Capitulo 2

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Un ruido me había hecho caer de la cama, me senté y vi a River a un costado de mí cama con una olla y una cuchara golpeando

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Un ruido me había hecho caer de la cama, me senté y vi a River a un costado de mí cama con una olla y una cuchara golpeando.

—¡Ya estoy despierta, River! —Le grite, a los segundos alguien entro a mí habitación, me corrí un poco para ver y era Denver.

—¡¿Que carajos haces?! —Le grito a su hermano.

—Mamá, me mandó a despertarla.

—¡Pero no así, estupido! —Se lo veía enfadado —Son las seis de la mañana y hay personas durmiendo aún.

—¡¿Qué?! ¡Seis de la mañana!

—Es que dentro de una hora mamá, se va y quiere hablar contigo antes de irse —Me miro a mí —Dijo que cuando estés lista que bajes, te estará esperando en el living —Cruzo por al lado de su hermano, antes de salir me miró de nuevo —Solo no tardes.

—Esta bien —Cruzo la puerta —¡La próxima, se más sutil!

—¡Lo tendré en cuenta! —Se escuchó un poco lejos, seguro que ya estaba cruzando la mitad del pasillo.

Yo aún seguía tirada al costado de la cama, Denver seguía parado adentro de mí habitación.

—¿Te golpeaste? —Pregunto.

—No, caí arriba de la frazada —Me pare y me senté en la cama está vez —¿De en serio son las seis?

—Si, a mí mamá le gusta levantarse temprano cuando se tiene que ir.

—Ah —No sabia como decirle o preguntarle, pero se ve que supo que quería asi que hablo:

—La primera puerta a tu derecha —Salio de la habitación cerrando la puerta, busque en mí maleta ropa para ponerme ahora. Agarre una toalla también.

Al terminar de bañarme, me deje el pelo suelto para que se seque por si solo, comencé a bajar las escaleras y River, también.

—Hola, amor —Paso su brazo por mí hombro —¿Me extrañaste?

—Ni siquiera te conozco —Agarre su brazo y lo quite de mí hombro.

—¡Auch! —Se llevo la mano a su pecho —Escuchaste ese ruido, fue mí corazón romperse.

—Ya dejala, River —Max comenzó a bajar las escaleras, mientras que nosotros nos habíamos quedado parado en la mitad de los escalones. Cruzo por al lado de nosotros y agarró a su hermano por el brazo llevándoselo con él.

—¡Volveré por ti, mí princesa! —Terminaron de bajar los escalones, ahora yo seguí bajando.

Al entrar al living, vi a Denver, Max y River sentados en un sillón grande, mientras que la señora Alice estaba en uno individual.

—Buenos días, Irina.

—Buenos días señ... —Me quedo mirando con reproche —Alice, buenos días Alice.

Blackwood | Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora