El sol se alzaba sobre la playa en la qué se encontraban, al menos a él lo cubría la sombrilla qué su madre había insistido en colocarle sobre la manta en la cuál estaba tendido.
Sus ojos gatunos miraron a la bonita pareja qué caminaba de la mano, su lobo blanco gimoteó antes de bajar la cabeza y esconder la cola entre sus patas.
El tercer embarazo de DaeHyun era un poco más obvio, una triste sonrisa se formó en sus labios cuándo el hermoso hombre castaño se inclinó a dejar un beso sobre el abultado vientre.
- ¿Yoon? -se levantó de su lugar y comenzó a alejarse de ahí, las lágrimas comenzaban a bajar.
Probablemente siempre dolería, no era culpa de nadie, a veces el destino se trazaba de manera inevitable, y honestamente la luna tampoco era culpable.
Uno de sus alfas había formado una familia antes de qué se presentará y ahora estaba negándolo, sí, era plenamente consciente de qué tenía dos alfas, aunque sólo ahora conocía a Kim SeokJin, esposo de su hermana DaeHyun y padre de sus dos sobrinos, uno más en camino.
Soltando un suspiro tembloroso se preguntó qué podía ser peor en ése momento... Y entonces sucedió, sus ojos se agrandaron al notar el delicado aroma a limón.
- ¡Hey, TaeHyung, estamos por aquí! -su vista se alzó de golpe a penas escuchó la voz de Jin, y comenzó a sudar.
Aquéllo era simplemente una broma, cómo sí quiera... La luna debía haber perdido la cabeza.
Porqué no había una jodida manera en qué Kim SeokJin y Kim TaeHyung... Fueran sus alfas, encima... ¡ésos dos eran hermanos!.
...
Había sido probablemente el vuelo más largo de su vida, finalmente había vuelto a casa después de pasar la mitad de su infancia, adolescencia y algo de adultez en Alemania, debido a qué su padre así lo había dictaminado.
Sin embargo, era grato volver y sobretodo para conocer a la mujer qué había robado el corazón de su hermano, estaba ansioso por conocer a sus sobrinos, aunque la playa no era de su agrado en absoluto.
Fue entonces qué sucedió, su nariz captó un suave aroma, era... Arándano, olisqueó un poco más antes de qué su vista se posará en un pequeño rubio.
Lo reconocía, lo había visto en las fotos que Jin enviaba sobre la familia Min, su ahora familia... Sus dientes picaron cuándo su lobo levantó la cabeza.
Casi cae de espaldas cuándo se percató de la situación, el rubio parecía estar en el mismo trance, él también lo sentía.
— Ome... —las palabras murieron en su boca cuándo su hermano sujetó su mano y le miró con furia amenazante.
— No, él no, TaeHyung —sus ojos enfocaron a su mayor, mil dudas en los mismos probablemente.
El pequeño rubio caminó dónde ellos, sus hermosos ojos gatunos mirando de uno a otro.
— Ahora no YoonGi, ve con tú madre —y sin embargo, esté pisoteo y miró cómo sí quisiera arrancarle la cabeza a Jin.
— Tú... Tú sabías, ¿verdad? —la temblorosa voz le hirió el pecho y no sabía porqué.
Con un tirón se zafó de su hermano y dio varios pasos, su lobo inmensamente feliz de haber encontrado a su omega.
— YoonGi, con tú madre, ahora —un rugido salió de sus labios al alejar a su hermano de su omega, sus dientes estaban a nada de arrancar cabezas.
— No lo toques, es mío, MÍO —su hermano le gruñó antes de sujetarle por el cuello con claros instintos animales.
— ¡Es mí Omega, también! —y cuándo escuchó varios jadeos y exclamaciones supo qué sólo era el inicio de sus problemas.
...
Podía escuchar la discusión a pesar de tener los oídos fuertemente cubiertos, su madre le llamaba... Sus ojos picaban ante cada cruel palabra qué salía de sus labios.
Jin sostenía a DaeHyun qué le acusaba de cosas qué no comprendía, TaeHyung le sostenía en brazos mientras intentaba calmarle.
Nadie parecía entender qué no era su culpa, la luna, la luna lo había elegido así, ¿por qué estaba siendo señalado entonces?
— ¡Puta! —el alfa peligris le sostuvo con más fuerza cuándo aquél grito de las dos mujeres qué suponía debían cuidarle lleno la estancia.
— M-Mamá —le llamó en un suspiro tembloroso antes de escuchar cómo está le rugía con... Odio palpable.
El Kim menor le apretó antes de gruñir por sobre todos y entonces sintió sus piernas debilitar, su omega se sentía débil y no sabía porqué.
— ¿No vas a decir nada? Están... Insultando a nuestro Omega —sus pequeños ojos llorosos enfocaron a SeokJin quién simplemente desvío la mirada hacía su esposa, hacía su hermana.
— Ellas tienen razón, esto no es normal, yo ya tengo a mí pareja... YoonGi no es mí omega —y sino lo era ¿por qué sentía qué su mundo se estaba derrumbando?, ¿por qué su omega gimoteaba en ése momento?
Su vista comenzó a nublarse, puntos negros aparecían y la oscuridad lo reclamó.
...
Parpadeó ligeramente cuándo su cabeza dejó de doler, abrió poco a poco sus ojos y entonces encontró unos ojos grises mirándole con preocupación y ternura desmedida.
Y entonces lo notó, no iban en auto, o caminando, se sentía cómo sí...
— ¿Por qué estamos en un avión? —le preguntó en un susurró, no sentía miedo, en lo absoluto, se sentía tan correcto.
Una sonrisa cuadrada le deslumbró a penas formuló la pregunta.
— Te estoy llevando a algún lugar qué solo nosotros conocemos... —y cerró los ojos ante las caricias.
Su omega parecía estar en trance, se sentía tan cómodo con su alfa pero entonces, ésa sensación... cómo sí algo le faltará...
¿Qué era ésa sensación?