Carta #4

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Hola.

Después de no sé exactamente cuánto tiempo (¿un año? ¿dos?), vuelvo a escribirte.

Sigo pensando aún en todo lo que pasó durante años y, ¿sabes por qué? Porque insistes en seguir en mi vida, de una manera increíblemente hipócrita y sin sentido.

Ojalá entender por qué haces lo que haces, después de que no me felicitaras ni por mi decimoséptimo cumpleaños, ni por Navidad, ¿a qué viene que de pronto aparezcas, de la nada, a felicitarme por mi mayoría de edad? Sin embargo, tuve educación y no te mandé a la mierda, como me hubiera gustado. "Gracias", respondí. Aunque, tal vez, no debí ya que, al parecer, te di alas para que me felicitaras por Navidad.

Es gracioso, ni siquiera sabes qué es realmente la Navidad, te explico:

"La Navidad es una festividad religiosa en la que los cristianos conmemoran el nacimiento de Jesucristo. Se celebra el 25 de diciembre de cada año. De hecho, la palabra Navidad, como tal, procede del latín nativĭtas, nativātis que significa 'nacimiento'.

Este término, sin embargo, se utiliza no solo para referirse al día en que se celebra el nacimiento de Jesús (la Nochebuena), sino que también se extiende para designar el periodo posterior, hasta el Día de Reyes.

Actualmente, la Navidad se celebra en muchos lugares y de formas muy distintas. En general, una de las características actuales de la Navidad es el aumento del consumo, en especial de objetos utilizados como regalos y alimentos.

Desde el punto de vista cristiano, no obstante, se considera que este no es el significado auténtico de la Navidad. El significado de la Navidad, muy por el contrario, responde a la manifestación de ciertos valores humanos que durante el año se mantienen más o menos en el olvido.

Valores como la solidaridad, la unión, el amor, la paz y la esperanza son más propios de la época de Navidad, y se encuentran representados en las creencias religiosas del cristianismo".

¿Entiendes ahora por qué no quiero tu presencia en esta época, ni por mensaje siquiera? No me das nada de lo que pone ahí, nunca lo has dado. Tú no tienes ese tipo de valores, tú no valoras nada que no sea tu persona. 

Sin embargo, me gustaría pedir un deseo de Navidad para ti, de mí. No pediría que te ocurriera algo parecido a lo que hiciste, ni de lejos, siquiera pediría que te pasara algo que duela igual o más; pediría que ojalá algún día, cuando seas muy mayor, te veas solo y arrepentido. Lo primero, porque una persona como tú es imposible que consiga mantener a alguien a su lado por su forma de ser; lo segundo, por todo lo que has causado.

Gracias por nada, papá.

Cartas a papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora