♢_Algo En Común_♢

011; Segundo Concierto.

Durante el viaje al concierto, iban cantando todo el álbum completo de IU.

— ¡Bi Bi Bi Bi! — Corearon los dos en el auto entre risas.

Se divertían mucho, pero sin ser irresponsables en la calle, no existía diversión sin responsabilidad, por supuesto, lo que significaba que a pesar de estarse muriendo de risa, seguían atentos a la carretera.

Conducieron hasta llegar al establecimiento, donde al igual que la primera vez, entraron por la parte de atrás, donde le mostraron las identificaciones al guardia, y los dejó pasar.

Ambos llevaban sus tan amados gorros de pescador, más unos lentes y cubre bocas, así nadie los notaría y pasarían de ser persividos.

Entraron entre risas, donde fueron directo a los asientos en primera fila, y se sentaron juntos, igual que la primera vez, esperando así a que la presentación diera inicio. Al parecer tardaría un poco, por lo que se pusieron a charlar.

— Tengo algo que preguntarte — Inició Jungkook, mirándola con una expresión divertida.

— ¿Qué sucede? — Inquirió ella.

— Se sincera conmigo, la primera vez que nos vimos, tu en realidad no querías saber nada de mi, ¿verdad? —  Acusó, cambiando a una expresión burlona.

— ¿A-ah? N-no, para nada, yo solo- esta bien si, te quería lejos de mi, ¡pero en mi defensa-

— ¡Shhh! — Interrumpió al ganarse unas miradas por parte de otros presentes.

— Lo siento — Susurró — Pero en fin, en mi defensa, tus preguntas eran muy idiotas — Rió.

Él imitó el gesto — Noona, ¿que le parece si después del concierto viene a mi casa a mirar una película conmigo y los chicos? — Propuso con una sonrisa, no quería que el día acabará tan pronto.

— Seguro, me encantaría — Aceptó feliz — ¿Qué vamos a ver?

— No estoy seguro de que le guste, pero podemos ver la trilogía de Iron Man, es mi favorita — Admitió, con un brillo en los ojos.

— ¿Hablas en serio? — Pronunció sorprendida.

— S-si, pero si no le gusta podemos ver otra — Aclaró al percatarse de que no le gustó la idea.

— Para nada ¡amo esa película! — Contestó, haciéndole sacar un suspiro de alivio a su compañero — Solo que no sabía que a ti también te gustaba.

— Supongo que hay muchas cosas que tenemos en común y no lo sabemos — Comentó, sonriendo sencillamente.

Al cabo de unos minutos, la presentación dio inicio, haciendo que los dos chicos levantarán su lightsticks y cantaran junto a la artista su canción.

El corazón les latía fuertemente de la emoción, nunca pensaron que encontrarían a alguien que tuviera la misma pasión por alguien que ellos mismos.

Una vez acabó, fueron al back stage para pedirle una foto o autógrafo a la cantante. NeYeon rió por dentro al recordar que la vez que había conocido a Jeon, dejó plantada a IU al pensar que tenía hambre, pues ella le prometió darle una firma, pero se retiró sin antes avisarle.

JiEun los recibió a ambos con los brazos abiertos y una sonrisa grande, los conocía desde hace bastante, y sabía que ellos la querían mucho. Aún así, le sorprendió verlos llegar juntos, pero optó no preguntar y platicar con los dos idols en cubiertos.

Salieron de allí felices, pues habían logrado interactuar con su idola favorita.

Volvieron al auto, y se dirigieron a la casa del menor, donde fueron escuchando música aleatoria de distintos grupos, destacando entre ellos las de sus rookies favoritos, ITZY y TXT.

— Dalla Dalla — Tarareo NaYeon con su teléfono en mano.

Llegaron, y fueron recibidos por los miembros del chico, los cuales los saludaron felizmente a ambos. 

Se dirigieron a la sala, donde la comida ya estaba lista, le dieron play a la película y cuando esta dio inicio, se quedaron en silencio, observando el televisor, solo haciendo un poco de ruido al comer.

La femenina estaba tan atenta a la televisión, que no se percató de que su bolso no paraba de vibrar y sonar.
Estaba siendo llamada por las integrantes de su grupo, al parecer era una emergencia, pero NaYeon no lo notó.

Todo siguió normal durante la siguiente media hora, pero fueron interrumpidos por algunos golpes en la puerta.

— NaYeon, vaya al baño, puede que sea nuestro manager — Avisó Jimin.

La muchacha asintió y se paró para dirigirse al lugar indicado, mientras que los demás se acercaban a la puerta para ver quién era, encontrándose con nada más y nada menos que a ChaeYoung acompañada de Sana.

— Lamentamos interrumpir, ¿NaYeon esta aquí? — Preguntaron apuradas.

— Iré por ella — Dijo Jin sin rodeos.

El mayor fue por la susodicha, a la cual casi le da un infarto al verlas en la entrada, no porque no lo esperaba, si no porque sabía que estaba frita.

— ¿Hola? — Saludó al ver sus caras.

— Im NaYeon, revisa tu teléfono ya mismo, ¡te estuvimos llamando 300 veces! — Acusó Sana.

— No es así, ustedes-... Ups, jeje, en mi defensa estaba-

— ¡No tienes defensa, NaYeon!, debemos irnos ya, te contamos luego — Apuraron sacando a la mayor de la casa.

La japonesa sacó casi a rastras a su compañera, y Son se despidió con los demás en nombre de ellas. Bajaron al estacionamiento, donde la pelinegra rogaba ser atropellada en lugar de llegar a casa.

— ¡Nuestro manager va en camino y tu andabas por ahí! — Anunció Momo, quien las había estado esperando en el coche — Se supone que no tardarías tanto.

Encendieron el vehículo, y fueron directo a su departamento, donde sus compañeras las estaban esperando, nerviosas por saber el paradero de Im.

Ni bien llegaron, la mayor fue atacada por todo TWICE, quienes no paraban de regañarla por haber tenido el celular en silencio.

— ¡¿Acaso te olvidaste que tienes responsabilidades?! Momo tuvo que estar escondida en el baño casi una hora para que el manager no sospechara que tu no estabas, queremos una explicación ahora mismo, Im NaYeon — Reclamó Jeongyeon.

— ¿Sirve si les digo que no me di cuenta?

— ¡No! — Dijeron al unísono.

— NaYeon, varias veces nos cubrimos entre todas, todas queremos salir y disfrutar, aunque sea un momento, pero siempre contestamos las llamadas, es cuestión de compromiso — Habló Jihyo, ya un poco más calmada.

— Perdón, en serio, no volverá a pasar, en verdad lo prometo — Se disculpó, bajando un tanto la vista.

Pero cuando las demás ya se calmaron, Mina, quien permaneció un poco alejada de las demás, comenzó a sentir la respiración agitada más algunos mareos, cuando de la nada, cayó al suelo.

— ¡Mina! — Gritaron.

Todas corrieron hasta donde estaba la japonesa, quien no daba indicios de reaccionar pronto.

— ¡Rápido!, ¡llamen a una ambulancia!

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Nimin_36