One - shots - Luzuplay

+1 - 2 Rubegetta

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Están destinados a estar juntos.

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Era un nuevo día en Karmaland, parecía que pintaría de maravilla. Al menos eso creía Rubén quién le tenía preparado algo bello a Vegetta y bueno, como cualquier iluso le sonaba lindo.

- ¿Teneís alguna montura que os sobre? - preguntó rubius a sus compañeros oscuros; Willy y Fargan. - Quería un caballo nuevo pero no tengo para montarlo.

- No tengo, pero se las podemos robar a alguien. - contestó animadamente Fargan - A Auron.

- Bien, veré si pesco una. Hasta después - respondió cabizbajo Rubén, realmente no quería que nada en ese día saliera mal.

No tuvo otra opción que pescar. Pero oh sorpresa, Auron está disponible.

Cómo buen karmalaniense pidió "prestada" una a su amigo Raúl.

- Auron, ¿tienes alguna montura que te sobre? - tocó el hombro de su compañero para captar su atención.

- Claro! Pasa. Tengo unas 6 quizá. Te la puedo regalar. - contestó sin rudeza, que era algo raro en él.

- ¿Estás bien?

- Sí, ¿por qué la pregunta?

- Seguro fue Luzu. - insinuó dándole una sonrisa pícara - Me alegro por ti.

Raúl no pudo decir más, su amigo tenía razón. Ese hombre lo había cambiado y lo mejor que fue para bien. Se sentía bien consigo mismo.

Sus mejillas tomaron rápidamente un color carmín pensando en lo lindo que era Luzu. Era perfecto.

- Para que negarlo. Muchas gracias. - contestó sincerandose - ¿Y... Vegetta?

- Yo-yo. Sólo dame la montura. - la expresión en su cara cambió repentinamente, hablar de él le hacía daño. Vegetta le hacía daño pero aún así lo amaba.

- Bien calvo. Toma. - Auron sacó la montura de su cofre con código y se la aventó a Rubén ¿qué pasó? - Suerte. - no quería perder la paciencia y rápidamente lo sacó de su casa.

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Samuel de Luque.

No sabes por lo que he pasado por ti.
Me haces tanto daño... Pero aún así te amo y eso es algo que odio de mi.
¿Por qué?
Por qué eres así conmigo
Por qué soy tan tonto
Por qué tuviste que ser tú.

Sólo vuelve.
Vuelve conmigo y dejaré que me hagas todo lo que quieras.
Hazme trizas.
Necesito de ti.

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Rubén pensaba en lo cobarde que era al seguir amando al hombre que arruinó su vida.
Pero hoy.
Hoy quizá sería diferente.
Deseaba con que fuera un sueño y que nunca lo hubiese conocido o mejor aún. Que esté fuera una pesadilla y Vegetta lo despertase con un beso en los labios.

Que tontería.

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Hoy me puse el único traje que tenía. Sólo lo ocupó para ocasiones especiales y éste es uno de ellos.
Me arreglé por ti.
Para ti.
Pero pienso ¿para qué? Sí después de todo terminaras conmigo como siempre lo haz hecho.
No importa que tanto me esfuerce.

Eso es algo que odio de ti.
Pero vamos.
Hay más cosas que amo que las que odio.
Amo tus ojos
Tu sonrisa.
Eres tan superficial.
Y eso es otra cosa que odio de ti.

Te amo tanto, pero te aborrezco.

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Tan contento estaba rubius por ir a casa de Vegetta. Éste había dicho que quizá le daría una oportunidad. Sólo si él le daba alguno que otro diamante.

Que interesado.

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Con la montura que le había dado Auron montó un caballo y fue a ver a Vegetta. En el camino tomó una flor para él. Se veía tan lindo como él.

Era una violeta.

De camino se topó con Mangel. Su antiguo amor.
También terminó mal con él. No quería verle a la cara. En los eventos era algo difícil hablarle para ponerse de acuerdo.

- Déjalo, él no te quiere - oyó hablarle. Decidió ignorarle. Él no era nadie ahora. Era sólo un recuerdo estúpido.

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Estando abajo de la isla flotante mandó un mensaje a Samuel avisándole que ya estaba ahí.

Ya estoy aquí Vege<3 -

- Bajo en un momento.

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Te veías tan hermoso. Vestido de una forma casual. Como si fueras a cualquier lado.
Te había dicho que sería una cena.
Que no me pongas atención es otra cosilla que no me gusta mucho.

Me lastimó ver que no te había gustado la violeta que te lleve. Es tu color preferido.
Sólo la tiraste a la lava y dijiste que eras alérgico a ellas.
Te pedí disculpas ante eso.

Te vi detalladamente. De verdad te veías tan bien. Tan perfecto como siempre.
Pero algo... Algo estaba mal.

Estabas sudado.
Y tenías marcas en el cuello.
Se veían recientes.

No le hice caso a eso y nos dispusimos a irnos.
Me acerque más a ti y.
Olias a hombre.
Ese olor no era mío.
Te habías acostado con alguien.
Pero mientras estés conmigo no importa.
Me duele, me siento utilizado, pero que puedo hacer.
Eres el hombre de mi vida.

Y te cambiaré.

Quiero que solo seas para mí, que me ames como yo te amo a ti, que me trates como yo te trato a ti.

Después de la cena me preguntaste por los diamantes.
Fui tan estúpido, estaba tan concentrado pensando en ti que se me había olvidado llevarlos. Ahora me odiaras.

Te dije que no los llevaba, que si querias fuéramos por ellos.
Dijiste que no tenías tiempo para eso.
Me dejaste sólo.
Lloré como un loco esperando a que quizá te arrepentieras y volvieras. Pero no fue así.

¿De verdad no me amas?

Te amo más que a mi vida entera. Daría todo por ti. Me duele tanto esto.

Pero si lo que quieres hacerme daño.
Estaré aquí siempre que tú también estés conmigo.