grito Raquel—cada
maldito día me salen con una broma nueva.

La pequeña Hufflepuff a pesar de ser bondadosa y tener paciencia, ya se había cansado.
—Son solo bromas Ra—inquirió Ginny.
—Lo dices porque son tus hermanos
Ginevra—recalcó la palabra hermanos.
—Cálmate ¿ya?—se cruzó de brazos—voy
a hablar con mis hermanos.

Y así fue, Ginny se dirigió a la sala
común de Gryffindor. Mientras tanto
Raquel se encontraba en el patio del
castillo de Hogwarts.

—¡Fred y George Weasley! Vengan ahora
mismo—gritó enojada la menor de los
Weasley.
—¡Hola hermanita!—dijeron al unísono.
—Voy al punto, ¿por que le hacen muchas
bromas a mi mejor amiga Raquel?

Al escuchar la palabra mejor amiga, Fred
abrió los ojos como platos.
—¿T-ú me-jor amiga?—susurró Fred.
—Pues si tonto, ahora díganme.
—No le digas a mamá, pero ya nos
queremos ir de Hogwarts y abrir nuestra
propia tienda de artículos de bromas.

Los gemelos Weasley ya estaban cansados
del liderazgo de Dolores Umbridge.
—¿Y eso que tiene que ver con molestar a
Raquel?
—Pues no se, yo hago lo que me dice Gred.
—Cállate Feorge—miró nervioso a Ginny.
—¿Te gusta Raquel?—Ginevra esperaba
una respuesta de su hermano.

A Fred Weasley le encantaba cuando Raquel
ponía cara de enojada y hacía pucheros.
Estaba enamorado, realmente enamorado.
—Sí...—fue su única respuesta y se sentó
en los muebles de la sala común.
—¡Yo quiero ser la madrina!—vociferó Ginny.
—¿Madrina de qué?
—De su futura boda, pues.
—Mira tu cara Gred—comentó George.
—Hasta ahora no vas nada bien, así que
me toca ayudarte—se cruzó de brazos—te
voy aconsejar:
1. Nada de bromas.
2. Ser su amigo y después pedirle una cita.
3. Se como tú eres y haz que ella se sienta
en confianza.

〽️

Había pasado un mes y Fred se llevaba de maravilla con Raquel. Se dio cuenta que compartían algunos gustos y la Hufflepuff
cayó en los encantos del pelirrojo bromista.

Aquel día Raquel se encontraba en el Gran
Comedor, fue a la mesa de Gryffindor y
se sentó al lado de Fred.
—Hola Gred—saludó Ra y le dio un sonoro
beso en la mejilla—hola chicos.
—¡Cero muestras de afecto en público!—
gritó Dolores Umbridge.
—Cara de sapo rosa—susurró Ron.

***

Raquel Boot se encontraba a las afueras
de Sortilegios Weasley. A pesar que los
gemelos ya se habían ido de Hogwarts,
ella se escribía con Fred.
Se había puesto un vestido verde,
con sandalias negras, se había quitado
sus gafas. Su cabello estaba suelto con
una linda trenza al costado.
—¡Raquel!—la llamo Luna—Nargles, que
bella estás.
—Gracias Luna—sonrió Ra.

Weasley & Weasley era asombroso, la
chica miraba con admiración todo.
—¡Raaaa!—grito Ginny Weasley y se lanzó
a abrazarla—¿te gusta la tienda?
—Es increíble—susurró—¿qué tienes en
la mano?
—Es un micropuff, se llama Arnold.
—¡Que lindo!—aseguró Raquel.

Alguien tocó el hombro de la chica.
—Te ves hermosa—murmuró en su oído
Fred.
—Como tú pelirrojo—sonrió viendo al chico.
—¿Lista para nuestra cita?—interrogó Fred Weasley.
—Claro que si—respondió Raquel.

Aquel día los enamorados disfrutaron
como nunca. Cada uno amaba la compañía
del otro.
—Eres lo mejor que me ha pasado en esta vida, Ra—declaró Fred.

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