4

1.4K 138 16
                                    

CAPÍTULO 4


No sabían cuánto tiempo habían estado ahí tirados, hablando de todo y nada, pero para ambos el resto del mundo parecía desaparecer cuando se miraban, como si nada tuviera la suficiente importancia para robar su atención, como si su mayor ilusión estuviera en el brillo de los ojos del otro.

Y es que así era, aunque ninguno de los dos se diera cuenta.

"¿Porqué me miras de esa forma?" preguntó Louis al darse cuenta de que habían pasado los últimos minutos mirándose.

"¿Por qué me miras tú de esa forma?  Parece como si quisieras absorberme el alma o algo así" Comentó el otro chico mientras se sentaba haciendo todo lo posible por dejar de mirar al ojiazul.

"¿Por qué no te quitas esa cosa? Sólo puedo ver la mitad de tu ridícula cara"

La verdad era que se moría de ganas por ver su rostro completo, sin ese ridículo pasamontañas, no lo había visto sin él pero apostaba su iphone a que era guapo, su cuerpo estaba en forma, incluso podía ver como los músculos de su abdomen sobresalían de su camisa y sus bíceps se marcaban tan bien que...

¿qué hacía pensando de esa manera? Definitivamente necesitaba salir de ahí rápido.

"No es seguro"

"¿Piensas que cuando me dejen ir voy a delatarte?"  habló molesto mientras se ponía de pie.

"N-no Lou, es sólo que-"

"¿Piensas que soy lo suficientemente estúpido como para meterme en más problemas? ¿Cómo para meterte en problemas a ti?"

"Lou, basta, yo no he dicho eso" se levantó y lo tomó de los hombros tratando de calmarlo.

"Es cierto Harry, soy tan idiota que siento que me estoy volviendo loco, por que sé que todo esto está mal y lo único que puedo hacer es dormir y soñar contigo, me estoy volviendo loco Harry-"

No pudo terminar de hablar al sentir unos labios posarse sobre los suyos, unos labios suaves y delicados, pero tan necesitados como los propios, sin saber cómo, había dejado de moverse impaciente, el enojo desapareció y sus piernas ahora parecían como helado en un desierto, todo él se derretía ante la nueva sensación, cerró los ojos y comenzó a seguir el beso y para su sorpresa, sus labios encajaban tan bien con los del otro chico, parecía como si hubiesen sido hechos para besarlo solo a él, pronto sus lenguas tornaron un beso tímido a uno apasionado, sus respiraciones ahora eran agitadas y sus manos viajaron como imanes al cuello de Harry, mientras que unas grandes y fuertes se posaron en su cintura.

Ahí, juntos de esa forma, ambos encontraron la respuesta  a todas las dudas que en esos días se habían formado en sus cabezas, sorprendentemente sólo una pequeña palabra era la respuesta de todas ellas... amor.

Lentamente Harry se separó lo suficiente como para susurrar en sus labios mientras lo miraba fijamente

"¿Y sabes qué es lo peor de todo Lou? Que AMBOS nos estamos volviendo locos"

Stockholm Syndrome (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora