capítulo 24

681 45 1
                                    

Llegamos a Seúl, todo estuvo tranquilo hasta que DongHae se dirigió a la empresa de Leeteuk, tenía miedo y no sabía por qué creía que en cuanto me viera entrar Leeteuk me mataría o algo como eso.
La oficina de Leeteuk era enorme, un edificio de veinte pisos al entrar todo era en tonalidades blancas y negras.
Las recepcionistas eran mujeres muy hermosas, y todos los hombres tenían trajes.
Me miraron raro ya que tenía ropa de hombre y cubri mi cara con un tapabocas y mi cabello lo oculte con una gorra.
Al vernos entrar, todos se reverenciaron al ver a DongHae. Y este solo se limito a inclinar un poco la cabeza.
Al llegar al elevador mis manos temblaban, en qué está pensando cuando acepte tal cosa como está.
DongHae me miro y solo me abrazo.
- Tranquila no va a pasar nada, te voy a proteger después de que me ayudes. - me dijo con voz serena, sin embargo aún no me gustaba la idea si traicionaba la confianza de Leeteuk como iba a confiar en Hae y Heechul si por ellos estoy metida en esta situación.
Llegamos al último piso y DongHae me dijo que esperara afuera.
El entro, todo estaba en silencio.

- Hijo de puta, te presentas solo así.
- Si, siempre cumplo mis promesas.
- Creí que eras mi amigo, ¿por qué hiciste eso?
- Solo diré que es un placer volver a verte, además de advertirte de que si me matas no volverás a ver a Aileen y por último que quiero los contratos con Sweet Home.
- No obtendrás nada de mi, no creas que saldrás vivo de este edificio.
Saco un arma y apunto a su dirección.
- Adelante mátame, si te interesa Aileen me la pensaría dos veces, mis hombres tienen la orden de matarla si no llegó. Así que tú decides.
- Sal de aquí.
-Eso me gusta, bueno si no me das los contratos y acuerdos los conseguiré por las malas.
Salió de la oficina, jalando a Aileen del brazo.
En ningún momento la chica dijo algo, solo se limito a seguirlo.
- ¿Ahora a dónde vamos?
- Tu irás a casa.
- ¿A casa?
- Si necesito que estés en la casa de Leeteuk para que encuentres los documentos que necesito.
- Entiendo.
Llegamos a el edificio y este se estacionó al frente.
-Mucha suerte, nos vemos en una semana, si logras tenerlos antes de la semana márcame. Vendré por ti.
salí del auto y camine aun poco, bajo el vidrio del copiloto, por inercia volte a verlo.
- Aileen, ten mucho cuidado.
- Si.
Arranco el auto y entre al edificio.
Al llegar vi a muchos hombres fuera de la puerta del apartamento. Todos me miraron hasta que se asomó un hombre un poco bajito.
-¿Aileen?
- Si, ¿Qué está pasando aquí?
- Te estábamos esperando.
El hombre abrió la puerta y me dejó entrar mientras que marcaba a alguien.
- Señor. Ella ya está aquí.
Fue lo última que escuche por qué cerraron la puerta.
Corrí al dormitorio y baje con cuidado la mochila que traía.

Cuando hayas encontrado todos los papeles que necesito, enciende esto. Tendrás diez minutos para salir antes de que explote el edificio. Te estaré esperando en el auto a dos calles de aquí.
Hasta entonces haz lo que Leeteuk te pida.

Tenía órdenes claras y presisas Heechul y Hae confiaban en mi. Pero tenía miedo a qué algo malo pasará y si Leeteuk se enteraba.

Trate de tranquilizarme, y esconder la mochila muy bien. Encontrar un rincón de la casa donde Leeteuk nunca buscará.

Después de esconder la mochila me senté en el sillón y espere a que Leeteuk llegará tenía que actuar muy convincente o sospecharía algo.
A la hora se escuchó abrir la puerta y era el.
Corrí a el y comencé a llorar creí que no podría hacerlo pero me equivoqué algo en mi solo se activo. De verdad lo extrañaba o solo lloraba por remordimiento de conciencia.
- ¿Te hicieron algo esos malnacidos? - Este me abrazo, era cálido su abrazo.
Solo movió la cabeza afirmando, si decía que no sospecharía.
- ¿Qué te hicieron?, ¿te tocaron?
Llore más fuerte, nunca creí que tendría que hacer esto y menos a Leeteuk.
- Hae abuso de mi y lastimó a mis padres para traerme a Seúl. -
Leeteuk se veía realmente molesto.- me duele el cuerpo, Hae me golpeó por tratar de escapar.
- ¿Cómo fue que escapaste?
- Fuimos a tu empresa y me dejó en el auto con dos hombres, dijo que si algo le pasaba me matarán. Por suerte estos se distrajeron y salí corriendo.
- Ese Hijo de puta me las va a pagar.
- No importa ya estoy contigo.
Me acomode en su pecho, Leeteuk me había creído y yo me sentía cada vez más mierda.
Busque sus labios y los junte con los mios.
El beso se intensificó.
Sus manos estaban buscando la manera de quitarme la chamarra.
No recuerdo cuando fue la última vez que me tocaba de este modo.
Me cargó en sus brazos y me llevo a la cama.
Se deshizo de su ropa y de la mía, en cada beso era dulce y tranquilo.
- Lo siento Aileen, creí que al dejarte con tus padres estarías a salvo pero me equivoqué. Te amo bebé, ahora se que vas a estar a salvo si estás junto a mi.
Mis lágrimas comenzaron a salir.
- Perdóname Leeteuk.
Fue todo lo que pude pronunciar.
- No perdóname tu, eres lo más importante para mí.
Perdoname Jung-Soo por lo que voy a hacer.
Entro en mi de una manera suave y calmada.
Sentía que me estaba torturando por más que le pedía que aumentará el ritmo se movía despacio, aunque era romántico y erótico a la vez, para mí era un tormento. Sentía que cada caricia y cada embestida era para demostrandome todo lo que me amaba y yo pensaba en traicionar su confianza.
Pasó el tiempo hasta llegar al orgasmo, sentí como se tensaba dentro.
Se separó de mi y se acostó a un lado mirando a mi dirección, acariciaba mi pelo mientras me dedicaba una sonrisa genuina.
- No importa si me lleva toda la noche, te haré olvidar ese mal momento con DongHae y te juro por lo más valioso que tengo que ese infeliz se va a arrepentir de a verte tocado.
Me pegué a su cuerpo. No puedo verle a los ojos.

La luz pegaba a mi cara, como Leeteuk lo prometió hicimos el amor hasta quedar exhaustos. En cada momento mi conciencia no me dejaba en paz, llamaré a DongHae no quiero hacerle esto a Leeteuk.

Sugar DaddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora