Capítulo 2: Alastor
Alastor podía decir que a veces la no-vida podía sorprenderlo, como en esa ocasión.
El Demonio Radio, o Alastor, era uno de los demonios más poderosos del infierno, era parte de los señores supremos, había causado muchas masacres para ser considerado alguien de temer desde 1933, el año que murió y llegó al inframundo. Como humano también había causado pánico y terror en la gente, siendo un asesino serial y caníbal. Que buenos tiempos, pesaba.
Pero las décadas pasaron y llegó un punto donde se aburrió, eso hasta que la princesa del infierno, hija de Lucifer y Lilith, decidió abrir un supuesto hotel para "rehabilitar" demonios. Una idea tan estúpida como divertida, Alastor tuvo un golpe de inspiración y decidió ofrecer su ayuda después de ver el gran espectáculo que dio la princesa en TV al pelear con una de las mejores conductoras de televisión en el infierno.
Y no pudo tomar mejor decisión, el Happy Hotel era un gran fracaso. Ver a la hija de Lucifer perder la esperanza poco a poco era encantador, pero el mismo Alastor se encargaba de volver a llenarla de motivación. Claramente no iba a dejar que la chica se diera por vencida tan rápido, aún quería divertirse.
Ahora, mientras revisaba unos papeles en su habitación dentro del hotel no espero que de la nada empezara a ser transportado a otro lugar. Hace años que no experimentaba aquella sensación. Alguien lo estaba invocando.
El aire a su alrededor cambió, estaba en una habitación oscura y frente a él un humano rubio se tambaleaba. Vio la cortada en su muñeca y los símbolos dibujados por todo el lugar, un charco de sangre se extendía por el suelo. Cuando menos lo espero, el humano cayó al piso. Se había desmayado.
Alastor no había estado en el mundo humano desde los 70's. Ya habían pasado bastantes años, la curiosidad lo envolvió. Tenía la oportunidad de estar allí gracias al contrato que ese chico acababa de hacer con él, podría volver a probar la deliciosa carne humana, sólo pensarlo le hizo agua a la boca.
Camino por el lugar para después acercarse al humano, era rubio, pálido y bonito, para ser hombre usaba ropa muy pegada y reveladora. La sangre seguía saliendo de su muñeca, Alastor no podía darse el lujo de dejarlo morir, quería un poco más de tiempo en el mundo humano, quería comer.
El Demonio Radio invocó a su sombra, le indicó revisar la casa para encontrar a alguien que pudiera encontrar al chico en la habitación. La sombra obedeció de inmediato y desapareció. Ahora sólo debía espera, pero pararía un poco el sangrado. Pasó su mano por la muñeca del chico y este dejo de sangrar. Su poder en humanos era limitado, por lo tanto el hechizo no duraría tanto.
Escuchó unos pasos fuera, aprovechó para hacer un poco de escándalo y que alguien revisara el lugar. Los pasos se acercaron a la puerta y fue abierta.
―¿Hola? ―Habló una voz femenina. Alastor se ocultó en las sombras, la mujer entró, prendió la luz y gritó cuando vio el cuerpo del otro.
Lo demás fue historia, la chica habló a un hospital, se llevaron al chico inconsciente y Alastor decidió regresar al infierno, aún tenía papeleo que hacer para el hotel, además de que el chico no despertaría en unos días. Eso le daría tiempo para ponerse en forma.
Paso una semana para que el chico despertara. Por lo que había descubierto en sus visitas en ese tiempo era que el humano se llamaba Martin, o eso decía su información en los expedientes, pero cuando él despertó, la mujer a su lado lo había llamado por otro nombre. Alastor decidió que tendría tiempo de resolver eso.
El tiempo transcurrió hasta que el humano rubio pudo por fin salir del hospital, el demonio ya estaba aburrido, aunque era un ser poderoso en el infierno, sus poderes eran limitados por el trato dentro del mundo humano, sólo podía matar a las personas que ordenara el invocador, y el chico no había pedido nada en todo ese tiempo.
Pero la espera de Alastor termino unos días después, cuando el rubio susurró unas palabras que sólo el Demonio Radio pudo escuchar. La diversión estaba por empezar. Alastor, después de unas horas, decidió que ya era momento de salir, estirar las piernas, respirar el fresco aire de la tierra.
Cuando se levantó del taburete frente a la barra el demonio del otro lado lo miró con confusión. ―Hace años que no veía ese brillo en tus horribles ojos, Alastor.
―Oh, querido Husk, en estas últimas semanas han pasado cosas... interesantes ―Alastor agrando su sonrisa―. Mantente atento a mis trasmisiones, serán especiales e interesantes, regresare en unos días.
Diciendo aquello se alejó de la barra en dirección a la puerta del hotel, despidiéndose con una mano de los residentes del lugar. Una vez que traspasó la puerta, el lugar cambió, estaba en una habitación demasiado rosa para su gusto. Aún no se acostumbraba a ella.
Dirigió su mirada al chico rubio que se encontraba dormido en la cama. ―Oh, Martin ―susurró y recorrió el cuerpo del chico, que se encontraba sólo vestido con su ropa interior. Desagradable no era una palabra que llegara a la cabeza de Alastor al verlo.
Se acercó más a la cama, observando atentamente al humano. Pasaron unos minutos para que el otro empezara a sentirse observado y abriera lentamente los ojos. El chico lo miró unos segundos hasta que la somnolencia se esfumó, dejándolo procesar correctamente lo que estaba viendo.
Y un gran grito rompió el silencio aquella madrugada.
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Y por fin se vieron directamente, Angel ya sabrá que su experimento no fue tan fallido como imaginaba. xD
Gracias por sus comentarios y apoyo a esta historia, ya tengo bien decidido como ira y terminara, así que avanzare más rápido con ella, esperenlo. ~
Nos leemos en el siguiente capítulo.~

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Demone
Fanfiction"Mierda, creo que al final me voy a morir, genial." Pensó el chico mientras empezaba a sentirse mareado. Su vista se volvió borrosa, el mareo aumentó y dio un paso hacia atrás para no perder el equilibrio. Angel estaba tan concentrado en sí mismo qu...