I. La bufanda

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Millones de milenios atrás, los dioses crearon el mundo tal cual nosotros lo conocemos... Morthroa, Diosa de la tierra creo los terrenos y montes enormes que recubren todo el entorno, Jothognir dio vida a la flora, creando pasto, flores y sus mayores creaciones, el Yathenir y el gran Árbol Jothognir, este tambien apodado por Mortheo "el árbol de la sabiduría".

Forcanom tras un gran grito creo el cielo y con ayuda de Mortheo, cual rayo de luz, junto a su fiel ave de fuego cruzo el cielo girando alrededor de el, mientras una gran luz se generaba a lo lejos del mundo... El sol había nacido, al pestañear por un segundo también creo a su hermana, la luna, el ojo del anochecer. Claronty uso su gran lanza con fuerza, ensartandola en la tierra, abriendo grandes grietas las cuales se llenaron de agua y usando su sangre creo las nubes.

Por ultimo, el más viejo de ellos y su rey, Kateoz, con tan solo pisar el césped recién vivo, creo a los millones de animales en todo el mundo y más tarde a los seres humanos. Al terminar, los dioses subieron al cielo en forma de luz y de una gran explosión de luz crearon los reinos que pronto serán gobernados por sus creaciones...

Todas sus creaciones parecían salir exitosas, pero un día, milenios después de el inicio del mundo, Mortheo y el hijo más odiado de Kateoz, Kothe, el Dios de la sangre, decidieron darles una protección a los humanos y crearon a las criaturas abismales, seres horribles, de gran ira contenida y odio por todos.

Kateoz al enterarse de ellos, los desterró del mismísimo reino de los dioses a el abismo más profundo en toda la tierra...

Pero eso no era todo, los seres salieron de ahí, escaparon y destrozaron el mundo, dejándolo casi arruinado, actualmente siguen al mando, junto a una de las criaturas más listas como líder, Shekia, el rey del abismo y el que juro destruir todas las creaciones de los dioses y a los dioses en si, para concretar su venganza, gobernando así al mundo entero...

Actualmente las cosas se encuentran así, somos aterrorizados por las criaturas y su rey, y nadie los puede detener...

en una sala de un acogedor hogar un libro se cierra con delicadeza y un suspiro de agotamiento se escucha

"Espero te haya gustado el cuento, querido hijo" dice una madre a su hijo.

El niño responde "mamá ¿Tu crees que esas criaturas podrían ser detenidas de alguna forma?".

"Si el que lo haga tiene un corazón grande y un deseo por salvar vidas, lo podría lograr" con dulzura y una sonrisa dice la madre del niño.

Ambos se dan un calido abrazo. El niño, muy feliz se va a su cuarto, dispuesto a descansar después de un largo día viendo a los soldados entrenar y de los cuentos de su madre.

En su descanso, su sueño se torna oscuro, una voz calmada recorre sus oídos y unas manos delgadas toman sus brazos con cuidado. "Niño, se que tu y yo nos conoceremos, no puedes verme, tampoco yo a ti, pero tengo claro que nuestros destinos se guían al mismo camino". La voz se deja de oír y el sonido de cadenas chocando con el piso se hace presente, acompañados de una risa.

Años después de lo ocurrido, Effím, el niño, ha crecido y ha estado entrenando durante todos esos años. Él se encuentra descansando junto a su ya anciana madre.

"Effím hijo mío ¿Has oído que dos reinos fueron destruidos y devastados por algo que nadie sabe? Dicen que fueron unos peligrosos bandidos junto a un líder temible, ten cuidado porfavor," dice la madre, Sharo, visiblemente preocupada.

Dark CrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora