Había estado solo siempre.
En ese instante, incluso su apellido le pareció irónico.
Había matado a su padre, su madre había muerto. Él había muerto.
Pero, por primera vez, ya no se sentía arrepentido de sus actos.
Tenía conciencia. Aún en la nada, en esa especie de vacío que para nada parecía exactamente el vacío, pensaba en esas cosas; podía pensar, aún habiendo muerto.
Rey estaba del otro lado. Viva.
Y era eso lo que para él, tenía sentido y significado.
Lo que pasaba con ella ya no podía verlo, pero sabía que estaba bien. Y podía sentirse en paz por primera vez.
Su linaje había desaparecido, era un hecho. No quedaba nada de los Skywalker.
Pero ella seguía con vida.
Una Palpatine.
Este pensamiento, le hacía sentir a Ben Solo una especie de inquietud. No por ella, porque conocía sus convicciones, sabía que había luchado fuertemente contra el Lado Obscuro. Sabía que solo él la había hecho flaquear y plantearse la posibilidad de rendirse a éste.
En su mente se repetía, una y otra vez, la única palabra que Rey había dicho, antes de su partida. El sabor dulce y fresco de sus labios en los suyos; la inmensa felicidad que sintió con ese último gesto y esa única palabra, su nombre, dicho por ella, en su último instante.
Y todo acabó después.
Permaneció mirando al frente, a los lados, sentado de manera relajada en el suelo, que se sentía frío bajo las palmas de sus manos; un desierto frío, desolado y vacío.
¿Había allí algún sitio hacia dónde ir?
Su pregunta pareció encender algo y perturbar la Fuerza, removerla de tal manera que aunque de inicio, no pareció inmutarse, la reacción que su pregunta interna provocó en el entorno, le obligó a incorporarse, alerta, expectante, y esperó.
A lo lejos, frente a sus ojos, apenas a unos cuantos metros, emergió de la tierra una figura femenina. Por su silueta y la estructura de su cuerpo y facciones, Ben distinguió con claridad su raza. Era una togruta.
En su mano sostenía un báculo y de él pendían un montón de pequeñas esculturas y símbolos de metal. Sus ojos azules destellaron con tan solo verlo. La mujer pareció reconocerlo, y sonrío de lado, acercándose.Ben Solo adquirió una posición de guardia. Sin su sable, sin nada con qué defenderse, optó por esperar. Podía esperar cualquier cosa.
La mujer quedó apenas a unos dos metros de él y abrió sus labios para decir algo. Cuando habló, pareció que la tierra se había cimbrado y luego calmado totalmente. Incluso él mismo se sintió absolutamente calmado.
- El último Skywalker - La mujer asintió - Luces como tu abuelo, aunque menos testarudo - los ojos azules de la mujer togruta sonrieron. En realidad no parecía mucho más adulta que él. Su piel morena y su figura esbelta, le daban un porte digno de un Jedi - ¿Cómo has llegado aquí? - Su mirada derrochó curiosidad.
Ben Solo no supo cómo responder. Estuvo a punto de responder "No lo sé", pero le pareció que para el hijo de Leia Organa, era una respuesta demasiado tonta. Permaneció en silencio, en tanto la mujer lo analizaba mientras daba vueltas a su alrededor, observándolo. Su ropa obscura no decía nada sobre él. Al fin, Ben habló.
- ¿Conoces a Anakin Skywalker?
- ¿Quien en la Galaxia no lo hace? - la mujer parecía impaciente - Eres el hijo de Leia Organa. Si Aldeeran aún existiera, tú serías el príncipe. Tu madre es un ente en la Fuerza muy poderoso aún - dijo, sin revelarle al joven Solo que conocía toda su jornada. Éste reaccionó atónito. Nunca antes nadie le había hablado así. La seguridad con que la mujer hablaba, le impresionaba. Algo sabía de ella, Luke Skywalker se lo había dicho. No lograba encontrar en su mente la conexión que necesitaba sobre ella, pero sentía que la conocía - Soy Ahsoka Tano.Ben se quedó mudo. Por eso aquella alteración.
Ahsoka Tano era la aprendiz de su abuelo. Su padawan. Y una Jedi. A lo que Rey había aspirado.
Estaba tan sorprendido que no logró articular palabra. ¿Qué hacia allí?
- ¿Por qué has venido? - Fue lo único que logró decir.
- Vine a recibirte. Es... Una promesa que debo cumplir - Intrigado, Ben se repasó el cabello con la mano. ¿Estaba muerto, no? ¿Para qué aquello entonces? - Tu abuelo pasó por el mismo camino que tú. Él no logró vencer su lado obscuro a tiempo y... Conoces su final. Pero tú has podido redimir y enmendar tus acciones. Creo en mi interior que no debes una sola cuenta a nadie. No has hecho nada malo.Definitivamente, aquello le descolocó todavía mucho más.
¿Que no había hecho nada malo? ¿Cómo llamarle a la muerte de su padre entonces, causada por sus propias manos? ¿Cómo llamarle a la muerte de su madre, sola y vieja en Endor, sin estar a su alrededor con las personas que amaba? ¿Cómo podía llamarle a la muerte de su tío, que protegiendo a la Resistencia de él, murió entreteniéndole para que no acabara con el último vestigio de esperanza en la Galaxia?
Estos pensamientos comenzaban a obscurecer su corazón y a llenarlo de duda y de miedo, de dolor y una gran desconsolación.
- Desde antes de nacer, el poder de Palpatine te manipuló, te doblegó y buscó romperte a voluntad. Cuando estaba a punto de hacerlo, su hijo concibió a Rey. Sus padres, como siempre supiste, la salvaron de ser destruida de la misma manera en que tú lo fuiste para crear a Kylo Ren. La díada permaneció viva gracias a su nacimiento y en balance puesto que tu conflicto provenía de la luz que había en ella. Sin importar cuánto de malo hayas hecho, no fue tu culpa y debes saberlo. Tú no eras el verdugo solamente, también fuiste la víctima. Fuiste las manos de alguien más, con más poder que tú para romperte un poco más cada día de tu vida. La existencia de Rey te ha salvado, como tu existencia salvó la de ella.
Tú no estás muerto, Ben Solo. Sólo estás aquí.
El rostro del joven de Chandrilla, el hijo del cazarrecompensas Han Solo, y la Princesa de Aldeeran, Leia Organa, observó a la mujer con fijeza, asombrado, impaciente y ansioso. ¿Es que aún existía esperanza?
No se permitió sentirla de inmediato, pero tampoco se permitió perderla una vez que le habían abierto la puerta a la posibilidad.
Podría ver a Rey. Podría decirle todo lo que no había dicho.
O no.
No lo sabía.
ESTÁS LEYENDO
The World between Worlds
FanfictionResurrection themed. Ben Solo, gracias al acto de amor incondicional que realizó al dar su vida para salvar a la joven aprendiz Rey Palpatine, ingresó al Mundo entre Mundos, el sitio en que, aparentemente sin retorno, aprenderá de una sabia aprendiz...