Obey me - Traducciones

Real Academia de Diavolo

Aclaraciones: En el juego no se especifica género del MC o protagonista por lo que lo mantendré así en la traducción (en la medida de lo posible). También evitaré ponerle nombre, T/N o rayita.

¿Dónde estoy? Es lo primero que viene a tu mente cuando al abrir los ojos te encuentras en una especia de corte. Varios hombres te están observando.

El hombre sentado en el lugar que ocuparía un Juez, comienza a hablar – Bienvenido a Devildom.

Tiene apariencia joven, una piel ligeramente bronceada, su cabello es castaño rojizo y sus ojos de color ámbar, de mirada amable, se fijan en ti. – Oh, discúlpame. Debes estar confundida ¿cierto? – Pregunta con una sonrisa – Bueno, es comprensible. Acabas de llegar, después de todo.Siendo un ser humano, puede que te tome algo de tiempo ajustarte a las cosas, aquí en Devildom.

– ¿Devildom? – Preguntas en medio de tu confusión.

– Exactamente. El Reino Demoniaco. Veo que aprendes rápido – Ríe con gracia y continúa – Supongo que comenzaré por presentarme, mi nombre es Diavolo. Soy el gobernante de los demonios y todos aquí me conocen. Algún día no muy lejano seré coronado rey de Devildom. –

Explica con calma – Esta es la Real Academia de Diavolo... Aunque sólo le decimos RAD. Te encuentras en la sala de asambleas en este momento, el corazón de la RAD. Aquí es dónde los oficiales del consejo estudiantil tenemos nuestras reuniones y resolvemos nuestros asuntos. Soy el presidente del consejo.

– ¿Por qué estoy aquí? – le preguntas manteniendo la calma.

– Yo te explicaré eso – Un chico de cabello negro y ojos rojos comenta, con porte bastante serio. Lleva un saco igual al de Diavolo (que al parecer es uniforme) sólo que este es en color negro, mientras que el de Diavolo era rojo.

– Éste es Lucifer. Es un demonio y personificación del orgullo. También es el vicepresidente del consejo y mi mano derecha... no sólo de nombre, te lo puedo asegurar. Además de eso es mi amigo más cercano.

– Los halagos no te llevarán a ningún lado, Diavolo. – Respondió Lucifer con tono desalentador. – Hablando de parte de todo el cuerpo estudiantil es esta gran e histórica academia te ofrezco la más cordial bienvenida.

– Responde mi pregunta – contestaste con la mayor calma posible.

– Interesante – Habló Lucifer con una sonrisa – Este humano es bastante diferente de Salomón. – Retomó su porte serio para contestar – Diavolo cree nosotros, los demonios, necesitamos comenzar a estrechar lazos con con ambos, mundo humano y Reino Celestial; como un primer paso hacia esta meta hemos decidido establecer este programa de intercambio, enviamos a dos de nuestros estudiantes al mundo humano y dos al Reino Celestial y recibimos a cuatro estudiantes en nuestra escuela: dos de tu mundo y dos del Reino Celestial. Así que, imagino que ya ataste cabos para este punto ¿cierto?

Sonrió de nueva cuenta – Fuiste elegido de entre todos los humanos en tu mundo para participar en nuestro programa. Eres el último estudiante de intercambio. El tiempo de tu estadía será de un año. Tendrás que hacer las tareas que se te asignen en la RAD. Despues de un año, escribirás un ensayo acerca de tu intercambio aquí en Devildom.

– ¿Un ensayo? – preguntaste con cara de espanto sin tener en claro que era lo más aterrador de todo ello.

– No te estoy pidiendo que escribas la tesis de un doctorado. Puedes tomarlo con calma. – La sonrisa en el rostro de Lucifer al decir eso no hacía nada por tranquilizarte – No me mires así, no es como que voy a abandonarte a tu suerte en Devildom. Necesitas de alguien que cuide de ti y creo que ese alguien puede ser mi hermano Mammon. Es la personificación de la Codicia y... ¿cómo debería decirlo...? Oh bueno, ya lo entenderás.

Lucifer te entregó un dispositivo, muy parecido a tu Smartphone – Ten, este dispositivo se llama D.D.D. es algo como los teléfonos que tienen en tu mundo. Será tuyo para utilices durante tu estadía. Ahora vamos, intenta llamar a Mammon con él.

Se escuchaba timbrar justo como lo haría una llamada normal de celular.

– Hey – Escuchaste la voz del otro lado de la línea

– Hola – Dijiste lo más natural que podías en esa situación

– ¿Eh? ¿Quién diablos eres? Tú no eres Lucifer – respondió en tono molesto.

– Soy un humano – respondiste de nuevo entendiendo cada vez menos su actitud.

– ¿Qué? ¿Un humano? Maldición, me dieron hasta escalofríos al pensar que pudiera ser Lucifer de nuevo. Debiste decírmelo al momento. Entonces, ¿Qué se supone que quiere un humano con el gran Mammon

– Estaré a tu cuidado a partir de ahora – contestaste con algo más de seguridad.

– Claro que no, no gano nada con ello. No sé ni lo que quieres decir con "estar a mi cuidado". ¡Ah! Ya entendí eres el otro humano, el nuevo estudiante de intercambio. – dijo algo sorprendido – Buena suerte con ello, nos vemos – Canturreó al teléfono con intención de terminar la llamada.

– Lucifer quiere hablar contigo – dijiste pasando el teléfono.

– Lo que sea – contuvo su risa – ¿Crees que el gran Mammon te escucharía sólo porque intentas asustarme con ese nombre?

– Tienes diez segundos... nueve... ocho... – Esta vez fue Lucifer quien habló.

– Sí, señor, hermano mayor – la voz fue tan altaque la escuchaste a pesar de estar lejos del teléfono. Luego terminó lallamada.