Celos

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Después de un día por demás apasionado, Jean regresaba a su aburrida rutina de siempre pues el condenado pelicastaño ese resultaba ser Ing. Civil y únicamente estaba ahí ese par de días, el muy idiota ni su número le dio es más ni siquiera un "nos vemos pronto" le dijo.

-Ya Jean, no es para tanto. Velo de esta manera, si no te dio su número ni te dijo nada es porque no es para ti. Qué tal si está casado o si tiene novio-Armin miraba lo alicaído que estaba su amigo.

-Si estuviera casado traería un anillo de bodas y si tuviera novio pues no se hubiera ido conmigo a joderme todo el puto día-Armin estaba algo preocupado por su amigo pues lo notaba diferente.

-Te enamoraste-Armin tomaba una charola en la que coloco una botella con champaña y algunas copas.

-No, desconozco ese sentimiento. Más bien creo que congeniamos y creo que es por eso que me sorprendió algo que se fuera así como llego-Armin no estaba del todo de acuerdo pero no dijo nada más.

-Es viernes y pareciera que hoy es un día tranquilo, lleva esto a la mesa siete-Jena asintió muy a fuerza.

Se colocó la charola en su mano derecha y camino en dirección a dónde estaban sus clientes. En el camino vio a alguien que llamo su atención y ese era Marco que estaba ahí saludándolo como si nada, el ojimiel simplemente fue a la mesa y dejo lo que le habían pedido para después indicarle muy disimuladamente a su ex que lo esperaba en la puerta de la salida.

-¿Qué haces aquí Marco? Este no es un buen lugar para que vengas a merodear-El pecios estaba algo intranquilo pero pese a ello se armó de valor.

-Jean quiero que me des una segunda oportunidad, sé que no soy tan bueno como lo esperabas pero te prometo que si regresas conmigo puedo mejorar-El ojimiel estaba con los brazos cruzados escuchando a su ex novio.

-Marco eso ya es cosa del pasado, deberías intentar rehacer tu vida con alguien más-El pecoso saco un ramo de rosas que mantenía oculto y se lo entrego a Jean.

-Es que yo te amo y no concibo mi vida sin ti ¿ya tienes alguien más?-Jean recibió las rosas que eran bastante bonitas, recordó a Eren y suspiro algo desanimado al saber que probablemente ese chico no regresaría a su vida.

-No, estoy solterito-Acerco su rostro a las rosas y dejo que el aroma de estas llegara a sus fosas nasales.

-Entonces regresemos, por favor-La mirada de Marco pareciera la de un perrito desolado junto a la carretera que lleva a algún desierto.

-Ah-Suspiro con pesadez-Esta bien, supongo que no pierdo nada al volver contigo peor de una vez te lo advierto Marco no me agrada que me visiten en mi trabajo.

-¡¡Gracias!! Te prometo que no te defraudare-El pecoso se acercó a Jena y le dio un beso-Te esperare por allá.

-Ok-Jean entro de nueva cuenta a su trabajo, dejo el ramo de rosas sobre la barra del bar y Armin lo miro sin decirle nada.

La noche siguió su rumbo hasta que finalmente Jean salir del trabajo y como se lo dijera su ahora novio ahí estaba esperándolo, subieron a un automóvil que tenía el pecoso ese y se fueron directamente a la casa de Marco.

Y mientras Jean volvía a su vida cotidiana, Eren llegaba a su nuevo destino que resultaba ser un poblado algo alejado de la mano de dios en donde el chico debía ver los terrenos en los que construirían una escuela.

-Te ves algo decaído ¿es por Levi?-Preguntaba Mikasa, su fiel amiga y para su mala fortuna prima de su ex novio.

-¡¡No, que va!! A ese ya lo supere-La azabache se quedó asombrada por la manera en la que su amigo se expresaba.

"Do it again"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora