Un día más con la misma rutina de siempre, levantarse temprano con los gritos agudos de mi madre.
-Stefanía Levántate para ir al cole
Acto seguido ella llamaba a mi hermano, a mí me gusta quedarme unos cinco minutos más en la cama, ya que cuando me destapaba, me daba frío, mi cama estaba al lado de la ventana y podía ver cómo el día iba empezando, así me levantaba media hora antes de las seis, con mi cabello hecho un nido, mirando con mis ojos lagañosos a mi madre que me apuraba mientras ella hacía el desayuno.
Me duchaba yo primero y mi hermano entraba después de mí, estábamos en la semana de Olimpiadas internas del colegio, yo era la arquera, me puse mi uniforme y el calentador de gimnasia, me peinaba con el mismo peinado de siempre, una media coleta alta y a medio desayunar porque mi padre también decía que nos apresuremos. Mi padre, aunque es ingeniero, acabó siendo taxista, como hay muchos profesionales hoy en día en mi ciudad que no ejercen su profesión. Lo malo de mi padre es que anda con otra mujer y esa mujer tiene una hija que va por desgracia al mismo colegio al que yo asisto, así que nos lleva desde hace dos años revueltos con ella.
Cuando entraba al colegio me dirigía a sentarme a las banquetas que estaban frente a las aulas de clase, a esperar a unos amigos de otro salón, últimamente estaba acompañada de ellos porque me gustaba un chico de su salón, y pues yo como soy una chica gordita y desarreglada, obviamente no le gustaba y luego me enteré que tenía novia e inmediatamente me desinteresé de él. Como había llevado mi celu y unos auriculares, me puse a escuchar música de mi grupo favorito Il Volo, al rato llegó Mariana, con el uniforme de su equipo, nos saludamos se sentó y como no soy muy conversadora, nos quedamos en silencio, pero yo escuchaba música.
Rato después llegó Adrián, él es gay y lo conocí hace dos años, se podría decir que es mi mejor amigo , mi amiguis para ser exacta, le sonreí y me quité mis auriculares.
-Hola Stefy , hola Mariana– nos dio beso a cada una
-Hola – respondimos a coro –
-Hoy te toca jugar contra las de nuestro salón verdad? –pregunta Adrián
-Si, pero no me dejaré hacer ningún gol –le dije sonriente-
-Yo te haré cinco –responde Mariana decidida-
-No ya verás que no
-Eso está por verse, déjate hacer uno – sonríe
-No, no debo fallarle a las de mi salón y quiero una medalla –le respondo con una sonrisa.
Conversamos un buen rato e iban llegando chicas y chicos del salón de Adrián y Mariana a sentarse con nosotros, hasta que dieron las 7:30, hacía frío y era hora del primer partido del día. Yo no tenía que jugar, pero el equipo de Mariana sí, así que les hice barra a pesar que el tercer partido iba a ser contra ellas. Ellas ganaron por dos goles a uno, su arquera era buena, medio preocupé por que las de mi equipo no eran buenas pateando al arco, excepto una, Karla , ella estaba jugando basketball con las otras chicas de mi equipo, pero me quedé con Mariana y Adrián porque no soy buena en basket. Dieron las 9:00 am y jugamos contra ellos. No hubo goles, pero nos cansamos y me raspé una rodilla, mis mejores amigas me estuvieron haciendo barra sólo el primer tiempo, luego, se fueron al estadio del colegio a hacerles barra a los chicos de nuestro salón que también estaban jugando.
Cuando finalizó mi partido, fui a buscarlas al estadio, había una puerta de entrada muy angosta por lo que sólo podíamos entrar o salir uno a la vez. Iba a entrar, pero tuve que esperar a que un chico saliera, sólo lo medio miré y volví a mirar el suelo, tenía esa manía.
- << y si no están aquí y están en el salón? >> -pensé
Así que volví a salir y el mismo chico que acababa de salir cuando yo entré, volvío a entrar, Tenía el cabello largo al estilo hongo, pero no me fijé mucho en él por pensar en mis amigas y el fastidio de tener que subir hasta el segundo piso, donde quedaba mi salón. Salí y el entró, ya estando afuera miré hacia mi salón, habían dos compañeras en el balcón.
- JAZMÍN MIS AMIGAS ESTÁN ARRIBA? –Le grité
- NO ACÁ NO ESTÁN – respondió
-<<Que mierda, dónde estarán>>
Decidí volver a entrar al estadio, ya que estaba cerca, y el chico que había entrado hace un momento, volvía a salir, miré sus ojos y sus labios, pero él no me miró.
-<< Tiene unos lindos ojos , y bonitos labios>> -pensé
Entré
-<< Y si vuelvo a salir para verlo mejor? Mmm…. No pierdo nada>>
Empezaba a salir y por coincidencia de la vida él también volvía a entrar, casi nos chocamos, nos miramos , me asusté pero casi sonrío, salí yo primero.
- -Nerviosa- <<Mierda! Solo esto me pasa a mí por andar de babosa, y lo peor que me he topado con él 4 veces, espero no piense que lo estoy siguiendo>>-sonreí por los nervios
Así que para aparentar tapar mi última metida de pata, compré una botella con agua y decidida a buscar a mis amigas en las gradas del estadio que estaba lleno, tomé un trago de agua e iba a volver a entrar, esperando que el chico no me viera, Para desgracia Salió cuando yo estaba cerca de la puerta me miró y siguió su camino y entré corriendo y me dije << de aquí no salgo nunca>>
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No te dejaré de amar
Teen FictionLas personas a menudo tienen una historia de adolescencia para contar, porque para bien o para mal mediante ellas aprendemos y maduramos. Esta es la vivencia de mi adolescencia y pre adultez con Alexander, el amor de mi herida, cómo perdí el amor de...