Pequeño Hazza

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Epilogo

Abrió sus brazos al pequeño niño que corría hacia ella. Si Harry su Hazza simplemente no existiera, su vida estaría vacía, tanto que a veces se preguntaba cómo toleraba las mañanas frías en su ausencia, hasta que finalmente el rubio salía de la escuela y lo abrazaba.


A sus seis años era tan parecido a Harry y tan virtuoso. Sus maestros decían que era una eminencia, tenía una excelente memoria y una sonrisa bastante tierna. Lo cargó y así lo llevó al carro, mientras Hazza se despedía de sus amiguitos.


— ¡Mamá! ¡Adivina qué me ha puesto mi maestra de calificación en mi último proyecto!


— Una buena nota— supuso sin la menor duda mientras se abrochaba el cinturón.


— Sí, pero es diferente, incluso me pidió que fueras mañana, ¿puedes ir? Dice que es algo importante.


¿Y qué no era diferente a su lado? Hazza era tan vivaz, que era difícil no ver algo en sus trabajos, aunque en eso admitía, se parecía bastante a Harry, siempre tan distraído. 


Llegaron a casa y Niall esperaba afuera como siempre, como llevaba haciéndolo durante los últimos meses.


— ¡Hola Niall!— lo saludó con efusividad el pequeño.


— Hola, enano— respondió agradado, especialmente cuando Hazza comenzó a contarle cosas del colegio.


_____ sonrió con levedad. Su actitud era muy relajada para en verdad intentar algo con ella y eso debería de verlo con claridad, por mucho que se acercara a Hazza, por tanto que estuviese al pendiente de ella, él simplemente no era Harry.


— ¿Sigues molesta?— le cuestionó directamente, una vez que el niño se fue a su recámara a dejar todas sus cosas.


— No, claro que no—argumentó tranquila—Te agradezco que seas una figura paterna para Hazza, él en realidad sí te necesita mucho.


—Sabes que no es un sacrificio—le explicó con seriedad—Me lo pidió antes de…


— Está bien, no lo digas— pidió de inmediato— Para Hazza eres como un padre y eso lo respeto mucho, pero no esperes algo más serio conmigo, Niall.


— ¿No extrañas acaso que alguien te abrace y te acaricie, ____?— le preguntó con cierta curiosidad— ¿Que alguien te bese y te desnude y te haga delirar de deseo?


Por supuesto que extrañaba todo eso, y más, probablemente mucho más de lo que su mente razonaba en ese instante, pero al mismo tiempo, todo se quedó parado cuando Harry se marchó, incluso su propio mundo.


— Te ves tan distinta, estás muy vulnerable— argumentó Niall— ¿Al menos sigues acudiendo a la galería o la administra otra persona en tu lugar?


— Lux sigue haciendo un buen trabajo—recordó con nostalgia, que la última vez que ella trabajo como tal fue durante el primer año de Hazza, después de eso y con la enfermedad de Harry, no pudo regresar.


—No importa, no planeo que lo olvides, nunca lo harás. Pero debes salir de tu propia burbuja, lo único que haces aquí es extrañarlo.


— Aun puedo imaginarlo caminando en el jardín—agregó serena— Harry podía soportar el dolor, y yo sigo preguntándome, cómo hacerlo.


Había agotado todas sus lágrimas en el primer año. Aun su pecho le ardía con el ir y venir de la respiración, su piel se estremecía de sólo evocar su último latido.


— Créeme, quisiera poder corresponderte como él tanto quería, pero no puedo. Lo amó y lo amaré por siempre, no importa que pase el tiempo, no puedo, ni quiero olvidarlo con otro hombre.


—Es admirable y no importa, pase lo que pase voy a estar contigo.


—Gracias—le dijo sin más, especialmente cuando Hazza llegó corriendo a su lado— Bien, comamos, tú tienes que hacer la tarea.


—Y después podemos salir a jugar un rato—agregó con firmeza Niall


Y el rubio sonrió. Afortunadamente era un niño obediente y no tuvo que gritarle para hacer sus deberes, mucho menos para ayudarle a los labores de la casa. En cierto modo parecía disfrutarlo, la distraía y cansaba su cuerpo para caer rendida a la cama, sin pensar, sin sentir nada.


Pero esa mañana sí tenía algo especial que hacer, sobre todo con la insistencia del pequeño Hazza de ir a la escuela por una nota especial de la maestra. Se resignó y tomó el auto, al menos hoy saldría a revisar las cuentas que Lux tenía pendiente de traerle y que argumentaba era muy necesario que las viera.


—Hola, buenas tardes, ¿es usted ___ Green?


— Así es— afirmó segura— ¿Condicionó a mi hijo para que yo asistiera?


—Algo por el estilo, en realidad, quería conocerla. Ayer durante la clase describieron a la persona que más admiran. Como sabrá, la mayoría ha puesto ejemplos televisivos muy influyentes hoy en día.


—Supongo—contestó sin mucho interés.


