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El día de tu cumpleaños, me invitaste a un bar para tomar algo tranquilo con vos y algunos amigos tuyos.

Al principio me negué, pensando que iba a estorbar pero no me hiciste caso y me pasaste la dirección y el horario.

Me miraste y me dijiste:

"es importante que estés ahí"

Con eso me convenciste, así que cuando llegue a mi casa me empecé a preparar.

Cuando llegue al bar se respiraba un buen ambiente, gire la cabeza para buscarte y te vi alzando la mano y llamándome.

Mientras me acercaba te contemplaba, estabas hermosa y tus labios pintados de rojo resaltaban más tu sonrisa, eso hizo que me pusiera nerviosa y más cuando me abrasaste y me dijiste en el oído que estabas feliz de verme, en ese momento un escalofrió recorrió mi espalda y pude jurar que sonreíste.

Cuando te separaste de mí, recién ahí me fije en el resto de la mesa. Todos me miraban esperando a que me presente y con una sonrisa, no tan hermosa como la tuya, dije mi nombre.

El bar al rato se empezó a llenar y en nuestra mesa las copas iban y venían, las conversaciones se entremezclaban y tus amigos cada vez me caían mejor.

Cada tanto nuestras miradas se topaban, esa vez se sentía distinto como si estuviéramos coqueteando o algo así.

Tus amigos fueron a bailar y al rato nosotras los seguimos aunque nos apartamos un poco.

Nuestros movimientos parecían sincronizados y nuestras miradas no se separaron.

Te vi girar y reír mientras me mirabas, y yo hacía lo mismo.

Poco a poco nos fuimos acercando, acariciaste mi mejilla y yo hice lo mismo con vos. Cuando nuestras bocas estuvieron a unos centímetros de encontrarse, me miraste como si me fuera a arrepentir. Lo que no sabías es que desde el primer momento que vi tu sonrisa quise besarte.

Al ver que yo no me iba a alejar ni arrepentir, sucedió.

Cuando nuestras bocas se pegaron y empezamos a probarnos, sentí vértigo.

Sentí euforia.

Tus labios eran suaves y adictivos.

Nos besamos hasta quedarnos sin respiración y cuando nos separamos sonreímos para después volver a besarnos.

Ese fue uno de los mejores besos que tuve pero los que siguieron fueron mejores.

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