Al final del capítulo hay una nota, leerla por favor.
Al terminar de cambiarme, agarré mí cartera puse mí celular, plata y algunas que otras cosas.
(En multimedia la ropa de Irina)
Salí de la habitación cerrando la puerta tras mío, comencé a caminar y justo pase por la habitación de Max, estaba abriendo la puerta. Salió y cerro la puerta, estaba mirando su teléfono cuando se dio vuelta y no me vio, se pegó un susto que maldició.
—¡La puta madre! —Largo, cuando se dio cuenta que era yo, se tapo la boca —Lo siento, me pegaste un susto, no me había dado cuenta que estabas tú.
—No pasa nada, ¿Listo? —Asintió.
Comenzamos a bajar las escaleras y justo subía Denver y River.
Estos chicos parece que saben en qué momento bajo las escaleras con uno de ellos, que siempre alguien sube las escaleras justo. El día que yo bajé y nadie suba, será un milagro o será el día que esté sola despierta o que los chicos no estén.
—Max, hablemos —Dijo Denver cruzando por un lado de él, no fue una pregunta si no una afirmación, no dejó ni que se niegue que él siguió caminando.
Max sin decir nada, se giró y lo siguió, River se quedó al lado mío.
—¿Puedo ir con ustedes? —Me pidió River, negué.
—Tengo que traer cosas y van en la parte de los asientos traseros, por eso invite a uno solo —Hizo puchero —Lo siento.
—Esta bien, tampoco tenia ganas de ir —Siguió subiendo las escaleras, no le di importancia y comencé a bajar las escaleras, ya todos sabemos de es mentira que no quería ir, desde ayer que estoy aquí he notado que él es el más sociable luego de Denver.
Me costará mucho acostumbrarme a ellos, cuando termine de bajar las escaleras y llegue a la puerta, antes de abrirla una chica salió de alguna parte de la mansión y llego hacia mi, me extendió un sobre dude en agarrarlo.
—La señora Alice, me dijo que te lo diera —Vi el sobre y decía mí nombre —Me dijo que es una carta que te tuvo que dar ayer y que hoy cuando se fue se olvidó de dártelo.
—Ha, gracias —Agarre el sobre y la chica se fue, supongo que es alguna mucama, ya que anda con uniforme.
Puse el sobre en mí cartera y salí se la mansión y un auto estaba aparcado al frente. Comencé a bajar las escaleras y un hombre se bajo poniéndose firme en la puerta de copiloto, tenía traje negro y una postura de militar, ¿Quién será?.
—¿Señorita Prieto? —Asentí —Hoy seré su chófer.
—No hace falta, tengo mí auto —Dije.
—La señora Alice, me dio órdenes que quien salga de está casa tengo que llevarlo a donde quiera —Agrego —Así que seré su chófer el tiempo que quiera y cuando quiera.
ESTÁS LEYENDO
Blackwood | Libro 1
Science FictionNo caigas en los encantos de ninguno, pueden parecer angeles caído del cielo, pero todos eran el mismo Lucifer. #04 en misterio-suspenso #02 en misterio-suspenso