Estación Zombie

II

¿La abuela tendrá poderes mágicos, oh polvo de hadas?, porqué si es así, necesito que me regale un poco.

En estos momentos nos encontrábamos en el coche negro de Papá ya que vamos de camino a la estación, se me hizo extraño ya que en la mañana que me dirigí a la cocina para almorzar me encontré con See An, dándome la noticia de que iría a Busan junto con Papá, por instinto mi mirada se dirigió con la abuela, me guiñó un ojo para dejar mi plato correspondiente del desayuno, se lo agradecí mental e infinitamente, cuándo Papá nos acompaño en el desayuno me preguntó por mi uniforme y a decir verdad, me gusta mucho hacerlo fastidiar y enojar.

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–Seok An, veo que llevas tu uniforme deportivo para jugar Béisbol, deberías llevar tu uniforme de la falda para verte mas formal– comentó Papa llevando un bocado de su comida a su boca, miré a See An por instituto y le regalé una sonrisa juguetona, ella entendió a lo que me refería y comenzamos a reír las dos– ¿De que tanto ríen?–

–Nada... Sabes Papá, ahora que me acorde sobre el uniforme de la falda, creó que tienes razón...– Papá me miró rápidamente– Creó que necesitaré llevarlo para estar mas presentable– tomé mi barbilla para mirar hacía el techo del departamento– Lástima, esperó y los chicos no empiecen con sus cosas– tomé los palillos para llevar una gran bocanada de Ramen a mi boca

–Papá me inspeccionaba de arriba hacía abajo– Seok An, ah que te refieres con eso de que "no empiecen con sus cosas", ¿Ah que cosas te refieres?– estaba aguantando la risa apretando los labios, mi abuela me siguió el juego

–Vamos Seok Woo no te alteres hijo, ya sabes como son los adolescentes varones cuando se les alteran las hormonas, son cosas normales– puse mi mano en la boca al igual que See An para aguantar la risa al ver la expresión Papá

–¿Dijiste Varones?– cuestionó Papa
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Y gracias ah esa pequeña broma, no podre usar faldas dentro de Treinta años, que injusticia, ¿Por qué See An si pude usarla en estos momento y yo no hasta que pase la edad de la adolescencia?, intentaré rogarle cuándo estemos en el vagón del Tren, espero y no lleguemos a mayores.

–See An, te vi cantar en la presentación– comentó Papá al llevar unos minutos en silencio

–¿Cómo me viste si no estuviste?– See An lo miró un poco sorprendida por sus palabras

–Puede que no me vean, pero su Papa siempre estará con ustedes– nos miró a ambas, yo le regalé una sonrisa desde la parte de atrás del coche ya que See An estaba de copiloto– No terminaste la canción..– prosiguió para dirigir su vista a la mas pequeña

–No...– comenzó a jugar con la ventana

–¿Y porqué?, debiste de haber terminado– Papá me miró por el retrovisor– Siempre tienes que terminar lo que comienzas– de pronto, paro el coche con el freno de forma abrupta

Me había asustado demasiado, por poco y provocamos un accidente, pude visualizar varías patrullas con ambulancias seguirlas al frente de nosotros, la luz estaba en rojo, See An había sacado la mano a través de la ventana del auto, imité su acto para ver como cenizas se posaban en la palma de mi mano, por instinto gire mi rostro para ver el otro lado de la ventana, miraba atenta al gran edificio de colores obscuros con algunas tonalidades rojas y naranjas, mientras de el un humo negro lo decoraba por encima.