DADDY [H.S] daddy king

T H R E E

Estaba pasando, lo que siempre deseé estaba ocurriendo. Ambos estábamos tan concentrados en aquel beso. Lo tomé del pelo tratando de tenerlo mucho más cerca de mi. Sus manos fueron a mi cintura, acercando nuestros sexos, lo cual se sintió genial.
El agua estaba fría pero realmente no me importó y seguí con mi trabajo. Sus manos fueron directamente a mi trasero, levantándome del suelo, mientras yo enredé mis piernas a sus caderas.
Nuestro beso seguía y estaba segura de que ambos teníamos los labios hinchados. Sus dulces labios se sentían como de ensueño. Mis manos se encontraban enredadas en su cabello el cual estaba húmedo a causa del agua.
"Te follare tan duro que no podrás moverte, pequeña"-gruñó él en mi oído mientras recibí una fuerte embestida causando que saliera un gran jadeo de mi boca.
"Joder...eres tan Grande"-jadee al mismo tiempo que mordía mi labio inferior.
Mi espalda estaba recargada en la fría pared mientras recibía las mejores envestidas de mi maldita vida.
Sentía como su miembro me llenaba completamente, era tan largo y grueso que joder, era un sueño tenerlo dentro mío. Mis uñas se enterraron en su espalda, dejando algunos rasguños trazados.
Yo seguía soltando jadeos y gemidos, mientras que el me besaba el cuello. Las embestidas eran cada vez más profundas. Sentía como me rompía en dos.
Mi mano viajo a mis pechos y comencé a pellizcar mis pezones. En lo único que pensaba en este momento era en lo bien que follaban mi padre, suena enfermo, pero la verdad es que desde hace varios años deseaba esto.
"Harry, joder"-jadee al sentir que ya casi llegaba.
"Vente conmigo princesa, quiero sentir tus ricos jugos sobre mi polla"-jadeó en mi oído él con voz ronca, sus ojos mucho más oscuros de lo común, y con su cabello completamente mojado.
Esas palabras fueron las que hicieron que yo llegara a el mejor climax que haya tenido. El salió de mi antes y su semen salió directo hacia mi estómago. Sonreí al pensar que por fin había follado a él. El agua se llevó todo rastro de esperma y yo seguía pensando en lo bueno que estuvo eso.
"Grace...yo no debí de..."-comenzó a hablar él pero yo desistí interrumpirlo con un apasionado beso.
"Papá, yo fui la que comenzó todo, y créeme que no me arrepiento de nada, esta fue la mejor follada de mi vida"-dije entre el beso, siendo sincera en cada palabra que salía de mi boca.
El se separó de mi y sonrió, sus blancos dientes se dejaron ver, mientras que me tomaba de la cintura. El agua seguía cayendo sobre nosotros, pero parecía no importarnos.
"Solo quiero decirte que desde ahora eres mía, pequeña puta"-gruñó el sobre mis labios para después darme una nalgada en el culo. 
Asentí rodando los ojos, una risita ronca salió de sus carnosos labios para después volver a besarme pero ahora mordiendo mi labio inferior.
"Eres tan sucia, mi pequeña niña sucia"-murmuró con un tono divertido pero a la misma vez excitante.
Terminamos de bañarnos entre risas, cuando era más pequeña el y yo solíamos bañarnos juntos. Pero para nada era en una forma morbosa, simplemente llenábamos la tina de agua y jugábamos con burbujas, aunque ahora este tipo de duchas me gustan más para ser honesta.
Al salir de la ducha yo tome una toalla y me fui a mi cuarto para poder cambiarme. Al llegar a mi cuarto abrí mi closet y decidí ponerme unos pants negros de tiro alto, con una camiseta de manga larga color azul. Cepille rápidamente mi cabello y mire en el espejo que tenía a un lado de mi cama un chupeton en mi cuello, la sangre corrió a mis mejillas, más porque sabía que este no era a causa de mi padre, si no de Jason, básicamente el es mi mejor amigo y con el qué follo cada que quiero. Trate de tapar ese horrible hematoma con maquillaje y creo que logre taparlo. La única ventaja es que ya era de noche, así que no me pondría tanta atención.
Baje a la sala, donde ahí estaba mi padre, estaba vistiendo un hoodie negro con unos jeans ajustados, sus geniales piernas lucían genial en esos jeans, pero ese bulto entre su piernas era tan...
"¿Ya vas a dejar de mirarme el pene?"-bromeó el, levantando levemente sus cejas.
La sangre se acumuló en mis mejillas y simplemente volteé hacia otro lado, riéndome nerviosamente.
Básicamente lo qué pasó después de eso fue que fuimos a comer a un restaurante de comida Italiana, ese lugar era exquisito y jodidamente bueno. Gracias al cielo no me dijo nada de el chupeton y pues, así termino este día.