Mi peor secreto: ser un trolo. {Carlos y Juan} [Mega-hot]

2.

{Juancho} 

Después de cortar la llamada con Carlos que duró menos de un minuto porque sino cuando me llegaba la factura de Movistar tenía ganas de cortarme la piha y pegarme en la cabeza (de arriba) con ell por pelotudo jeje alto desquiciado El Juancito, bueno en fin, creo que Carlos se lo tomó bastante bien, igual no sé por qué es tan ortiva conmigo yo solo vengo a dar amor y placer y el me trata así, encima lo peor es que me gusta, me trata para el orto y me gusta, alto pelotudo soy... bueno, pero no puedo enojarme con este wacho parece que me estaba afectando ver tweets de minitas histericas...

En realidad no conseguí ninguna zapatilla pero si lo veia a Carlos de nuevo con ese buzito de los minioms me lo garchBESABA ahí no más.

{Carlitos} 

Después de la escena que me mandé llorando (digna de una pelicula de Hollywood, por cierto) me levanté de mi cama para ir al baño y lavarme la cara, altas lagañas tenía parecian cuevas de oso y mis ojos, parecía que me había juntado con Louis y Zayn, cuando solo estaba llorando por el wacho este pero iba a poner en marcha mi plan de ponerlo celoso a Juan con... La Rochi.  

La Rochi era una piba que se babeaba por alguien como yo, pero nunca le dí bola porque mi corazón late por Juanchi (más obvio imposible) entonces llamé a La Rochi... pobre piensa que quiero algo con ella, alto forro pero igual ya me iba a ir al infierno según esa cadena que no envíe de Teresa Fideo. Quedamos en encontrarnos en "Jumbo" pero como no me alcanzaba ni para un guante decidimos ir a una plaza a comer pochoclos cerca de la casa de Juan para que nos viera, OBVIO.

Fuimos a la plaza en mi triciclo porque no tenía un sope para el remis. Cuando nos encontramos en la plaza compramos un pochoclo para los dos y La Rochi me daba de comer como la esclava que es, me atraganté dos veces, pero La Rochi me hizo la maniobra de Heimlich y ya estaba todo bien. 

Ya nos ibamos a ir porque no veía a Juan por ahí para darle celos, pero derepente miré hacía mi costado y estaba un chico tirado en el piso con la bici, casi me río dos siglos pero me di cuenta de que era el mismisimo Juan Foseca dueño de mis pajas.

Lo miré shokeado y le pregunté como el pelotudo que soy:

—¿Te caíste?

—No pelotudo, ¿no ves que me encanta tirarme de pescadito al piso?

—Uh bueno, andamos de malas.

Me miró con los ojos abiertos y se sonrojó. Casi lo chapo ahí arriba de la bicicleta y todo, pero tenía que controlarme.

—¿Carlos?

—No, Moria Casan, si, soy Carlos que no ves

—¿Qué haces acá?

—Estoy acá en mI CITA con La Rochi, comiendo pochoclos ¿y vos? 

—Estaba andando en bici por acá nomas... ¿y va todo bien?

—Si, La Rochi es re piola, no sabes, creo que somos almas gemelas. —Cualquiera, ya me tenía cansado la chiruza esta, nadie se compara con mi Juancito ♥♥♥

—Ah, mirá vos.

—¿Querés unirte con nosotros?

—No, dejá, ya me voy yo.

—Ok.

Y vi como se iba... me sentía más solo que nunca, entonces le grité:

—¡JUUAAAAAAAAAAAAN!

—¡¿QUEEEEEEEEEEEEE?!

—¡SOOOOOOOOOOOOOO!

—¡SOOOOOS UN PELOTUDOOOOOOOOO!

Y me fuí a mi casa feliz porque almenos había visto a mi Juancito una vez en el día. (A La Rochi la había dejado re colgada pero no importa).