Vendido a Min Yoongi | yoonmin traducción.

Capítulo diecisiete.

Capítulo diecisiete.

Park Jimin.

Con un nombre como Marta, esperaba un tipo de ama de llaves mayor y desaliñada con un moño gris y zapatos comunes, ciertamente no la rubia de veintitantos que aparece con un lindo vestido de verano y sandalias de tiras con una bolsa de Chanel colgada sobre su hombro.

—¿Jimin? —ella pregunta, quitándose las grandes gafas de sol que cubren sus ojos.

—Sí. ¿Marta, supongo?

Ella asiente y extiende su mano. —Necesitas renovar tu armario, ¿no? —Su mirada recorre mi cuerpo, observa la ropa holgada de Suga y se muerde el labio. Luego saca un par de pantalones cortos de jean y una camiseta sin mangas de su bolso y me los entrega. —Yoongi dijo que necesitarías algo prestado para hoy.

—¿Yoongi? —Pregunté, aceptando la ropa.

Sus cejas se juntan. —¿Min Yoongi? El hombre en cuya casa te quedas.

Asiento con la cabeza. Min Yoongi Incluso su nombre es sexy. Sonrío cuando recuerdo que Jihoon lo llamó Yoongs esta mañana.

—La mayoría de su personal lo llama señor Min —. Ella se encoge de hombros. —Pero él es sólo Yoongi para mí.

Interesante. Me pregunto qué más es ella para él. Es pequeña y hermosa con su piel bronceada y rizos rubios y me siento cohibido en su presencia.

Cuando regreso del baño de invitados por el pasillo, estoy vestido con pantalones cortos y una camisa de seda, me siento agradecido por tener algo que ponerme, incluso si están un poco apretados, luego voy por mi teléfono y mis zapatos hacia arriba.

—¿Listo? —ella pregunta.

Asiento y la sigo afuera hacia la brillante luz del sol.

Me subo al pequeño auto deportivo rojo convertible a su lado, tirando de los pantalones cortos, demasiado cortos, hacia abajo en mis muslos.

Presiona un botón cerca del espejo retrovisor y el techo baja y se pliega cuidadosamente en el maletero. Creo que tendré que acostumbrarme a mi nueva vida en Los Ángeles.

—¿Cómo dijiste que conocías a Yoongi? Fue un poco vago en los detalles —, pregunta ella, saliendo de su mundo privado.

Repito la historia en la que él y yo nos decidimos y ella asiente sin preguntarme.

—¿Qué dijo Suga, quiero decir, Yoongi acerca de mí? —Pregunto.

—Dijo que te quedarías un tiempo y que necesitarías casi de todo.

—Oh —Me callo mientras miro el recorrido panorámico que estamos haciendo, recordando la llamada telefónica con mi madre.

—Escucha, Jimin, sé que no es mi lugar hacer esto, pero si estás en algún tipo de problema, si necesitas algo, incluso un amiga para que te escuche, estaré feliz de ayudarte.