"Esto está siendo cansado Doyoung, siempre peleamos frente a todos por cualquier estupidez"-dijo Jaehyun intentando calmarlo.
"Es que no puedo evitarlo, aveces te quiero lejos pero después te quiero siempre conmigo"- dijo el castaño.
"Estás completamente loco"- dije dandole la espalda.
"Tu me haces sentir así, tu eres el que me ha vuelto un psicópata"- sentí sus manos deslizándose por mi pecho, abrazandome por detrás.
Nuestra relación, al principio, era de ensueño; nunca peleábamos, dormíamos juntos abrazados, salíamos sin ningún problema. Ahora sólo era pelear casi todo el tiempo.
Debemos terminar, esto no está yendo bien, me está cansando- pensé esa noche que Doyoung estaba abrazado a mi, mientras el dormía.
La mañana siguiente desperté con dolor de cabeza gracias a los ruidos que había en la cocina, me levanté de la cama y fui a ver que hacía Doyoung. Entre la comedor y había dos platos con el desayuno en la mesa, Doyoung me sonrió y me dijo que me sentará.
"Estaba a punto de ir a despertarte para desayunar"- cada vez que peleábamos el me hacía el desayuno al otro día.
"Ok"- dije sin interés y el borro su sonrisa, aún así se sentó frente a mi y empezó a comer.
"¿Porqué no has tocado tu desayuno?"
"Creo"- hice una pausa y estaba repasando lo que quería decir.
"¿Qué pasa amor?"
"Debemos terminar Doyoung"- dije, sentí que ya no era una carga, sin embargo dejaríamos todo esto atrás y sentía el vacío y el dolor.
Doyoung solo se levantó de su lugar sin ninguna expresión y se fue directo al cuarto o eso supuse. Me quedé sentado en el comedor, pensando en que es lo que había hecho, me sentía mal. Después de unas horas decidí ir al cuarto, vi el cuerpo de Doyoung en medio de la cama, estaba viendo a un punto fijo sin ninguna expresión y con los ojos rojos.
Quise abrazarlo pero en vez de eso me puse a empacar mi ropa, noté que me volteó a ver.
"¿A dónde vas Jae?"- dijo con un tono bajo y roto.
Mis ojos se empezaron a aguar y solté las lágrimas.
"Sólo voy con un amigo, terminamos así que, no tengo por qué estar aquí young"- dije con el nudo en la garganta.
"Bien, que te vaya bien Jae"- dijo volviendo a acostarse y llorando.
Me acerqué a él y dejé un beso en su frente.
"Adiós, cariño"- decidí ir con Johnny, antes de irme del departamento le conté la situación y el accedió a darme hospedaje por el tiempo que quisiera, le dije que le pagaría así que no habría problema alguno.
Llegué y toqué la puerta, segundos después apareció John y él solamente me abrazó y me dijo que todo estaría bien, yo solo lloraba, me arrepentía de lo que hice.
"Ya hermano, verás que todo estará bien"- dijo, yo solamente asentí y miré a Taeil con los brazos abiertos, solo caminé hacía el e igual lo abracé.
"Todo se solucionará Jae, no hay de que preocuparse"- abracé más a Taeil.
Después de unos 20 minutos dejé de llorar y la pareja me invitó a que descansará en un cuarto adicional que tenían en su casa.
Me acosté y pensé en cómo estaría mi pequeño, yo no lo quería lastimar, pero esto lo hice por nuestro bienestar.
Estaba teniendo pesadillas, era Doyoung con lágrimas que parecían cascadas cayendo de sus hermosos ojos, después pasaba a otro escenario dónde el me decía que si no volvía iba a hacer una locura.
"¿Vas a tirar 5 años a la basura por no soportarme?"- lloraba.
"No quiero dejarte"
"Por eso quédate, es más divertido, si no hubiera peleas esto no funciona Jae"- me abrazó, llorar era lo único que me quedaba.
Desperté agitado, tenía la respiración rápida y luego sólo me acosté intentando volver a dormir, pero solo me llegaba la imagen de Doyoung llorando.
No dormí después.
Estuve así cómo por 4 meses, no aguantaba estar sin siquiera un reclamo de Doyoung, las veces que salíamos, cuando hacíamos el amor, cuando me decía te amo. Volveré a buscarlo. Ya no importa que pase, solo quiero estar con él, eso es lo que me hace feliz.
Salí de la casa de Johnny y Taeil, llegué a la avenida principal y tomé un taxi, le di la dirección y en 20 minutos estaba frente a la casa que habíamos comprado Doyoung y yo; todos nuestros recuerdos me llegaron en cámara lenta, yo no podía estar un minuto más sin el.
Toqué desesperadamente la puerta cuándo iba para el quinto golpe, abrió la puerta, lo vi demacrado y más delgado de lo normal, subió la cabeza y sonrió y me saltó encima, yo sólo entré a la casa con el entre brazos y reí un poco.
"Pensé que no te volvería a ver"- escuche su rota voz.
"No puedo estar sin ti young"- dije y escondí mi cabeza en su cuello oliendo su característico aroma a bebé.
"No te vuelvas a ir, por favor"-me abrazó más fuerte.
"Claro que no, psicópata"
El me dio un leve golpe en el pecho y me besó.
"Te amo"- dijimos al unísono.
Nos sonreímos una vez más, el resto es historia.
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