Capítulo I

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Miró a su pequeño bebé con una pequeña sonrisa en ésos momentos, se miraba tan precioso mientras dormía, ajeno a todo el mundo.

Cada vez qué su lobo le miraba se sentía tan nostálgico y sabía la principal razón... Kim SeokJin.

Ah, quizá era una mala persona por hacer qué todo el peso de ésa decisión recayera en TaeHyung pero no encontraba la manera de hacerle saber qué era plenamente consciente de lo qué había sucedido.

Por suerte o quizá no tanto, TaeHyung había mantenido algunos recuerdos de su familia, sus padres, amigos cercanos, de su hermana DaeHyun había dejado recuerdos alegres y de SeokJin... tan sólo había dejado la efímera huella de amistad, de una relación seria entre el esposo de su hermana y el hermano pequeño de la misma.

Había borrado por completo el vínculo qué irremediablemente les unía y sabía qué su lobo estaba muy de acuerdo, queriendo protegerse.

Sin embargo, de alguna manera había dejado resquicios de su relación con SeokJin y los había defendido con uñas y dientes, sabía que lo había hecho por su bien pero él no iba a renunciar a su destino, iba a luchar por éste.

Y entonces el pequeño MinGyu le miró con sus hermosos ojos azul cobalto, justo cómo su padre y su corazón se calentó y antes de darse cuenta estaba dejando besos y besos en sus mejillas, su niño a la edad de tres años era por demás una adoración.

Quizá algún día tendría el valor de decirle a TaeHyung qué sabía todo, absolutamente todo.

...

— ¿Se lo vas a decir pronto? —sus ojos revolotearon hacía su amigo JiMin, el ligero aroma a chocolate del pequeño omega llenando la estancia.

Le dió una negación de inmediato y escuchó un suspiro de éste, en su defensa no era su culpa, tenía miedo, miedo de la reacción de su amado omega.

— Él no tiene porqué saber nada, absolutamente nada —fue su sentencia más clara que el agua, el pequeño rubio lo miró obstinadamente y sabía lo qué diría.

— DaeHyun ha estado hospitalizada durante más de seis meses, él debe de saberlo, Tae por mucho que odies a SeokJin él necesita a YoonGi, su omega —y de golpe alzó la mirada para gruñirle a su amigo qué retrocedió de golpe.

Intentando calmar a su lobo mordió su labio inferior, no podía hacer un escándalo sobre todo con su familia en casa.

— Renunció a ése derecho cuando permitió qué su familia le dijera cosas horribles, DaeHyun tiene lo qué se merece y más —y había tanta crueldad y seriedad en ésas palabras qué incluso se sintió mala persona.

— Tae, es su hermana... él debe de... —y la frase quedó inconclusa cuando unos hermosos ojos gatunos se asomaron por la puerta de su despacho.

Le dedicó una sonrisa antes de extender sus brazos, y cuándo lo tuvo en los mismos, sólo sonrió, porqué nadie ni nada les iba a separar y nunca... Iba a saber la verdad.

...

— Mamá ha llamado —y mordió su labio cuándo su alfa se tenso en sus brazos, debía ser fuerte, había tomado la decisión de volver a casa... había tomado la decisión de luchar por su felicidad.

— ¿De verdad? —miró sus facciones tan varoniles, no había ni una pizca de diferencia entre los hermanos Kim, y sí tenía que admitir qué extrañaba al hermano mayor, le anhelaba.

— Me gustaría, me gustaría viajar a Corea —y entonces sucedió, TaeHyung le miró con determinación antes de menear con la cabeza, cerrando el asunto.

— Bajo ninguna manera, aquí tienes todo, tú familia, tus amigos, no tienes alguna necesidad de volver —y suprimió a su omega qué estaba por bajar la cabeza.

— Ellos también son mí familia, me necesitan —los hermosos ojos azul cobalto le miraron antes de gruñir y alejarse, probablemente intentando controlarse.

Sin embargo, no iba a ceder en está ocasión, no lo haría.

...

Miró por los enormes ventanales de la mansión qué les pertenecía, el cielo azul de Escocia iluminaba el panorama, los terrenos se extendían incluso más allá de sus ojos.

Nadie sabía de aquél territorio qué había hecho suyo, para su familia, para proteger a su familia, no deseaba en lo más mínimo que algo le sucediera a su omega y a su hijo.

Y sin embargo, estaban ahí, YoonGi estaba aferrado a irse, y su corazón se rompía ante la idea, su omega deseaba volver con su familia, y sabía qué cedería porque lo único qué deseaba era la felicidad de éste.

— ¿Por qué... por qué no quieres qué vuelva? —y quería reír en ésos momentos, volviendo la mirada asintió cómo sí fuera ir a la horca y probablemente no estaba lejos de ello.

— Está bien, volveremos —y su corazón se oprimió un poco cuándo miró los ojos llenos de felicidad de YoonGi, y quería aferrarse a qué no era por SeokJin...

De verdad quería hacerlo.

...

La sala del hospital se sentía bastante lúgubre aquel día, un suspiro escapó de sus labios en ésos momentos mientras escuchaba los pasos de los médicos y enfermeras.

Frente a él estaba la habitación de su esposa, DaeHyun llevaba siete meses hospitalizada, quería decir qué podía culpar a alguien más pero no podía hacerlo... DaeHyun había sido la misma causante de su accidente.

Habían tenido algunos problemas en su matrimonio y cuando menos lo esperaba, sucedió, el auto de DaeHyun había sido embestido por un trailer en la autopista, ella... y su amante.

Ni siquiera sabía qué ella era capaz de hacer algo así, pensaba qué lo amaba, al parecer nunca había sido así, aún podía ver los rostros consternados de la familia de ella, llenos de vergüenza sobre todo.

La visitaba cada semana y es qué no podía descuidar a sus pequeños hijos qué preguntaban por mamá, ah, en verdad...

— ¡SeokJin! —su cabeza volteó al reconocer la voz chillona de su suegra, le miró caminar a grandes pasos en su dirección, parecía bastante agitada.

Una vez estuvo justo a su lado quedó en espera de saber qué había sucedido, su aroma era una mezcla de sorpresa y miedo.

— YoonGi, él... estará llegando mañana por la mañana, viene a ver a DaeHyun —y sus ojos brillaron una vez le hubiera escuchado.

Su lobo removió la cola bastante feliz ante la idea de ver a su omega, finalmente le había aceptado cómo tal y en está ocasión no iba a perderle por nada del mundo.

...

Admiró la tierna imágen de TaeHyung recostado en la cama y entre sus brazos MinGyu, su pequeño bebé estaba acomodado en los brazos fuertes de su padre, su lobo se sentía orgulloso de la pequeña familia qué tenían y sin embargo, faltaba una parte, aún se sentía ese vacío en su corazón.

Era plenamente consciente de qué se abrirían las compuertas una vez tomará la decisión de luchar por su otro alfa, porqué pensaba hacerlo en verdad.

Ya no era aquél niño que se dejaba pisotear por su familia, no era el niño tímido e inseguro, había crecido y no pensaba dejarse pisotear por nadie.

Miró de nueva cuenta a su familia y había un resquicio de inseguridad, cómo una premonición y entonces se preguntó, ¿estaba dispuesto a dejar a su familia en segundo plano para buscar la felicidad con su otro alfa?

Y honestamente... No deseaba saber la respuesta aún.

...

Muchísimas gracias por el apoyo.

Somewhere Only We Know [TaeGi & JinSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora