Capítulo 9...

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—Hola mamá—digo lo más normal posible, no es que le tengo miedo o algo parecido, simplemente no es nada..."bonito" hacer que se moleste y con Chris mmm...¿como lo puedo decir?... Se llevan como gato y... agua.

Si mamá se da cuenta de que:

Primero: Chris esta en la casa.

Segundo: Que está en mi dormitorio.

Tercero y la peor cosa que mamá NO SE PUEDE ENTERAR POR NADA DEL MUNDO: Chris se quedó a dormir anoche.

Un momento...

Chris me recogió de aquí en su auto entonces, ¿cómo llego aquí?.

–escupo sin querer mi leche chocolatada y abro mis ojos como platos–Esto solo puede significar una cosa.

El auto de Christopher Brown Jonhson está aparcado afuera de mi casa.

Y la única opción que me queda es rezar por que mamá...mis pensamientos fueron interrumpidos.

—Hija, ¿sabes de quién es el auto que esta aparcado afuera?.—pregunta, mi mente esta en un debate entre decir la verdad o mentir.

Me quedo con la segunda opción.

—No lo sé, debe ser de algún vecino—le digo.

—Claro, un vecino.—dice con un tono sarcástico—Estoy agotada, voy a ir a dar una ducha y me cambiaré de ropa, esta está sudorosa, el viaje en auto ha sido muy largo, una eternidad.—me siento mareada, me doy cuenta que he estado reteniendo la respiración y suelto un aliviado y largo suspiro. Me he salvado de una, una muy grave. Mamá sube los primeros peldaños de la vieja escalera que da al segundo piso, estos crujen bajo las pisadas de mi madre, pero después de unos cuantos peldaños se detiene.—Victoria una cosa, dile a Christopher que para la próxima, que digo si NO HABRÁ UNA PRÓXIMA VEZ, dile que es de buena educación saludar, que lo tome en cuenta. ¡Ah! Casi lo olvidaba sabes que no me gusta que me mientas, mucho menos que cubras a ese muchachito.—y continuó subiendo los viejos peldaños.

Agradezco al cielo de que no me aya visto debo de estar como un tomate. ¿Cómo se da cuenta?...enigmas de la vida.

Con todo esto se me fue el apetito pero, Chris debe de estar hambriento.

En un santiamén subo las escaleras que me llevan al segundo piso, voy a mi cuarto y veo a un Christopher a punto de darle un colapso nervioso.

—¿Se dio cuenta?—pregunta en un susurro.

Muevo la cabeza en un gesto de afirmación.

—Debo irme.—yo no retiro la mirada de la cerámica avejentada del suelo.—Tenemos clases, vamos tarde.—dice cuando ve que no me muevo.

—Claro—reacciono—iré a cambiarme.—digo.

—Esta bien, te espero en el coche.—responde y se retira. Una vez que sale, me dirijo inmediatamente a mi cuarto. No hay tiempo para bañarme. Saco ropa interior limpia, un crop top color guindo con el número 36 en color blanco en la parte frontal, un par de shorts de jean de color claro casi blanco y mis All Star blancas de caña alta. Me visto, voy a mi velador alzo mi reloj favorito color dorado que Christopher me regaló para mi trece cumpleaños, mi mochila, celular y llaves, y estoy lista.

Faltan como aproximadamente 10 minutos para el toque del timbre por suerte no tengo matemáticas. Tengo tiempo para cepillar mis dientes. Termino, me humedezco un poco mi cabello y alzo una goma para sujetarlo en el coche de Christopher. Bajo a toda velocidad al primer piso y de un grito le digo adiós a mamá. Subo al auto y Christopher de un movimiento pone en marcha el coche.

Después de 15 min. Chris aparca el coche en su sitio habitual le agradezco por el abenton, tomo mi morral de la parte trasera del auto, miro mi reloj son las 7:40 llevo 20 minutos de retraso, me toca artes plásticas, no será muy difícil entrar al aula.

—Que tengas un buen día Chris.—digo antes de salir corriendo como alma que lleva el diablo en dirección a la sala de artes plásticas. Lo que un día fue una trenza perfectamente hecha era ahora una trenza desenfadada.

Llego al aula con el corazón en la boca, el colegio es grande, muy grande así que he recorrido casi todo en colegio hasta la última aula, que es la de artes plásticas y dibujo.

Después de una larga justificación para poder pasar estoy aquí, sentada, apunto de terminar un cuadro a base de acuarelas.

Suena la campana la cual indica que ya es hora de salir al recreo. Alzo mis cosas, las meto a mi morral, y dejo el cuadro donde la maestra nos indica.

La multitud de alumnos se encuentran dispersados por todo el campus.

Voy a la kiosco, me compro un baso de café y una dona bañada en chocolate, voy a una de las mesas que están en el campus y me siento a comer. Hoy el día no está muy soleado más bien un poco nublado y parece que va a empeorar. Boto los empaques de la comida y bebida. Recuerdo que tengo un suéter en mi casillero, llego al sector donde se encuentran los casilleros, identifico el mío, inserto la clave en el candado y se abre, lo quitó y abro la puerta del casillero, tan como pensé, allí esta mi suéter blanco pero también hay una chompa de una mezcla entre el beige y crema. Tomó la segunda opción, cierro la puerta e inserto el candado, dejo mi morral en el suelo para poder ponerme mi chompa, la alzo y levanto la vista al sentir unos pasos cerca mio, debe ser Christopher.

Pero no lo es. El chico de mis pesadillas, el chico que veo en sueños, esta aquí, parado en frente mío.

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Hola mis lectores hermosos, preciosos, lindos,amados,etc,etc,etc. *-*
Desde este cap. Empezaré a escribir en tiempo presente porque pienso que se escucha mejor y es más interesante, de todas formas espero su opinión en los comentarios.  :)
Sin más que decir me despido cordialmente *-*.
Con mucho cariño.
      — Luciana❤
Pd: Voten & Comenten mij corazonej. <3

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