Capítulo 8... Llegadas inesperadas

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El sonido del reloj me sacó de sueños a la realidad.

Christopher aún estaba durmiendo, poco a poco lo empecé a mover, cuando abrió sus ojos; los mismos que me transmitían seguridad y confianza; una sonrisa contagiosa se extendío en sus labios. Sonreí al mismo tiempo que me levanté de la cama.

-Chris - dije tímidamente, las palabras que me dijo la noche anterior empezaron a bombardear mi mente.-Gracias por...-vacilé por las siguientes palabras que iba a decir.-por haberte quedado conmigo toda la noche.

-No tienes porque agradecer.-dijo todavía echado en la cama, pero con la mirada y voz sería.

-¡Claro que lo tengo que hacer, viniste a mi casa a consolarme, sin decir que antes discutimos e incluso te dejé plantado en en Panini's!-dije enumerando cada hecho, con mis dedos.

Christopher se levantó de la cama y se paró en frente mío, y con una mano me acarició la mejilla mientras la otra estaba sin vida.

-Es lo mínimo que podía hacer.- dijo con una expresión sombría en sus ojos.

-No era tu obligación.-replique.

-Lo sé, pero lo prometí.-dijo, yo no recuerdo que lo aya dicho, al menos no fue algo que dijo recientemente. Empecé a buscar por los más oscuros rincones de mi mente, en busca de algún indicio o señal que tenga que ver con esa oración.-¿No lo recuerdas, verdad?- dijo con una sonrisa irónica y sino fuera que lo conozco por muchos años diría que estaba muy decepcionado, pero no lo entiendo. ¿Por qué es que todo lo que digo o ago influye fuertemente en él?. Definitivamente esa es una conversación que tendría que dejar para después. -De todas formas fue hace mucho tiempo, no tienes que preocuparte, es algo insignificante.-confirmado, no era necesario conocerlo de toda la vida para darse cuenta que estaba realmente muy dolido.

Eso me hizo sentir aún más culpable de lo que ya estaba.

-¿Tienes hambre?¿Qué quieres desayunar?-dije en un intento vano de tratar de hacer más ligera la atmósfera.-Vamos a la cocina, ya va a ser hora para ir a clases.-dije.

-Si, es mejor que nos demos prisa.-dijo, mientras se levantaba de la cama y un bostezo salia de su boca.-Lo siento.-dijo.

-¿Qué pasa Chris?¡No tienes que disculparse de todo, soy tu amiga no tu mamá!.Tranquilo.-dije con diversión.

-Si, tienes razón. -dijo una vez que terminó de reírse.

-Vamos a la cocina que mi estómago se está comiendo a mis demás organos. -dije.

-Los míos también-dijo Chris.

Fuimos a la cocina y le dije a Chris que se sentara, que yo iba a preparar el desayuno pero en insistió en ayudar.

-Chris, tenemos avena instantánea, leche, leche chocolatada, jugo de naranja, té todo eso para tomar. Para comer tenemos pan francés, pan integral y pan blanco, si quiere hacerse algún sándwich en la heladera hay queso, mortadela y mermelada de frutilla.-dije fingiendo un acento inglés.

-Muchas gracias señorita pero, ¿me permite hacerle una pregunta?-dijo haciéndose pasar por un cliente educado y modesto.

-Cuantas quiera, señor.-dije ahogando una carcajada, esto era lo que amaba de Chris, podía sacarle una sonrisa a cualquier persona sin necesidad de conocerla, cúando estas alrededor de él, es como si te contagiara esa buena vibra.

-¿Acaso usted asaltó a una tienda de comestibles recientemente?-dijo.

-¿Está usted insinuando que soy una ladrona?-dije con una punzada de recelo en mi tono de voz.

-¡Como cree que soy capaz de insinuar semejante hazaña!-dijo poniendo una mano en su pecho y una expresion de estar siendo ofendido.-Simplemente le hice una pregunta.-dijo

En ese momento escuché el sonido de la manilla de la puerta tratando de ser abierta. Por lo visto no fui la única en darse cuenta, Christopher estaba con la mirada fija puesta en mi. Los dos sabíamos quien era y lo que iría a ocurrir.

Me quedé paraliza. Christopher reaccionó y subió corriendo las escaleras yo empecé a prepar mi desayuno como si fuera cualquier otro día de escuela. Normal. Tal vez si tenía un poco de suerte por segunda vez en mi vida, quizá ella no se daría cuenta de que no eramos dos en la casa sino tres.

Sus ojos negros contrastaban con su tez pálida, me recordaban a Carol.

-Hola hija-dijo Claire, mi madre.

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Hola lectores ¿Qué tal les pareció el cap.? Diganmelo en los comentarios. Les recuerdo que pronto llegará la sorpresa que les prometí.
Los quiero mucho.

PD: Si pueden, quieren y les gusto esta historia comenten la con sus amigos....Me ayudaría un montón ....por favor :)

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       - Luciana <3

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