El Alfa Ideal - Larry Stylinson -

Capítulo 26

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- Amor, dejame explicarte. - intentó tomar la mano de Louis, sintiendo un dolor terrible al ser rechazado - Omega, por favor no me rechaces, mi Alfa aúlla por su Omega.

Harry se sentía muy mal, nunca había imaginado que sería rechazado por su Omega, y menos que huiria de su toque, su Alfa se estaba volviendo loco, caminando de un lado al otro y aullando de dolor por ser el causante de ese sentimiento en su precioso Omega.

- Te llamé, Harry. Estaba preocupado por ti; pero me doy cuenta que estabas muy ocupado para atender mis llamadas. - Louis se sentía destrozado, su Alfa le ha fallado.

Harry, por su parte, estaba consternado por lo que su Omega decía, no había más Hazza o Alfa ahora sólo era Harry.

- Mi amor, dime Hazza, no Harry.

- Es tu nombre, no veo el problema. - el Omega lloraba, lentas lágrimas caían de sus ojos azules.

- Omega, dame una oportunidad de explicarte.

Louis quería escuchar la excusa del Alfa, pero también estaba muy dolido. Su pequeño ser estaba dividido en dos, las palabras de Adam aún resonaban en su cabecita y el olor que ahora traía Harry le indicaban que su ex novio tenía razón.

- Adam vino a verme ayer, luego de que te fueras y me contó lo que le habías pedido.

El ceño de Harry se frunció en confusión, como también sintió el enojo crecer al pensar qué mierda pudo haber salido de la boca de Adam.

- ¿Vino a verte? Supongo que te dijo que discutimos ¿verdad? - dio un suspiro cansado al recordar el encuentro con Adam.

- Entonces es verdad - Louis sollozó y sus pequeños puños empezaron a golpear el pecho de Harry - Me engañaste, yo te había dicho que nuestros celos los pasáramos juntos y tú dijiste que no, que esperaríamos, pero nunca creí que buscarías a alguien que te ayudara. Soy tu Omega, Harry. Yo debí ayudarte, no el Omega de quien traes el aroma, ¿o fue una Omega? ¿Quieres estar con una Omega ahora? Por favor, somos destinados.

Con cada palabra sus golpes disminuyen, ahora llorando contra el pecho del Alfa, quien al ver el estado en el que se encuentra lo abraza, no tiene idea de qué es lo que dice su Bebé, está más confundido que al principio. Por lo que se limita a abrazar al menor quien se separa de golpe dejándolo consternado.

- No me abraces, no lo hagas mientras aún tengas su aroma - hace un puchero al final.

- Cielo, déjame explicarte. No estuve con nadie ayudando en mi celo.

Louis levantó la vista hasta los verdes ojos de Harry, encontrando nada más que sinceridad.

- ¿No? - Susurró bajito. A lo que el Alfa negó

- ¿Qué fue lo que te dijo Adam exactamente, Omega?

- Me dijo que se habían encontrado, y tú le preguntaste si sabía de algunos omegas fáciles para ayudarte en tu celo. Luego vino a decirme y yo te llamé pero no me respondiste, pasé toda la noche esperando que lo hicieras y ahora vienes con olor a celo y a un Omega. Hace sentir mi corazoncito muy triste y dolido. - feromonas de tristeza inundaban el ambiente, hipidos y sollozos acompañados de un puchero estuvieron presentes en el relato.

- ¿Me dejarías explicarte lo que realmente pasó? - preguntó con cautela, recibiendo un asentimiento por parte del Omega.

Harry suspiró aliviado, no desaprovecharia la oportunidad que su Omega le estaba dando.

- Luego de dejarte en tu casa, me encontré con Adam, comenzó a hacer comentarios ofensivos hacia ti.

- Qué irrespetuoso - interrumpió louis.

- Muy irrespetuoso, estoy de acuerdo. Me enojé mucho por eso, lo tomé de la camisa con la intención de golpearlo, pero empecé a sentir mi cuerpo arder, mi vista se nublaba y me sentía cada vez más caliente. Fue entonces que me di cuenta que mi celo se adelantó, con el enojo de la Pizzeria y lo que estaba pasando con Adam, fueron el detonante para adelantarlo. Lo solté y supongo que fue cuando vino a decirte todas esas mentiras.

- Pero eso no explica el aroma a Omega - al parecer el puchero ya era parte del rostro del Omega.

- A eso voy, Omega. Luego de soltar a Adam, llamé a mi madre para saber si podía ir a su casa y pasar mi celo allí, para que ella estuviera al pendiente de mí. Tomé un taxi al recibir una respuesta positiva por parte de ella, al llegar a la casa me topé con mi ex novio con la intención de hablar conmigo, a lo cual me negué. Él me tomó del brazo y notó mi piel caliente, por lo que se ofreció a ayudarme en mi celo.

Louis chilló, nuevamente las lágrimas empezaron a salir de sus orbes, no sabía de dónde salían tantas.

- Hey, amor. No llores, dejame terminar de hablar.

- Pero, pasaste el celo con él. - habló hipando.

- No he dicho eso, Omega. Como decía, él se ofreció a ayudarme - un nuevo sollozo salió del mejor, que cubrió su boca con sus manitas - pero me negué, él insistió mucho, el calor se hacía cada vez más fuerte e insoportable. Por suerte mamá salió de la casa y vio en la situación que me encontraba, por lo que me liberó del agarre de mi ex novio, James y entramos a casa, me llevó a mi antiguo cuarto y me encerró en el. Ella me llevaba comida y agua, poniendo paños húmedos y fríos para contra restar el calor que sentía, ella fue quien estuvo conmigo, es el aroma de ella el que tengo. Me abrazaba mientras el calor de celo no estaba presente, para tranquilizarme, porque tenía tantas ganas de estar contigo, que fueras tú el que me acompañara y no mi mano. Hoy cuando desperté más tranquilo, vi tus llamadas y mensajes, no lo pensé dos veces y vine a verte; no tuve tiempo de tomar un baño, mi Alfa aúllaba por estar contigo.

Bien, ahora Louis se sentía muy tonto. Hizo un gran drama por nada, porque resulta que el aroma de Omega que tiene Harry, es el de su madre. Nuevamente comenzó a llorar, ahora arrepentido.

- Perdóname, Alfa. Dudé de ti, soy un mal Omega. - se lanzó a los brazos del mayor.

- No tengo nada que perdonar, Omega. No sabía nada y si la situación fuese al revés sé que también me sentiría mal.

- Todo es culpa de Adam - una voz a sus espaldas sonó, habían olvidado por completo que se encontraban en la puerta aún - Él fue quien inventó todo y usó algunas cosas a su favor.

- Mark, disculpa por lo que hice pasar a Louis - se disculpó rápidamente al ver al padre de su Omega detrás de ellos.

- Tonterías, hijo. No debes disculparte por nada, veo que ya está todo aclarado y es Adam el culpable de todo. Por lo pronto, entra y date una ducha, creo que tengo algo de ropa que puede funcionar para ti.