—Harry (Hazza) ha hecho un verdadero y asombroso trabajo de investigación que me conmovió hasta las lágrimas—y eso la sacó totalmente de equilibrio—Describió a su padre como la persona que más admira 


Después de eso, sólo quería confirmar, saber algunos datos precisos, Y en verdad se veía conmovida cuando ella hablaba de Harry con tanta soltura, cuando contestaba sus preguntas.


—Ahora entiendo por qué Hazza es tan especial—describió sin ninguna duda—Es el hijo de un gran hombre. Seguro le encantará ver el trabajo escrito que me entregó.


— Claro.


Y guardó toda su curiosidad antes de abrir el folder que amablemente le había dado la maestra. Sin embargo, en verdad quería saber qué decía y paró el auto en el parque. Se sentó en una banca y comenzó a leer sin parar un momento.



¿Quién es la persona que más admiro?



Podría decir que mi mamá, ella después de todo, siempre me ha cuidado y no le ha importado quedarse en casa para que yo esté con ella, en vez de irse a trabajar, o eso dicen mis tíos, pero yo sé que lo hace por eso y algo más.


Yo tenía casi dos años cuando mi papá murió y no recuerdo mucho de eso, me gustaría hacerlo, pero era un bebé. A veces me dan ganas de llorar, porque todos dicen que era muy especial, una buena persona. Debe serlo o mamá no lo querría tanto.


Bueno, he tenido sentimientos confusos por eso, pero después de investigar y preguntar, ver las fotos, me doy cuenta que papá fue un hombre admirable. Él tal vez no sea un bombero y jamás estudió música, tampoco fue presidente y menos un hombre rico, pero el tiempo que estuvo con nosotros fue el hombre más valiente.


Estaba enfermo y sufría de dolores prolongados en la columna, hasta que dejó de caminar. Tiempo después perdió la movilidad en su brazo derecho y finalmente se quedó dormido. Así me dicen que se fue, pero si supiesen todas las cosas que hizo, se sorprenderían. Al igual que lo hago yo… 



No podía creer que Harry el pequeño escribiera con tanta claridad esas palabras y especialmente que figurara con un final tan emotivo. Dobló el papel y lo metió entre sus bolsillos para caminar largamente por el parque.


Las hojas caían lentamente mientras sus pensamientos la llevaron a la galería de nuevo. Su auto se había quedado atrás, después de todo, antes no lo necesitaba. Todos los días caminaba al lado de Harry y lo hacía con verdadero placer. Entró y vio los cuadros de la nueva exposición.


La vida seguía y ella, como decía Hazza se estaba quedando ahí. Notó entonces como Lux agitaba la mano alegremente, hasta que corrió a saludarla.


—No pensé que un día regresarías.


—Ni yo—añadió con franqueza, pero se sorprendió más cuando ella tomó su mano y la atrajo al piso de arriba.


—Me dijo que un día vendrías, cuando tuvieras las ganas de volver a caminar—dijo emocionada, pero más que comprenderla, solo la confundía, hasta que abrió una puerta y pudo ver un espacio amplio, con un caballete, cuadros y fotografías por todos lados—Todo tuyo.


Ya tenía bastantes sorpresas por un día, no era necesario que Lux le diera otra. Cerró la puerta y la dejó en soledad, admirando una pared llena de fotografías. Harry era amante de tomar momentos especiales, pero no sabía que había capturado tantos.


Notó un papel en el caballete y se sentó a leer las pocas palabras que él le había dedicado.



—Si sigues llorando por mí aún, pensaré que estás sufriendo más delo que yo lo hice en vida. Por eso, _____, deja atrás el pasado, cierra los ojos y vuelve a ser la misma mujer que conocí. No te dejes enterrar por mi fantasma, porque créeme, cuando llegue el momento, nos volveremos a ver…. Te amo.




Y sus lágrimas salieron, no de tristeza, ni de soledad, sino de felicidad. Podía evocarlo en sus sueños, podía tocarlo y casi besarlo, por lo que su amor se alimentaba a diario, pero si su último deseo era que ella fuera feliz, lo sería, aún sin él, viviría y caminaría, se reiría y amaría la vida como él lo había hecho 


Mojó el pincel y pintó la primera línea en el cuadro blanco. Tenía años sin pintar, sin imaginar algo tangible.


— Te imagino todas las noches, así que puedo pintar, nuestro propio paraíso.



Mamá no llora, a pesar de que se siente triste. Vive aún en el pasado, pero él decía que todo había que vivirlo, sentirlo, como si fuera el último momento. Me hubiese encantado conocerlo, no tuve ese privilegio, pero sé, en donde esté, que si puede verme, va a ser feliz, porque yo haré que se sienta orgulloso de mí, por que aprendí a vivir tan feliz como lo fue él...

Harry Styles.... pequeño Hazza

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Bueno esta adaptación llegó a su fin, espero que les haya gustado y la hayan amado tanto como yo lo hago. He llorado mucho volviéndola a adaptar y aunque es muy corta, nos deja una lección muy valiosa. Espero la disfruten y gracias por leer.

“La muerte no es más que un sueño y un olvido”…

Te amaré por siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora