Narradora.
Yoko camino hasta el despacho de su padre y revisó cada plan, cada cometido, ya fuese bueno o malo.
Alguien tocó la puerta. -pasé- dijo Yoko, viendo documentos.
Dos chicos entraron, sonriendo, eran los matones que siempre mando a mi padre, para que el no tuviese que ensuciarse las manos.
-Carlos y Álex, ¿tienen alguna información para mí? - pregunto Yoko sin quitar la vista de los documentos y sentándose en la "silla de mandó", como la llamaba su Padre.
-Hee, pero si eso le corresponde a tu tutor, no a tí pequeña Yoo- dijo Carlos y con tono burlesco en las palabras finales.
Algo que molesto a Yoko fue el abreviado de su nombre y que Sebastián se autoproclamara su tutor.
Yoko tomó el teléfono del escritorio y llamó a una sirvienta para que trajera a Sebastián.
Espero solo un minuto cuando ya alguien tocó la puerta. -adelante- dijo Yoko furiosamente.
Sebastián entró acompañado con la sirvienta.
-necesita algo mi ama- dijo Sebastián bajando la cabeza en señal de respeto.
-como te atreves a menospreciar a tú ama, yo soy y siempre seré la Jefa en este lugar, me are cargo como mi padre y madre lo izieron, ¿lo entiendes? - dijo Yoko en tono alto y claro.
Los demás presentes se quedaron callados, pero Sebastián se quedó impresionado por el espíritu fuerte de Yoko.
-Yes, my lady- dijo Sebastián y al cabo de algunos minutos trajo papeleo y demás trabajos -empieze con ésto- sonrió.
*Ya sabía que este demonio me iba a hacer esto, ¡¡¡maldito hijo del infierno!!!*
Y así Yoko revisó, firmó, leyó y se encargó de todo hasta el cansancio.
.........
(Algo así se veía)
Continuará.....