Cómo ser animadora y no morir en el intento.

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El instituto, amado instuto. Como todos sabrán ya, aquí el poderoso se come al pequeño, y el rico, al pobre. Y yo era la más poderosa.Megan Falls. Quien no conociera mi nombre, no estaba al tanto de toda la vida social del instituto.

Llevaba puesto el uniforme de animadora: falda y top rojos con unas deportivas, y llevaba mi mochila de vans negra colgada.

Asistía a fiestas, me compraba la ropa que quería, y podría nadar en mi jacuzzi de lo grande que era. Mi vida era perfecta. O casi.

Menos por una cosa.

Sí, chicas. Aquel chico moreno de ojos azules al que todo el mundo mira es mi peor enemigo. Mike Zagann. Se encontraba junto a la puerta, con sus amigos. Estaba con su típica pose del "lado bueno". El típico angelito sin alas. Me repateaba. Tenía las manos apoyadas en los bolsillos traseros y reía sin parar. Me quité la mochila y la guardé en el casillero al coger una carpeta.

Había perdido de vista a Mike.

Y se me estaba acercando. Oh, dios. No.

Mientras llegaba me guiñó un ojo, sonriente. ¿Por qué a mí? ¿Acaso no había otra chica que quisiera desnudarle y ponerle contra la pared? Joder.

-Hola, pequeña.-me dedicó una sonrisa mientras intentaba arrinconarme contra la pared.

-¿Otra vez tú? No puedes estar un día sin tu capitana favorita...-me giré para cerrar la puerta azul metálica e intenté seguir mi camino.

Mike resopló, y me dedicó una media sonrisa a la que respondí girando la cara hacia otro lado.

-Las verdedes duelen, ¿eh?

Claro que duelen. Y más si se pasaba el día detrás de mí, sabiendo que no le soportaba. Y de verdad que no lo hacía, no podía verle sin pararme a pensar ni un momento todas las chicas que había dejado en sus casas llorándole a la almohada.

Era un estúpido mujeriego como todos los del equipo de fútbol americano, que además se estaban llevando todos los fondos que el instituto nos daba al equipo de animadoras para nuevos trajes y entrenamientos. Esto era una guerra de las de verdad. Debíamos conseguir más fama y éxito que el equipo de fútbol americano, o echarían a perder lo que realmente me gustaba del instituto: animar.

Cogí el brazo de Mike, que estaba apoyado en mi taquilla cortándome el paso, y lo aparté de mí para colocar unos folletos enfadada.

Seguí hacia delante, hasta llegar a una vitrina donde había trofeos de todos los equipos del instituto. Algunos de básquet, de voley, y luego una entera dedicada solo para los que pertenecíamos al mundo del fútbol americano. De siempre se suponía que los jugadores y las animadoras se llevaban bien, pero aquí éramos como el agua y el aceite.

Noté una presencia tras de mí, y es que Mike me estaba siguiendo, clavando sus ojos azules en mi nuca.

-Mike, déjame en paz. Tengo que colgar esto.-con cinta adhesiva y un banco, fui pegando el primero de ellos.

-"Audición para las animadoras". ¿Ya es temporada?

-Sólo espero que este año haya buen material, y no las zorras de otros años que no sabían ni si quiera hacer un triple salto.

-Eso significa temporada de caza. Nueva carnada para nuestro equipo...-sonrió divertido.

-¿Eres estúpido? Si tocas a una animadora más, te mato. Ya sufrí bastante con Alice.

-Alice...-dijo pensativo.- Buen culo y aún mejores tetas. Yo que tú la nombraba co-capitana.

-Eres repulsivo.

-Venga Meg, estamos en el instituto. En la última fiesta casi acabamos en la misma cama. Oh, cierto. Que de hecho nos despertamos al lado.

-Simples errores, no creas que volverá a ocurrir.

Me bajé del banco para repartirle algunos folletos a unas nuevas alumnas. El Elite H High School se caracterizaba por tener estudiantes de las mejores familias americanas, y le acaba de dar uno de los papeles a la mismísima hija de la presidenta. Se me escapó un gritito de emoción, y Mike se me quedó mirando.

-¿Aquella rubia es...?

-Sabanah West. ¡Sí!

-Cambiando de tema, espero que a mí no me haga falta uno de esos para que vengas a mi próxima fiesta, ¿qué te parece?

-Que no voy a ir.

-Eres una sosa, Megan Falls.

-Y tú eres idiota, Mike Zagann.

-Te espero el sábado.

-Pues no esperes despierto.

Doblé los folletos de forma cilíndrica, y le pegué a Mike suavemente en el hombro para que se apartase de mi lado.

******

-SÍ. Sí. Sí que vamos a ir.

-No, no iré.-le dije a Caroline. Llevaba el pelo rubio suelto, y seguía siendo mi zorra favorita. Y mi mejor amiga.

-Sí. Vamos a ir, harás las paces de nuevo con Mike, nos dejarás a solas, y el alcohol hará su trabajo. ¿De acuerdo?

-No voy a dejar que te enrolles con él. Recuerda. Primera regla de las animadoras, cielo. Nunca mantengas una relación con un jugador de fútbol americano.

Guerra de Capitanes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora