Una sensación muy rara recorrió mi cuerpo, la cara de Josu era de mucho desagrado y podía ver como se enfurecía.
La mano que tocaba mi hombro me soltó, y mi única reacción fue mirar hacia atrás.
Era él.
Samuel estaba tras de mi, tenía en una mano un helado de chocolate.
Vi su sonrisa, estúpida sonrisa. Pero de repente puso cara de confusión. Y solo dijo:
- Hola Lu, emh, Hola Josu. ¿Están bien? -y volvió a poner una estúpida sonrisa en su cara.
- Sí, por supuesto. -contesté-
- Creo que esto es incómodo -dijo Josu- ya me debo ir.
- Lo lamento Josu. -dijo Samuel sonriente- Pero, adiós.
Josu se dió la vuelta, puso mucha fuerza en sus puños y se fue.
- Dime Samuel, ¿en qué puedo ayudarte? -dije muy seria y mirándolo fijamente-
- Ten, para ti. -dijo, extendiendo hacia mi el brazo en el que tenía el helado-
¡Era un helado de chocolate! O en otras palabras, el helado de mi sabor favorito al que amo.
- Eres una gran apostadora. -dijo sonriendo-
Tomé el helado, y le devolví la sonrisa.
- Gracias. La próxima vez asegúrate en no apostar conmigo. -dije en tono divertido-
Él solo soltó una carcajada, me ofreció su brazo para tomarlo y caminar. Obviamente no acepté.
- Bien, si no me aseguro que caminarás a salvo, no me moveré de aquí. -dijo bromeando finjiendo que está ofendido-
Me ofreció de nuevo su brazo, y solo lo tomé porque ya debía ir a mi salón de clases o sino llegaría tarde.
Llegamos a mi salón y nos despedimos.
Entré, y ahí estaba Josu.
Solo me miró y rápidamente apartó su mirada.- ¡Hey Josu! -dije fingiendo que no noté nada raro en su actitud- Te busqué y no te encontré. ¿Dónde te metiste amigo mío? -dije riendo-
- Estabas muy bien acompañada. -dijo claramente enojado pero fingiendo que no lo está-
- ¿Lo dices por Samuel? -dije nerviosa- Pues, no debería decirte esto, pero no es nada importante.
- Te dió un helado Lucía, y si no te conociera creería que de verdad no fue importante para ti, pero déjame decirte que ¡TE CONOZCO! y por lo tanto sé que es muy importante para ti. -dijo gritando-
- Josu -dije tratando de explicar- yo...
Y de repente llegó el maestro, así que no pude decirle nada.
Llegó el final de clase.
Obviamente busqué a Josu.
- Josu, ¿vamos a comer? -dije esperando una respuesta positiva-
Josu estaba con algunos compañeros de clase y solo me dijo que hoy tenía planes con ellos.
No podía hacer otra cosa más que desearle suerte en sus cosas y que podíamos ir a comer otro día.
Me fui a casa. Estaba feliz y triste.
¡Joder! ¡Trágame tierra!
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Intenso ;-;
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Yo no te quiero
أدب المراهقين- Soy Lucía, Lucía Tyler. ¡Conoce mi historia! ¿Qué harías en mi lugar? Nadie decide de quien se enamorará, nadie decide quién o quiénes se enamoraran de nosotros.