Los años pasaron, ambos pelinegros ni siquiera se dirigían la palabra, y si así era, de seguro por algún insulto o burla
Pero Stan lo veía. Aquel chico amante de las estrellas quien ensucio a su novio para encontrar un pretexto para besarlo
—Que marica—entrecerró un poco los ojos y hacia gesto de asco, le empalagaba la escena
—Stan~—Llamó dulcemente la chica de boina rosa a su novio—Di "Aahh"—Acercó su cuchara hacia su mano, quien, al verla le vomitó encima
—¡Stan!, ¡Lo habías superado!—Agarró una servilleta y limpió su rostro con asco—mEpEr d0nAs?—la contrario solo río
Finales separados
Pero felices