Taehyung trabaja unas cuatro veces a la semana en la tienda en la que vio al chico que tanto lo había inspirado. Y por lo que se ve, cuatro veces en siete días no eran suficientes para el poeta, pues se pasaba el día paseando por ella, esperando que esos ojos brillantes se volvieran a pasar por allí.
Llevaba tres días visitando la tienda, cuando lo vuelve a ver. Es un viernes, por la tarde. Hay nubes cubriendo todo el cielo, y el frío es estridente e incluso doloroso. Taehyung se encuentra sentado al lado de la caja, hablando con Chungha de temas triviales, cuando, unos ojos curiosos se asoman por la puerta, saludando con una sonrisa.
"Hola..." Dice el chico, aunque esta vez sí que entra sonriendo. Es una sonrisa algo fingida, y desaparece enseguida, pero Taehyung por fin puede inspirarse de esos labios curvados, algo que llevaba esperando toda la semana.
El poeta se queda sentado en su lugar, observando fijamente los labios del joven. Se da cuenta de que están algo cortados y resecos. Pero debe ser por frío, piensa, pues, teniendo en cuenta el cuidado con el que el menor camina, se acerca a las personas, y es, en general, debe también cuidarse sus labios.
Una vez memoriza los rosados belfos que tiene cada vez más cerca, pasa a observar la ropa que este lleva. Un suéter de cuello de tortuga cubre todo su torso y cuello, y unos guantes, sus manos. Luego, sus piernas están cubiertas con un pantalón negro, algo pegado a su cuerpo. Y finalmente, unas zapatillas Adidas, algo sucias y rotas, hacen lo mismo con sus pies.
Cuando se da cuenta, el menor está enfrente y realmente cerca, y lo mira incómodo. Y claro que lo mira así, pues ha estado mirándolo de arriba a abajo desde que ha entrado. El poeta sonríe incómodo, yendo detrás de la caja junto a su compañera, susurrándole "este es el mío" junto con un guiño.
"Buenos días" le dice alegre, mirándolo con su característica sonrisa cuadrada. "¿Qué quieres?"
"¿Tienen hielo?" Dice en un tono suave. El poeta no es psicólogo, ni mucho menos sabe algo sobre la manera de comunicarse del cuerpo humano, pero sí sabe que cuando el chico empieza a morderse el labio, comienza a sentirse ansioso, o nervioso. Así que asiente rápidamente, otorgándole la bolsa de cubitos de hielo rápidamente.
"¿Algo más?" Pregunta el pelinegro, intentando poder observarlo durante más tiempo, pero el tímido chico niega y se da la vuelta. Parece que quiere irse, que tiene prisa. Taehyung se rinde y lo deja ir. Aunque, antes de que salga, abre la boca.
"Tus ojos riman con vida y... tus labios se estiran cuando sonríes."
El chico se queda quieto. Piensa en que el dependiente es un atrevido. Que lo mira demasiado. Pero que es cierto lo que dice, y sonríe, y aunque el poeta no lo vea, sabe que lo está haciendo.
Al menos algo bueno ha pasado hoy, piensa el chico. Y se va, alejándose de los atentos ojos del Kim, y aunque no sabe cuándo se volverán a ver, siente que será pronto.
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La musa que lo cuida.
FanfictionTaehyung es un poeta. La literatura hace brillar sus ojos, le hace volar. Las rimas son su vida, y la poesía marca el rumbo que debe llevar pera vivirla, como un mapa. ¿Qué tan lejos puede llevarle, si la criatura de sus escritos empieza a declararl...