capitulo III

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El tacto no reconocido me hizo abrir mis ojos cansados. Algo asustada mire todo el escenario a mi alrededor.

-¿te desperte? Perdón- la dulce voz sonó cerca de mis oídos, haciendo que me percatara que estaba encima del cuerpo desnudo de mi madre- no te asustes ¡tomaremos un baño!

... no estoy asustada... solo... ¡muy incómoda!

Empese a moverme agitadamente, con la intecion de librarme del cuerpo de la chica, sin embargo; ella se aferró al mío.

-¡oh! Tranquila nena, incluso si estamos en una tina, sigue siendo peligroso.

Su brillante sonrisa se asomó, hasta el momento sus sonrisas eran amables y llenas de añoranza, ninguna de alegría.

- vamos, se amable y quédate quieta.

Estiro su brazo y tomo un pequeño jabón, no tardo mucho en ejabonarce y empezar conmigo.

Paso la pequeña barra sobre mis hombros, frotando en círculos y empezando a bajar. ¡esto es incómodo! Sin embrago ella parecía bastante feliz.

Entiendo tu emoción, después de todo no e tomado ninguno baño desde que nací, ¿pero era necesario tomarlo juntas? Me parece que soy 7 años mayor que tú y esto me es incómodo.

Ignoro por completo mis pensamientos, y como buena madre hizo su deber de cuidarme y bañarme.

Para mi buena suerte; el tiempo en el baño fue corto.

[...]

Me sorprende lo flexibles que son los bebés, ¿lo ven? Mi pie está dentro de mí boca y no duele ¡esto no es humano!... creo que soy algún extraterrestre. La risa me sacó de mis pensamientos.

-jajaja... ¿que haces? ¿No te duele? Vamos deja de hacer eso- la chica me hablaba mientras secaba su pelo húmedo, por mi lado seguía manteniendo la pose ¡¿cómo es que no duele?!

La mayor se hacerco a un armario... tan lujoso como todo lo que estaba dentro de la habitación. De él sacó un pantalón de mezclilla, y una blusa que, por su diseño, deja al descubierto sus hombros. No tardo mucho en cambiarse... de echo fue muy rápida.

-Bien... ahora te toca- comentó con una sonrisa.

Una vez más se acercó al armario, y de él sacó un vestido pequeño, cuyo color era rosado. Con una enorme sonrisa se aproximó a la cama dónde yo me encontraba acostada viendo casi toda la habitación, y cuando menos me di cuenta ella ya se encontraba realizando unos sutiles y delicados movimientos con mi cuerpo. A pesar que no era grosera, no me agradaba tanto movimiento ¡me sentí asfixiada de tanta agitación! Por ello, en algunas ocaciones, intentaba hacer que se detuviera... Pero fue imposible, ella comentaba un "oh, mi niña, porfavor sé más amable y deja que te cambie" eso me tranquilizaba unos cuantos minutos hasta que sentía la incomodidad y volvía a moverme. Lo se, yo tengo 22 años, sin embargo, este cuerpo no me deja comportarme como tal.

-¡Listo!

Su entusiasmada voz me hizo sonreír ¿no son esas buenas noticias?

-Si, tú eres una niña hermosa.

¡Oh! Tus alagos harán que me sonroje, aunque puede ser que sea cierto, es decir, ¡miren a esta joven! Sus hermoso cabello negro y sus ojos abellana encajaban a la perfección con su rostro tan brillante y angelical ¿porque eres tan hermosa?

Toc, toc.

Unos pequeños golpes sonaron en la puerta, y mi madre sin dudarlo se acerco a ella para abrir y encontrar a una mujer.

-buenos días señorita, eh venido a traerle su comida y a la niña

-¡oh! Muchas gracias, por favor pase.

La princesa de la casa (___ x Diabolik Lovers)Where stories live. Discover now