Sus ojos transmitían paz, aunque a veces se bañaban en llanto ¡y que espanto era ser ella! Aunque fue una mujer muy bella su pasado le hacía mella.
Ella era una rosa, tan frágil y hermosa, tan llena de alegría y al mismo tiempo vivía en una relación con la melancolía.
Liada en sus cosas, dañando con sus espinas a las demás rosas, rozando heridas que creía ya no existían.
Existían recuerdos que le dolían pero decía que la muerte se ocuparía de aliviar su vida.
Vida sin vida era en la que vivía, aferrada a sus recuerdos, al pasado, al sentimiento enterrado en su frío y desolado corazón.
Corazón dañado, lleno de cicatrices y malos amores que lo fueron devastando, que la fueron torturando hasta destrozarlo.
Y destrozaron su corazón, lastimaron sus sentimientos y quemaron su ser dejando solo cenizas de su alma.
Almas negras la rodearon, la hicieron sentir inferior, le hicieron creer que no valía nada y así fue como lentamente se fue muriendo.
Y murió, se fue apagando de a poco, dejó de llorar por cosas que le dolían y nunca más sonrió por las cosas que la hacían feliz. Le mataron el alma, le robaron sus sueño, la dejaron morir en medio de un infierno.
La dejaron sin recuerdos, pero quedaron los recuerdo de una mujer sin vida, sin alma y perdida.
Y solo quedaron los recuerdos, los recuerdos de una mujer lastimada.
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Poemas. [2]
Poetry«Las lágrimas son la lluvia del alma que se escapan por nuestros ojos»