Rocket recuerda sentir la mirada en su espalda cuando se estaba cambiando de camiseta.
Había estado trabajando en algunos prototipos de armas en su mesa de trabajo, la que justamente se encontraba a algunos metros de la celda, la cual estaba sostenida por barrotes eléctricos de color azul que podían provocar quemaduras de tercer grado dependiendo de la potencia en que estuvieran puestas.Nadie se atrevería a tocarlas.