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Miré a mi alrededor, estaba en medio de una carretera desolada...mi vista se posó en mis pies descalzos, sentía la superficie plana y fría bajo mis pies.

El sonido de un auto venir, me hizo levantar la cabeza y mirar el auto que venía hacia mi con mucha velocidad.

—Es tu culpa... — aquella voz parecía provenir del cielo, ya que se pudo escuchar por toda la carretera.

—No es verdad — el auto se acercaba más a mí...su velocidad no disminuía en absoluto.

—¿Quien iba conmigo esa noche? — volvió la misma voz...mis ojos no se despegaban del auto que venía hacia mi.

—¡Eso no significa que haya sido mi culpa! — grité en dirección al auto.

—¡Huiste como una maldita cobarde! — negué, mis lágrimas rodaron por mis mejillas.

—¡No quería morir! ¡No quería que murieras! — grité.

—¡Me abandonaste! — el auto estaba más cerca. —Eso te hace culpable...

Desperté de golpe, mi respiración estaba agitada y mi rostro estaba sudoroso...otra vez.

—¿Estás bien? — miré a la peliroja que estaba con cara de asustada a mi lado.

—¿Qué haces aquí? — pregunté.

—En la mañana nos vieron juntas, así que pensaron que éramos algo cercanas... así que me llamaron para quedarme contigo, sufriste un desmayó — sonrió tímida.

—Oh...gracias, te puedes ir si quieres — me senté en la camilla que estaba.

—Oh, no me molesta estar aquí, cuidándote.

La miré y sonreí un poco.

—Oye... — me llamo, levanté mi cabeza y la miré. —¿Sucedió algo contigo? Digo...cuando estabas desmayada murmurabas algo sobre que... tú no tenías la culpa, realmente me asusté un poco — ella jugaba con sus manos nerviosa.

—Por favor, no le digas de lo que escuchaste a nadie, ¿Sí? — pose una mano arriba de la suya.

—Oh...no te preocupes, no es como si tuviera a alguien para contárselo — rió nerviosa.

—Chae, ¿Tienes amigos? — pregunté curiosa. Ella bajo la mirada a sus manos.

—¿Sabés? Los de mi salón y la mayoría de la escuela no me llaman por mi nombre o apellido... — habló.

—¿Entonces? — pregunté.

—Me llaman gemidora...dicen que cuando hablan conmigo, es como si estuviera teniendo un orgasmo a mitad de plática, no es muy gracioso a simple vista...es por eso que decidí no tener amigos, todos me dicen eso.

—Chae, ¿Almorzamos juntas? — ella levantó la cabeza y sus ojos brillaron.

—¿En serio? — asentí. —¡De acuerdo! — ella llego hasta mí y me dió un abrazo.


—Oye, ¿Sabés...quien me trajo aquí? — ella asíntio.

—Sí, fue nada más y nada menos que JungKook...creo que las chicas ya te han empezado a odiar — susurro.

—¿Porqué? — pregunté, me puse de pie y acomode mi falda.

—Pues... JungKook es muuuuy guapo, por lo cual es popular, así que las chicas quieren andar con él, tan siquiera que las carguen como lo hizo contigo...el año pasado, Hyuna del salón B, se hizo la desmayada cayendo enfrente de él, él lo único que hizo fue mirarla e irse, ni siquiera le dijo a alguien que se había desmayado — informo.

—Oh...¿Quien es JungKook?

—Al parecer, se sienta a tu lado — empecé a hacer memoria...

—¿Él? — fruncí el ceño...¿Había sido el chico que ví ayer que me estaba mudando?

—Sí, es guapo, ¿Cierto? — me codeó.

—Solo es un alumno común y corriente, como todos los demás...no puedo creer que mueran por él.

—Tal vez...pero, deberías al menos agradecerle, ¿No? — la miré y ella dejó de hacerlo. —Solo era una opción.

—Lo haré, solo por agradecimiento — comenté sin más.



JungKook

—¿En serio? — pregunto TaeHyung, que estaba recargado en el capo del auto.

—Sí, esa chica tiene un aroma muy fuerte de sangre — recordé aquel aroma, que se había impregnado en mi sistema respiratorio.

—JungKook...¿Sabés porqué? — lo miré.


—No, no lo sé.


—No. Sí lo sabes, que te quieras hacer de la vista gorda es otra cosa — exclamó. —Ella es tu nueva pareja para toda la eternidad... JungKook, no puedes negar algo que por naturaleza te pertenece — lo miré.

—Ella no es mi pareja, deja de decir idioteces antes de que te parta la cara — lo señalé, estaba enojado.

—Anda, hazlo...pero eso no va a cambiar el echo de que ella sea tu pareja eterna — negué con la cabeza mientras soltaba una risa burlona. —Si no es así, entonces...¿Porqué la llevaste cargando a la enfermería? — preguntó.


—Porque más va a ser, TaeHyung...se había desmayado — dije con obviedad.


—Exacto, pero había otros chicos que se apuntaron a llevarla, pero ¡Oh! JungKook les dió una mirada de muerte y salieron huyendo a sus asientos, así dejando el camino libre para que tú la llevarás y recibieras los créditos.


—Yo no puedo tener una pareja eterna, ¿Entiendes? — me había sacado de mis cabales.


—Sí puedes, pero tú no quieres...¿Porqué JungKook? ¿Temes que le suceda lo mismo que a Lalice? — al escuchar su nombre, levanté la cabeza, lo tome del cuello y lo estampe en una pared cercana, y que nadie nos viera.


—No vuelvas a decir su nombre — mi mandíbula se apretó con enojo.


—Lalice es idéntica a ella, ¡Es como si fuera ella pero de otra época! JungKook te diste cuenta cuando la viste por primera vez, que no te hayas querido convencer es otra cosa...ella te necesita — negué y lo solté.


—No es verdad — le di la espalda.


—Esa cosa la ha encontrado y si no haces nada para protegerla, terminará igual que Lalice...muerta.







—LaOmmaChida💜✨

Forever and always. [🥀 LizKook 🥀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora