Harry se levantó de mal humor, es el único sentimiento que ahora tenía en su corazón. Odio.
Hace una semana que había perdido su vida. El que creía que era el amor de su vida lo había encerrado en un manicomio para deshacerse de él y ahora pasaría el resto de sus días encerrado y medicado.Los primeros dos días sufrió ataques en los que golpeó a enfermeros y se estrelló a sí mismo contra la pared logrando hacerse una ruptura en la frente, no había querido salir de su habitación asignada ni siquiera para ir al comedor a alimentarse, había llorado noches enteras solo ansiando morir....
Por supuesto que Harry estaba consiente de que estaba enfermo, el mismo sabía que esos cambios de humor, sus repentinas ganas de querer matar a quien lo rete, sus ataques de ansiedad y su nerviosismo no eran normales, pero definitivamente no quería vivir encerrado. Era obvio que Louis lo encerró en ese lugar para no lidiar con un maldito loco.
Esa mañana decidió ir al comedor por primera vez, no había comido bien debido a que su situación no era especial así que no podían llevarle más los alimentos a su habitación, ya tenía que ir por su cuenta.
Se vistió con su estupida ropa blanca que le habían brindado cuando recién llegó, ese era otro castigo, no le habían obligado a cortarse su cabellera pero ahora tenía que decirle adiós a sus pantalones skinny, a sus sacos, camisas de bandas, sus botines y sus preciosos anillos.... a excepción de su anillo de bodas, ese se lo habían dejado.Bajó hasta llegar al dichoso comedor, en realidad el lugar parecía un asilo de ancianos, las paredes eran de un apagado color gris, había pequeñas mesas cuadradas y no demasiadas ya que no habían muchos internos en la clínica, Harry soltó una media sonrisa al ver un enorme ventanal en la pared principal de la habitación, sin dudarlo se acercó a esta, necesitaba ver luz.
La ventana solo daba a la pequeña carretera, no había mucho para ver pero comenzó a tener un ataque de ansiedad ya que por un momento se imaginó conduciendo por esa enorme carretera y no estando allí encerrado."¿Que le ves, solo hay estupidos coches pasando rápido" dijo una voz medió chillona a su lado. Harry no notó cuándo pero al voltear a su lado había un chico delgado de ojos azules y cabello rubio viendo la ventana con el ceño fruncido, Harry intento ignorarlo pero este siguió hablando "¿Tú eres nuevo?"
"Supongo que si"
"¿Como te llamas?" El chico volteo a verlo sonriente.
"Harry"
"Wow... yo tuve un perro que se llamaba igual" Le tendió la mano "Yo soy Niall."
Harry le dió un rápido apretón de manos, aquel chico era bastante extraño "Mucho gusto, supongo." Harry lo dejó y caminó hacia donde les entregaban sus bandejas con alimentos, Niall lo siguió a paso veloz cual cachorrito.
Harry tomó su charola y agradeció por ella seguido por Niall que hizo lo mismo, caminó hacia una mesa y se sentó, no pasaron ni dos segundos cuando Niall se sentó frente a él en la misma mesa.
"¿Que haces aquí?" Preguntó el ojiverde.
"Si te refieres a aquí en la clínica pues en realidad no lo sé, los doctores dicen que tengo hiperactividad pero yo digo que son puras mentiras." Le dio un mordisco a su sándwich.
"Me refería a aquí en la misma mesa que yo."
"¡Oh!... me senté aquí para que no estés solo" le dio un sorbo a su jugo "Ser nuevo y sentarte solo debe ser horrible"
Harry quiso replicar pero decidió ignorarlo y comer.
"¿Y a ti por que te tienen aquí?" Preguntó el rubio.
"Bipolaridad"
"Oh... tranquilo, te adaptaras, no es tan malo estar aquí."
"Dudo que estar aquí tenga algo de bueno."
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The hell in you
FanfictionHarry y Louis son un feliz matrimonio con un hijo de 3 años. Pero ocurre un cambio extraño en Harry que hace que ponga en riesgo su matrimonio y el bienestar de su esposo y su hijo. Louis tratará de ayudarlo. Con amor todo es posible. Pero en esta o...