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Edificio Municipal de Brooklyn

La gente caminaba para cualquier dirección, en su propio mundo, y dos hombres completamente sospechosos iban a adentrarse al establecimiento.
Hal iba con una peluca, una barba blanca larga y un abrigo largo que le llegaba hasta los pies y se guiaba con un bastón, en cuanto a Barry, iba con unas gafas de sol, una campera oscura con las manos en los bolsillos y una gorra. Cuando llegaron a los escalones Hal hizo un ademán con la cabeza y Barry lo siguió. Cualquiera que los viera pensaria que irian a secuestrar a alguien o a dejar una bomba en el sitio.

Acta de sociedad de convivencia.

Cuando Barry firmó el acta le tendió la lapicera a Hal para que pusiera su firma también. El hombre que los atendió los miraba divertido.

—Ya son pareja.—Declaró señalandolos con la mano.

Ambos hombres se vieron y extendieron sus manos para un apretón y luego abrazarse, después sacudieron sus manos y al separarse le dieron su pulgar arriba al hombre y se voltearon rápido para irse de ahí.

Ese mismo día en casa de Barry

El rubio se encontraba bebiendo un café mientras paseaba por la casa, hasta que divisó algo sobre la barra de la cocina.

—Ah, Teresa metió la correspondencia.—Dijo dejando la taza a un lado— Primera vez. Mio, de Hal, este es mio...—Hasta el momento eran solo cartas cuando recojió una revista de Playboy—... de Hal.—Dos revistas más del mismo contenido—Hal.

Suspiró y luego agachó la cabeza, se inclinó para recojer unas cuantas cajas pesadas.

—Hal, Hal, Hal. Esto debe ser broma.—Comentó incrédulo—¿Ya vienen estas cosas infladas?

—¿Es una muñeca?—Cuestionó Wally adentrandose a la cocina, tomando por sorpresa a su padre, quien de inmediato intentó ocultarla.

—¡No, no, no, no! Es para mí, Wally. Es una... muñeca de entrenamiento para practicar resucitación, ¿entiendes? Jajaja.—Explicó incómodo y avergonzado, presionando el pecho de la muñeca para probar su punto—Para practicar, sí. ¿Recuerdas cuando hice la prueba? Primero despejas las vías respiratorias y...—Acto seguido, hizo respiración de boca a boca a la muñeca—...ya está respirando, ahora ve a tu habitación, ¿sí?

Wally enarcó una ceja y se marchó para el lugar dicho, cerrando la puerta de la cocina. Barry dejó de reír y tiró a la muñeca a un lado, limpiandose desesperadamente la boca.

—Espero que Hal no haya jugado con eso.—Soltó entre dientes.

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—Todo despejado.—Comunicó el oficial Gordón—Me alegra que estés devuelta Barry.

—Me alegra estar devuelta capitán.—Sonrió el rubio con la cara llena de cenizas, volteandose hacia su superior.

—¡CAPITÁN!—Llamó Hal, saliendo del pequeño local de comida rápida con algo en mano—¡Encontré lo que inició el fuego! Un cigarrillo de mota.

—¡Oye hermano, eso es mio!, ¿me lo devuelves?—Pidió un hombre con cara de cocainómano y rulos, muchos rulos.

—¿Lo quiéres amigo?—Inquirió el castaño acercandose a la cinta que retenia a los espectadores—No te lo puedo devolver pero tengo algo mejor.

Jordan tomó el extintor de Oliver y apuntó al cara de ramita, lanzandole el contenido del objeto en concreto. Todos los bomberos se rieron y los que estaban cerca de ambos se alejaron ante el humo blanco del extintor.

Yo los declaro Marido y BarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora