Reflejó

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Ella sabe muy bien que muchas mujeres jóvenes quieren ser un reflejo de ella. un fragmento de lo que ella es ahora.

Lo que ellos no saben es que ella se está muriendo por dentro, no soporta saber que pronto sera remplazada por alguien más joven y bella que ella.

El mundo cambia muy rápido y las tendencias de moda no son la excepción. Las modelos son remplazadas por otras así como ella lo hizo con otras.

Ella quiere seguir reluciente y bella como lo era tiempo atrás, no soportaba pensar ser olvidada por todos, lo único que le quedaba en la vida era su carrera como modelo era algo muy importante para ella.

Gracias a la belleza heredada de su madre y a sus rasgos poco comunes pudo destacar entre toda la competencia.

Estaba asustada la primera vez que estuvo de pie frente a una cámara, pero con el tiempo le fue tomando el gusto, tener toda esa atención y amor de personas que no conocía, era uno de sus más bajos deseos un deseo ambicioso que tiene el ser humano.

los reflectores la ayudaron a tomar más confianza en si misma, pero a la vez la estaban carcomiendo, toda la presión que ejerce ser una persona conocida en esta industria era sofocante.

Tener que siempre lucir ,bien,joven y radiante, era un deber horrible era un juego sin fin.

Quien dijera "no hago nada en especial para lucir hermosa" estaba mintiendo ella con seguridad lo sabía, después de todo "la belleza es algo que desaparece para siempre cuando te descuidas" fueron las palabras muy ciertas pero crudas que le dijo una vez gran amiga que fue consumida y destruida por esta industria hay un punto dónde ases lo que sea para seguir siendo bella.

A Pesar de saber que te estás auto destruyendo exigiéndote más de lo que puedes dar la fama es como ser adicto a una droga que no puedes dejar, y aras todo para tenerla.

Verte perfecta era muy difícil, al final de cuentas eres el ejemplo para millones de chicas que te admiran y quieren ser como tú eres un reflejo de lo que ellas quieren ser.

Pero a la ves eres un molde de todas las mujeres que quieren tener un lugar en el mundo de el modelaje una copia que puede ser remplazada en cualquier momento, hay muchas como tú esperando para reemplazar tu lugar.

Era algo que pensaba todos los días y que la atormentaba.

Y se deprimía al pensar en ello.

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3 años antes...

No esperaba ese día ser animada para hacer casting, para modelar en un pequeño desfile de modas organizado en la región.

Esa mujer la descubrió en un restaurante y le ofreció trabajo como modelo.

Era raro, nunca avía pensado en ser modelo, ella no se consideraba bonita no tenía nada en especial.

Al menos eso pensaba en ese entonces.

- piénsalo - le dijo una mujer de cabello negro y ojos rojo como rubí, no sabía que vio de especial en ella - te daré mi tarjeta, solo llama y yo seré tu representante te ofrezco mi ayuda - le dijo con un hermosa sonrisa en el rostro - me llamo Kurenai - le dijo sin recibir respuesta de esa tímida ojiperla, tenía un gran sonrojado en la cara y muy apenada - no se porque pero se que tienes mucho talento.

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En la actualidad...

Ese era un recuerdo que atesoraba asta este momento, no sabía como agradecerle a su representante por qué sin ella no podría estar en donde estaba, era como la madre que nunca tubo, Kurenai siempre velo por ella, la aconsejo y la ayudó a sobre salir.

Kurenai antes de su representante, era una famosa modelo que salía en todas las revistas de esa época, pero al pasar del tiempo cuando su esposo murió, ella no tenía el ánimo para seguir modelando, nada fue lo mismo para su carrera, fue desapareciendo con el tiempo y también esa juventud que la caracterizaba, ella no dejaba de ser bella, pero no era tan joven como antes además avía más mujeres igual de jóvenes y hermosa esperando para ocupar su lugar, era duro y real, pero Kurenai nunca se rindió. Ella con su experiencia en la industria fundó una línea de ropa para después volver se representante de las nuevas modelos con ansias de llegar a dónde ella lo hizo.

Ella era un ejemplo a seguir para continuar para no dejarse consumir por ese tóxico mundo.




ejemplar | Hinata HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora