CAPÍTULO 1

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ACLARACIONES:

Esta es la segunda parte de ¡Apártate, asquerosa! Neville y tú. Así que, si todavía no la has visto, te recomiendo encarecidamente que vayas a leerla, se encuentra disponible en mi perfil @pacapachecoo

Este curso voy a añadir un POV de los personajes cada 4 o 5 capítulos. Los principales personajes de los que voy a hacer POV son: Patrice, Neville, Harry, Hermione y Ron. De vez en cuando añadiré personajes como Draco o Lavender Brown.

Lo último que quiero señalar es que agradecería que dejaseis un voto si os ha gustado el capítulo y un comentario si queréis sugerirme algo que añadir o cambiar de la historia :)

Dicho esto, comenzamos con la historia.

Patrice se levantó saltando de la cama. El gran día había llegado. Corriendo, se vistió en dos minutos, y, corriendo emocionada, bajó las escaleras de dos en dos. debido a su torpeza, que ya conocemos, la chica tropezó, y de no haber sido por su padre, que la cogió al vuelo, se habría dado una buena leche.

—¡Patrice!, ¿Cuántas veces te tengo que no bajes corriendo las escaleras? —Exclamó su padre, medio aliviado y medio enfadado —. Ya sé que hoy viene Neville a visitarnos, pero tampoco es para tanto...

—¡No lo entiendes, papá! He esperado todo el verano para que este momento llegase. Piénsalo, ¡Mi mejor amigo se va a quedar con nosotros hasta que empiece el colegio otra vez, en dos semanas! Alégrate de que solo me he caído una vez y no cincuenta.
El señor Lewis soltó una pequeña risa. Cada día le sorprendía más la personalidad de su hija. Se parecía tanto a la de su madre...

Pasaron dos horas y la pequeña Patrice ya se encontraba desayunada y perfectamente arreglada. Se sitúo en el jardín de su pequeña casa, donde Neville le había dicho que iban a encontrase. Según la última carta que la chica había recibido de su amigo, el chico y su abuela iban a venir aquí en... Exactamente cinco minutos, y su abuela era tan estricta que la chica dudaba que llegasen tarde.

Patrice se sentó a jugar con Batata, su mascota para matar el tiempo, pero cada segundo se le hacía interminable. Miró el reloj que la había regalado su compañera Lavender Brown el año pasado. Quedaban cuatro minutos. Batata chupó la cara de su dueña, al ver que esta se encontraba muy nerviosa. Patrice tiró el juguete favorito de Batata, y la pequeña perrita corrió a recogerlo. Tres minutos y Neville estaría allí. Dos minutos... Nada. Patrice estaba tan nerviosa que se levantó y empezó a correr alrededor del modesto jardín. Un minuto... Cincuenta segundos... Dentro de la casa se oía canturrear al señor Lewis, mientras limpiaba. Treinta segundos... Jack paró de tararear. Diez segundos. Patrice entró a la casa, pues había empezado a oír unos extraños ruidos. Patrice llegó al salón a falta de cinco segundos para la llegada de su mejor amigo. Los ruidos provenían de la chimenea. Al lado de su padre, Patrice empezó la marcha atrás:

Cinco...

Cuatro...

Tres...

Dos...

Uno...

A Patrice se le paró el corazón. Durante un par de segundos. La casa se sumergió en un silencio absoluto. Inmediatamente después, unos polvos comenzaron a salir de las chimeneas, esos polvos se convirtieron en una especie de humo verde-azulado que hacía un ruido ensordecedor. Patrice se colocó detrás de su padre. Parecía que iba a haber una explosión en cualquier momento, pero, enseguida, Patrice oyó la voz indistinguible de su mejor amigo:

—¿Hola? ¿Hay alguien aquí?

Patrice salió de su escondite, y, entre todo el humo, descubrió a Neville. Se abalanzó sobre el pelinegro. No podía creer que estaba abrazando a su mejor amigo. Los niños fueron enseguida interrumpidos por la señora Longbottom, que entró con aires de suficiencia a la sala.

Otro año más juntos. Neville y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora